Capítulo 2

2.4K 224 52
                                    

Yo creí que Capricornio era rígida, y hasta algo fría,  entonces conocí a Virgo...

No entiendo como el dios del caos y la reina del orden pueden ser mejores amigos, de verdad que no.

Al principio estaba un poco nerviosa al respecto,  y hasta un poco celosa, ellos pasaban demasiado tiempo juntos,  Acuario parecía estar siempre ocupado, y no tenía casi tiempo para mi, siempre estaba con ella.

Cuando ya me había cansado de tragarme los celos y llorarle a la almohada resulta que en realidad Virgo estaba planeándome una boda sorpresa...

No dormí en toda la noche, y ya perdí la cuenta de las veces que vomite.

Además,  tener a Capricornio a un lado, juzgándote con la mirada no ayuda, sabía que era una locura, pero, si algo había aprendido en estos años con Leo, era que el miedo de nada sirve y que debes lanzarte al vacío esperando volar por aquello que amas.

Y así fue como el día de mi boda me encontré toda temblorosa camino al altar.

Todos estaban ahí, la decoración era hermosa, y se lo debía todo a Virgo,  había sido una paranoica, pero siempre lo había sido...pero no era fácil, toda la vida, desde que tengo memoria había sido la segunda opción, solo con Leo había sido la primera, el sabía quien era yo, pero las cosas no siempre salen como uno desea, ya sea por el miedo, la aceptación o la falta de entrega al final se tornó un desastre, uno que me rompió el corazón.

Pero...eso ya no importaba, era parte del pasado, mi corazón estaba roto, si, pero Acuario se encargó de repararlo, dejó todo por mi, cuando lo supe, cuando supe que había dejado a Piscis, a la hermosa, tierna e infantil Piscis por mi...no sabía que hacer, era la primera opción, alguien estaba dispuesto a darlo todo por mi, y el temor regresó, él quería estar siempre conmigo, yo no quería enjaularlo, pero con su amor, disipó todos mis temores y antiguos dolores, no le temía a nada si él estaba conmigo,  juntos habíamos madurado, nos habíamos convertido en personas distintas, personas que entendían que el amor no te hace cautivo, si no que te libera.

En la vida llena de amor, un amor verdadero, es ahí donde encuentra la alegría y la verdadera libertad, con eso en mente, me lancé al vacío con las alas extendidas, y mi amada ráfaga de viento me hizo volar en ese momento, al ver sus ojos, juro que pide ver el cielo, y lo supe, hoy y siempre Acuario sería el viento fresco que me daría ánimos para volver a intentar.


- ¡Por fin es mía! - Gritó mi viento, llenando mi alma de aquella sensación de alegría, esa que te da ser consciente de que eres verdaderamente amada, y con mis temores desterrados por siempre, me dispuse a empezar una nueva vida a lado de la única persona que era capaz de hacerme volar sellando el pacto con un beso apasionado.


Todo marchaba tan absolutamente bien, los invitados nos felicitaban, la recepción era tan perfecta, era la boda de mis sueños, mi pastel de boda era precioso, todo a mi al rededor parecía haber salido de un cuento de hadas, estaba tan emocionada...hasta que de la nada...las bragas de fresa enmarcadas hicieron su aparición.


Morí de vergüenza, el salón entero hizo silencio, Virgo y Capricornio empezaron a luchar por atrapar las bragas que Acuario estaba empeñado en no perder...

Justo cuando Cancer se acercó a mi a consolarme...no puede evitar  echarme a reir a todo pulmón, Cancer confundida pronto se contagió de mi risa, y asi todos comenzamos a reir mientras la cacería continuaba.


"Por lo menos no tendré días aburridos" pensé " ¿Siempre vas a hacerme reír así verdad? Mi vida a tu lado será una gran aventura, con o sin bragas de fresa ¿Que más da?"

OfiucoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora