Ofiuco

Capitulo 12.9

Libra.

El viento helado entró a la habitación, quemando mi piel, pero no me moví, me quedé mirando las macetas llenas de hierbas congeladas del balcón, ya no había flores ahí, ya no había flores en ningún sitio.

Escuché a como alguien tocaba la puerta de mi habitación, era un golpe suave, pero firme, adiviné de inmediato que era Virgo, escuché su voz llamarme.

- Libra...abre por favor...- Me pidió en un susurro.

-No puedo creer que hayas viajado a otro continente solo porque quieres hablar conmigo - Dije sin dejar de mirar la maceta - Existen los teléfonos ¿Sabes?

- No hubieses respondido...además, eso hacen los amigos... - Me respondió.

- ¿Por qué? - Le pregunté Virgo - ¿Porqué la vida es tan complicada? Hay tantas decisiones que tomar...tantas cosas por cambiar, tantas cosas fuera de balance, enormes, pequeñas, inconmensurables ¿Cómo se supone que haya un balance? ¿Cómo se supone que continué siendo equilibrada? Cuando por dentro...por dentro...soy un caos...- Las lágrimas traicioneras se hicieron presentes.

El silencio se hizo presente, eschuché un suspiro quebrado, luego el inequívoco sonido de una mujer agotada escurriéndose contra la puerta.

- Yo sé...- Dijo con una voz pausada y rendida - Que...este el momento, en que la heroína llega, pronuncia un mágico e inspirador discurso, y convence a la chica de volver con su alma gemela, y todo se arregla y todas esas cosas... - Se detuvo, casi pude ver como miraba al techo y sonreía con lágrimas en los ojos cargadas de ironía - Pero la verdad...es que no tengo ni puta idea, relaciones, amor, vida, balance...¿Qué demonios voy a saber yo? Solo estamos en este maldito carrusel de caos, amor, y amargura, esperando que cuando se detenga no terminemos estrellados contra el suelo.

- Tou ché - Respondí dejandome caer al suelo y gateando hacía la puerta, pegué la cara a ella - ¿Será que alguna vez va a parar?

- Eso espero... Estoy comenzando a marearme - Me dijo sacándome una risita.

- Esto es una mierda, no tengo idea de que hacer...¿Casarse? ¿No casarse? ¿Hablarlo? ¿No hablarlo? ¿Cambiar? ¿Permanecer? ¿Arriesgarse? ¿Huir?

- Me supongo que te decantaste por lo último - Me dijo riendo.

- Pues...en realidad, decidí no decidir... - Susurré, ella soltó una carcajada suave

- Curiosamente, yo si estoy huyendo - Escuché como dejaba caer las manos.

- Dime que no te rendiste - Le dije.

- Dime que tú no lo has hecho - Me pidió con voz dura, se me cortó la respiración por un momento, el silencio nos envolvió en nuestra nube privada - Li...- Me llamó, jamás me había llamado así.

- ¿Si? - Pregunté, no respondió - ¿Vi? - Insití, escuché el llanto desbordarse.

- Estoy muy asustada...- Dijo en un hilo de voz, y rompió a llorar.

- Yo también lo estoy...estoy, tan, pero tan asustada...- Susurré, abrí la puerta de golpe, miré los ojos suplicantes y temerosos de Virgo, la envolví en mis brazos.

- No quiero estar equivocada...- Me dijo - Y no quiero que estés equivocada...incluso si la lógica me dice que lo estamos...entonces prefiero ser una tonta - Aquellas palabras golpearon de lleno mi corazón, pues era exactamente lo que sentía, rompí a llorar también.

- ¿Qué pasa si estoy equivocada? ¿Y qué si Leo no es para mi? ¿Si era de Gem? - Dije entre llanto.

- ¿Y que si Aries no era para mi? ¡Tal vez era tuyo! ¡De Capricornio tal vez! ¡Tal vez yo si era para Escorpio! - Sollozó, quería decirle que se callara, y que nada de eso era cierto, pero negar aquella lógica, era negar mis propias ideas e inseguridades respecto a Leo, así que me quedé callada, y llorando - Es más, tal vez, no era de nadie...tal vez, debí casarme con ese tonto con el que mi padre me comprometió, tal vez asi no hubiera pasado nada de esto...no les hubiera complicado la vida a ninguno de ustedes, todos estarían con la persona correcta, como al principio...todo esto es mi culpa...si tan solo...me hubiera muerto.