Capítulo 4

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Cuando no naces en el mismo lugar que la persona que vas a amar el resto de tu vida, puedes pasar por muchas cosas dolorosas, como a mi me sucedió.

Nací en otro continente, lejos del amor de mi vida, crecí imaginándolo, y confundiéndolo varias veces.

Soñaba con su alma apasionada, y su sonrisa de superioridad, soñaba con que tomara mi mano, y que él fuera el único frente a quien no me hiciera sentir débil llorar.

Soñé estas cosas en secreto, muy en el fondo de mi alma, temiendo que si lo decía en voz alta no se hiciera realidad, e irónicamente, creyendo, que el amor era una farsa más.

Viví mis días, en mi bello país, rodeada de gente alegre, y una familia que amaba, pero...me faltaba alguien de fina estampa.

Crei haberlo encontrado, en el hombre que tomaba la pequeña mano de una pálida chica, crei haber encontrado mi fantasía en su personalidad fuerte y decidida.

Pero Aries no era mío, Aries estaba de pie a unos pasos del altar, conteniendo la risa al observar como Virgo quería arrancarle la cabeza al novio de su hermana.

Y el amor de mi vida, aquel que me atrevía a declarar como el verdadero, estaba a mi lado, mirando como su amiga de la infancia estaba por casarse.

La miraba de una forma, que no había visto nunca, como si de verdad le deseara lo mejor de todo corazón, la miraba, como si uno de sus más grandes anhelos estuviera cumpliéndose.

Yo no había querido ir, no por lo que había sucedido, (porque no me va eso de guardar rencores y géminis ya se había disculpado sinceramente) sino que...estar ahí, me recordaba, que el tiempo estaba corriendo.

Apenas dos años atrás, yo estaba en Alemania, conociendo a Virgo y a Aries, ahora, estaba a lado de Leo, mi amado Leo.

Cuando, por los ojos de Leo, se escurrió una lágrima traicionera, que ni siquiera él notó, no pude contener más el llanto.

No lloraba por celos (porque Leo y yo habíamos hablado, y sabía lo importante que géminis era en su vida y en la de Capricornio) no lloraba por que me sintiera feliz por ella (aunque lo hacia) o porqué deseaba ser yo la que se casara.

No, lloraba, porqué, sabía que tarde o temprano, Leo querría ser quien estuviera en el altar, conmigo aún lado, sabía, por esa mirada de anhelo, que el también lo deseaba muy en el fondo, pero que yo, no podría darle ese gusto, pues el tiempo se me había terminado...

Mi llanto pasó como algo más, la boda concluyó, Leo apenas creyó mi patética mentira, no quería pensar en nada, eran demasiadas opciones, demasiados problemas, decisiones que tomar, así que...me acerqué a la barra, y no me alejé de ella por más que leo insistió.

Cuando la carga pesada llegó (y me refiero a Virgo) Me sentí algo mal, pues ella sabía cual era mi problema.

- No le has dicho - Me preguntó Virgo con voz severa.

- No...- Dije dándole otro trago al vodka.

- Sabes que lo odio, que es un idiota, un patán y un egocéntrico - Me dijo conteniendo la ira - Pero, merece saberlo...

- Lo sé, lo sé... Lo sé - Se quejó - ¡has dicho eso durante meses! ¿Cual es tu...? - Se detuvo a medio grito - Ya veo...siempre dudando ¿Eh? - me dijo con una sonrisa melancolíca, acarició mi cabeza y se fue.

Al poco rato, y cuando estaba más ebria, llegó su hermana, y me llevé, tan bien con ella, fue hermoso, ambas bebimos hasta no poder más.

Ella me contó sus problemas e inseguridades respecto a Sagitario, y así, sin más, sin saber porqué comencé a hablarle de mis problemas.

- Entonces, ¿me estás diciendo que estás molesta con Leo, porqué no se ha dado cuenta de tu problema, y no te ha pedido matrimonio? - Me dijo Piscis, mi mente se quedó en blanco.

- ¿Qué? - Pregunté confusa.

- Si...mira - Me dijo Piscis, que para esas alturas ya arrastraba la lengua- Me dices de tu asunto de la visa, y que debes volver a Alemania, y que te duele dejar a Leo, aún cuando sabes que él se quiere casar en algún momento contigo, pero, lo único que yo escucho es :"¿Porqué mierdas no me pide matrimonio de una vez?" además del hecho de que estás celosa de la relación de géminis, ya que avanzó muy rápido, además, estás indecisa sobre decirle o no, ya que temes que te pida matrimonio sólo para arreglar el problema, o peor aún, que no lo haga, además del hecho de que tu indecisión general te hace dudar sobre el matrimonio.

Mi silencio se hizo presente de nuevo... No tenía idea de que me sintiera así.

- Como...lo supiste? - Le pregunté dándome cuenta de que tenía razón.

- Virgo me dio una idea...pero no soy sólo una cara bonita ¿Sabes? -, Me dijo - Pero ¿Sabes qué? No estarías en este aprieto si no estuvieras enamorada, o si los hombres fueran más listos o sensibles, ¡Ya sé! Hagámonos lesbianas feministas que odian a los hombres sin razón!

No sé si era el alcohol, pero en ese momento, me pareció una maravillosa idea.
Podía decir...que ahora tenía una nueva amiga, muchos vídeos vergonzosos y mañana tendría resaca, pero justo en ese momento, estaba tan alegre junto a piscis, que pensé. "Bueno, ¿,Qué más da? Una locura más, una locura menos en esta boda".

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