Capítulo 5

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No sabré jamás a ciencia cierta porqué Virgo y yo nos parecemos tanto y a la vez somos tan diferentes.

Virgo es inteligente y decidida, como yo, pero un tanto más flexible y complaciente, tal vez por eso, aunque a mi me parezca una tontería, Virgo planeó la boda secreta de mi mejor amiga.

Jamás voy a olvidar la cara de asombro cuando supo que yo era amiga de géminis, y hermana de Leo, ni la completa estupefacción de Escorpio cuando le conté sobre mi historia con Virgo y Aries.

No soy partidaria de los sentimentalismos, ni del destino, pero no negaré, que muy en el fondo creo, que todo esto, era parte de algo más grande.

Ayudé a Virgo con su misión imposible, nos hicimos más cercanas de lo que hubiera creído, tanto que me aterró tenerle cariño, temía que me lastimara, como todos lo hacen.

Pero no sucedió, ni géminis, Aries, Acuario o Virgo me juzgaron, ni una vez.

Amo a Escorpio con todo el corazón, y sé que muy en el fondo las heridas persisten, creí que guardaría rencor a Virgo por ello, pero no sucedió, algo en mi había cambiado, realmente, desde que era feliz y libre.

La boda llegó, mi mejor amiga estaba casándose, tan joven, tan inexperta... Tan torpe y cambiante, mi géminis...se iba, se casaba, yo sólo quería que fuera feliz...

- Lo será, y mucho - Escuché a alguien susurrar en mi oído cuando los novios cortaban el pastel, Pero no tuve tiempo de ver quien era, pues el loco de acuario sacó unas bragas enmarcadas.

Era hombre muerto.

Después de que Virgo y yo lo persiguiéramos por horas en vano, Cáncer nos acercó un postre de frutas, estábamos tan cansadas, y era tan delicioso, que me zampé 6 platos.

Virgo no se quedó atrás, y se zampó 5, cansadas, nos sentamos en la mesa, pero, por alguna razón Virgo comenzó a ponerse roja frente a mi.

De la nada, comenzó a reírse, y yo de ella, Aries y Escorpio llegaron para ver que sucedía, y la risa les llegó también.

- ¿Qué les sucede...? - Preguntó la roja Virgo acercándose a mi oído.

- No tengo idea...¡Están locos! - Le respondí consternada.

- Vámonos antes de que nos contagien...- Susurró, yo movi la cabeza afirmativamente.

- ¿Pero como nos vamos sin que nos vean? - Pregunté, Virgo levantó el mantel de la mesa.

- Nos arrastraremos lejos...- Dijo apuntando, yo me lancé bajo la mesa seguida de Virgo, juntas, nos arrastramos entre las mesas callándonos la una a la otra cuando nos ganaba la risa.

Al final, ambas nos escondimos detrás de la mesa de postres, y nos dejamos llevar por la risa.

- Shh...- Me dijo por fin Virgo - Callemos, Aries reconocería mi risa incluso en un concierto de rock.

- Cierto...Escorpio siempre me encuentra - Dije, entonces recordé que ambas éramos una especie de "ex" de nuestras actuales parejas - ¿No crees que es raro que Escorpio me haya escogido a mi cuando tú regresaste? - Le dije, lo había dejado salir, mi lengua había dejado de obedecer.

Me había preparado para más risa, o enojo de su parte, pero en cambio sus ojos se tornaron suaves.

- No en realidad - Me dijo arrastrando las letras, parecía debatirse un poco - Yo nunca pude darle lo que él quería ¿Sabes? Me falta carácter y firmeza para estar con él. Escorpio detestaba que siempre me pusiera al último lugar, pero jamás supo como haceme dejar de hacerlo, y yo...muy en el fondo, sólo estaba buscando una salida, una expiación, después de todo iba a morir...y...me dejé llevar, viví como una persona normal, a su lado, tuve "mi amor de verano" y no me arrepiento de ello, no mentiré, lo quise, y mucho, pero, a veces eso no basta, y esos sentimientos mueren...sé que le hice daño, y que es probable que jamás me perdone, pero, el !e enseñó a luchar por lo que se ama, de cierta manera...le debo mucho, me devolvió la fe, y...gracias ello estoy viva hoy.

Bajó la mira un momento, luego me miró a los ojos, con las pupilas llenas de recuerdos, después miró al cielo, cerró los ojos y suspiró muy lentamente.

- Él te adoraba - Le dije, y descubrí el poco rencor que después de todo persistía - Aun, después de todo, sigue adorándote, lo sé, cada que algo le recuerda íntimamente a ti, sonríe de manera tan extraña...- Dije, el dolor comenzaba a crecer el mi pecho, un par de lágrimas se escaparon.

- Dime...Nio... ¿Recuerdas tu primer amor...? - Me preguntó sin dejar de ver al cielo, la respiración se me detuvo, busqué a tauro instintivamente entre la multitud con el corazón en el estómago - ¿Ves? Siempre quedará algo especial en eso que nos deja el primer amor, ese fallido, no te concentres en el pasado, está contigo ahora, y eso es lo que importa, en mi caso, Escorpio fue mi segundo amor, Aries siempre fue el primero...estamos juntos, pero, pasamos por tanto para estar aquí hoy... - Me miró a los ojos de nuevo, de manera tan extraña y profunda - El amor es cosa de locos, es ciego, sordo, e incluso mudo, es como un niño pequeño, que no sabe hacer más que llorar, hay que enseñarle a caminar, a hablar, a sentir, hay que hacerlo crecer, por más duró o absurdo que nos parezca, porque sin amor...sin amor la vida no vale la pena - Lentamente, limpió mis lágrimas - Sonríe Nio...Mira a tu al rededor, eres libre, y feliz - Sonrió con tal alegría, sin embargo...yo me tiré a llorar en sus brazos, moría de vergüenza, alegría, y contradicción, pero justo en ese momento...fui tan libre...

"¿Qué más da?", Pensé, " Todos aquí es absurdo, pero esa locura, es la que nos da felicidad".

OfiucoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora