últimamente ha habido confusiones sobre quien narra, yo no lo ponía, para que en base a lo que decía el narrador pudieran identificar al personaje y tener más en claro quien era quien, pero al parecer no está funcionando del todo.
También para disculparme con aquellos que leen mis otras historias, ya que no he actualizado en un buen rato, pero si la inspiración no llega, y más cuando tienes poco tiempo como últimamente, simplemente no puedes escribir, espero que la inspiración me visite pronto, porque últimamente solo puedo escribir cosas "cortas" como esto, y digo corto, porque aunque este es el libro más "grande" de la saga, aun es muy corto comparado con mis otras dos novelas.
También para agradecerles su apoyo, casi 600 seguidores, muero de alegría! Y por ultimo, respecto a mi revelación de identidad, y las cosas que subí, créanme, me hacen inmensamente feliz todos sus comentarios, de verdad que me llenan, pero, dentro de todo esto, no me considero alguien "digno de admirar" ¿Me explico? Solo soy una chica que trata de ser la mejor versión de si, y eso es lo que espero que ustedes hagan, ser la mejor versión de ustedes, esa versión fantástica, única e inigualable que pude ser cada una de ustedes, o cada uno, comienzo a dudar que los niños me lean...si eres niño reportate aqui!...en fin, los dejo leer cx.
CÁNCER.
Se marchaba, aunque le dije que no, aunque sabía que no estaba de acuerdo, se marchaba...me estaba dejando sola ¿Iba a regresar con ella? ¿Iba a abandonarme? ¿Ella lo lastimaría de nuevo? ¿Tauro se había dado cuenta de que no me amaba y que aun sentía algo por ella?
Los celos, los malditos celos, el dolor, la inseguridad y la expectación, no, no de nuevo...
Las horas pasaron, yo hice de todo para distraerme, incluso horneé un pastel y limpié la alacena, pero ni eso pudo alejarme revisar el telefono cada 5 segundos para ver si él me había llamado, pero nunca sucedió, y cuando el cielo comenzó a tornarse carmesí, no pude soportarlo más, salí de casa, me dirigí al café donde Tauro me dijo que iban a estar, pero me los encontré a media calle, caminando uno a lado del otro muy cerca.
Juro, que fue en una arrebato de celos e insensatez que los seguí hasta el cementerio, simplemente quería tomar a Tauro y alejarlo de ella.
¿Hasta cuando Capricornio estaría satisfecha? ¿Cuanto más haría sufrir a mi Tauro? ¿Cuánto más era suficiente? ¿Hasta cuándo Tauro cedería ante el recuerdo de ella? ¿Hasta cuando?
No permitiría que ella ni nadie le hicera más daño, menos esa mujer fría y ambiciosa como ella.
Los miré, conteniendo la rabia, estaban de pie frente a una lápida, la cara de angustia y dolor de Tauro me partió el corazón, Capricornio estaba de pie, mirando la lápida, fijamente, sin decir nada, como si no sintiera ni le importara nada.
Entonces lo entendí, era la tumba de la madre de Tauro, Capricornio había hecho que Tauro la trajera, después de todo ¿Como podía tener tal cinismo?
Estaba decidido, iba a matarla, la haría sufrir, no era posible que existiera alguien tan cruel como para poner una cara tan cínica en semejante situación.
Y era cierto, era imposible, nadie podía permanecer indiferente ante tal situación, ni siquiera la fría Capricornio, cuyas rodillas temblaron y acabaron golpeando el suelo.
Un largo y penetrante sollozo atravesó el cementerio dejándome sin respiración, el sollozo desapareció por una larga inhalación y un tembloroso expirar.
El llanto de Capricornio vino a acompañado de las palablas más deagarradoras jamás pronunciadas en un desesperado, doloroso e infantil tono.
La piel se me puso de gallina, a cada palabra pronunciada por ella mi pecho se contaría más.
El dolor, es algo curioso, me he pasado una vida entera creyendo conocer el dolor, con la idea tonta de que el dolor no se oculta, el dolor se vive y se respira, y que todos deben notarlo.
No sabía nada, absolutamente nada, el dolor, el verdadero dolor, ese que te hace temblar el alma, el que te arrebata el aire, el que te perturba el sueño y te estruja el corazón, el dolor de tener la certeza de que ae ha perdido a alguien para siempre, el de la soledad avasallante, ese se lleva bien oculto, el verdadero dolor, era ese que capricornio padecía en silencio.
Aunque pensándolo bien, si miro atrás, puedo verlo, ahi, en sus ojos, justo en su aire de impenetrabilidad, ahi, protegido por la muralla helada del orgullo.
Capricornio, tu dolor lo llevas marcado en la piel, tu pena me enseñó quien eras, me enseñó quienes eran ustedes dos juntos.
La fuerza con la que Tauro te abrazó, tratando de unir tus piezas, créeme, quise ayudarlo tambien.
La pequeña chica destrozada en el suelo helado de un cementerio, abrazada entre un llanto convulsivo, no se parecía nada a la chica orgullosa y elitista que me había imaginado abandonó al mismo hombre que ahora la abrazaba.
- A veces Cáncer, hay gente que ama de forma distinta, gente que tiene más miedo, gente que miente porque creen que asi van a estar protegidas, gente que pone toda la carga sobre si, y que se dejan odiar, porque ellos mismos se odian, ya que no saben bien como amar, ellos tienen una forma distinta, pero eso no significa que no aman con locura, son estas personas cáncer, las de pinta inalcanzable, las que necesitan especial atención, no juzgues nunca un libro por su portada, Cáncer...a veces, hay personas que parecen de hielo, pero es de cristal de lo que están hechos - Esas palabras, me las dijo Piscis, con especial melancólia en la mirada, la misma que surgía cuando hablaba de su hermana, entonces supe, que Capri era otra de esas personas, esas que estaban hechas de crital, y que tenían tanto miedo de ser vistas como tal, de ser rotas, que se encerraban en su coraza.
De cierta manera, lo entendía, yo tambien era asi, me encerraba en mi misma cundo no podía con la vida.
La nieve comenzó a calarme los huesos, me elejé de la escena, el llanto ni cesó hasta que me hube alejado del cementerio, entonces me fuo a casa y me encerré a llorar, no podía dejar de recordar como Capri se había desplomado en el suelo, y estaba segura de que sus palabras y su desgarrador sollozo jamás ae borrarian de mi memoria, lloré, de culpa, angustia e impotencia.
Culpa por haberla juzgado, angustia por ver semejante dolor, e impotencia por no poder hacer nada por ella.
No supe cuanto tiempo lloré, lo que si sé, es que cuando a la mañana siguiente Tauro llegó listo para que yo lo matara, no pude hacer más que abrazarlo y tirarme a llorar de nuevo, él me abrazó tambien, desconcertado, pero al cabo de un rato ambos terminamos dormidos, llorosos y abrazados.

ESTÁS LEYENDO
Ofiuco
Historia Corta¿Qué sucedió con Libra y Leo? ¿Quien fue dama de honor? ¿Al fin Acuario pudo casarse con géminis? ¿Acuario me devolvió mi bufanda? ¿Fueron Capricornio y Escorpio a la boda? ¿Pasó algo entre Escorpio y yo? ¿Piscis y yo nos reconciliamos? ¿La mejor am...