43.- ¿Es posible?

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Solo quedan dos días para mi cita con el médico y no he estado mucho mejor. Los mareos en las mañanas se hacen cada vez más intensos y muchas veces vienen con vómitos. Ya no puedo tomar desayuno con tranquilidad porque lo devuelvo todo minutos después. En el instituto también me ocurre muy seguido aunque con menor intensidad. 

No hay que ser un genio para saber que Jace esta muy preocupado. Ha empezado a llegar más tarde a su trabajo porque prefiere pasar las mañanas conmigo e irme a dejar a mi trabajo. Como es el jefe no hay problema, pero odio que se preocupe tanto aunque creo que esta vez tiene un poco de razones para estarlo. 

La mayor parte de la tarde y la noche me siento perfectamente. Es solo en las mañanas que me siento como si fuera a vomitar hasta mis órganos. Jace dice algo sobre que en las mañanas el azúcar esta más bajo en la sangre y que me está afectando más de lo normal... No sé, yo creo que solo esta divagando por lo preocupado que está. Él no es doctor, pero ha estado actuando como tal las últimas dos semanas. Incluso Josh y Emma le han dicho que se tranquilice porque los síntomas que tengo son de muchas cosas diferentes.

En definitiva, podría tener cualquier cosa. Incluso podría ser un simple virus. Creo que esa es la mejor opción. Me darían un medicamento y Jace podría estar tranquilo.

Hoy es miércoles, pero ni Jace ni yo trabajamos hoy. Es un hermoso día feriado. No estoy segura el por qué, pero no se trabaja. Un día merecido de descanso. Diría que es un día extra en el que puedo despertar al lado de Jace, pero ahora siempre lo hago. Le gusta despertar conmigo para ver como amanezco. De verdad que está muy preocupado y no se separa de mí ni un segundo cuando estamos en la casa. 

Despierto y abro los ojos. No me muevo porque ya puedo notar lo mareada que estoy. No es una sensación agradable, en absoluto. Lo único que quiero es ir al médico para que me den un maldito medicamento y esto desaparezca. Es incómodo. Siempre he odiado vomitar y muchas veces asusta a Mia y Matty. Tengo que repetirles mil veces que su mami está bien y abrazarlos cuando ya he devuelto todo. Mis hijos son muy inteligentes y saben que algo está pasando, pero no saben qué. Bueno, en verdad nadie sabe qué es.

Jace tiene uno de sus brazos en mi cintura y me abraza. Está profundamente dormido y creo que es mejor que no me mueva porque si lo hago él se despertará y quiero que descanse. Últimamente por muy profundamente dormido que se encuentre si me muevo aunque sea para cambiar la posición en la que estoy durmiendo él se despierta de inmediato. Así que mejor me quedo así, en esta posición y espero a que el mareo desaparezca. Si no lo hace y las ganas de vomitar se hacen insoportables, será mejor que lo despierte para que pueda sujetar mi cabello. 

Los minutos pasan, pero los mareos y las ganas de vomitar no. Intento respirar profundamente, pero no funciona. En este momento estoy odiando las malditas mañanas. No estoy para nada a gusto en estos momentos. Quiero vomitar y sé que hasta que lo haga no me sentiré mejor. 

-¿Jace?- le digo a mi novio mientras muevo un poco su brazo

Jace abre los ojos poco a poco y me mira con confusión. Siento como el vomito solo quiere salir de mi sistema. Él parece notarlo porque se levanta de la cama en un salto y me toma en brazos. Odio esa sensación de tener el vomito en la garganta listo para salir y no poder evitar que éste salga. Jace me lleva directo al baño y comienzo a vomitar de inmediato. Al menos tengo un buen novio que recoge mi cabello en una cola de caballo y comienza a acariciar mi espalda mientras vomito. 

Cuando termino me quedo sentada en el suelo del baño unos segundos. Sé que en esos segundos el mareo desaparecerá y todo volverá a la normalidad. Esto ya se ha convertido como en una rutina para nosotros. Jace no deja de acariciar mi espalda en ningún segundo. Creo que se siente impotente porque no puede hacer nada más por mí.

Sorpresas de la vida (SDLV #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora