» capítulo 20

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Lunes por la mañana, todo marchaba bien. Hace un par de horas recogieron a Stefany aquí. Habían veces que me acompañaba al trabajo, no es como sí pudiera molestarme o distraerme. Al contarle lo que pasó en el día, se emocionó de la misma manera que yo e hicimos un buen maratón de Gossip Girl. Tan sólo nos faltaban las últimas dos temporadas. A veces nos tomábamos más tiempo en ver las series puesto que ella sólo podía escucharlas y yo tenía que narrarle los sucesos que no se podían apreciar por el sentido del oído. Cosas como lo que traen puesto, acciones, o escenas sin diálogos. No era molesto, me entretenía bastante.

Me encontraba en la cocina, ayudando a Rita a cocinar. La hora de comida había pasado pero comida era lo que faltaba aquí. Picaba papas para hacer unas empanadas saladas. Le salían de maravilla.

"Adivina quien regresará a trabajar aquí", dije apenas y ella me miró. Hizo una mueca de horror.

"Ay no, ¿el chamaco ese?", preguntó y comencé a reír. "Ese canijo no tendrá paso en la cocina".

"Ya no va a limpiar, no te preocupes", puse las papas sobre el sartén.

"Qué bueno, porque me dejó todo lleno de tierra aquí. Ni barrer sabía", solté una carcajada.

"Déjalo, todos sabemos que no daría una", ella negó.

"¿Y qué hará?", preguntó.

"Será el jefe", ella arqueó una ceja. "Bueno, ayudará a Liz".

"Que arda Troya", reí muy fuerte.

"Basta, se siente el bullying".

"¿Ya andas bien con él?", preguntó y apreté mis labios intentando ocultar mi sonrisa.

"El sábado salimos, y quedamos en que íbamos a conocernos", ella alzó sus cejas. "Vamos a conocernos. Al fin se abrió conmigo".

"¿Y tú estás lista para abrirte a él?", preguntó y sentí de nuevo ese hueco en mi estómago.

"Aún no es tiempo".

"¿Y cuándo lo será?", preguntó.

"No lo sé Rita, no quiero que me trate diferente".

"¿Y quieres que actúe normal sabiendo que algún día puedes volver a recaer?", me miró. "Es inevitable".

"Lo haré después".

"Piensa niña, ¿qué es lo correcto? Èl se ha abierto a ti, y te ha confiado cosas. ¿Cómo crees que le afectará saber que puedes hasta morir?", preguntó, apreté mis labios. Era cierto.

Luke tiene tantos problemas con su persona, y ha batallado tanto para abrirse a mí, que sería un desastre si llegase a enterarse. Le dije que lo «arreglaría», se lo prometí. No podía destruirlo de esa manera, más ahora que dice estar enamorado de mí. Por eso lo mejor sería nunca contarle.

"Lo haré Rita", ella entrecerró sus ojos y miré a la puerta y lo vi entrar.

Oh. Dios. Mío.

Estaba él con unos jeans no-negros, eran como azul marino, más no mezclilla. Usaba una camisa de mangas cortas color hueso y una corbata azul de rayas. Cielos, se miraba tan guapo. Entrecerré mis ojos analizando su rostro. Oh por Dios, no tenía barba. ¡Parecía un bebé! Qué hermoso. La barba le quitaba un par de años, parecía un niño de 18, como yo ¿Vieron? Todo bien.

"La boca va cerrada niña", escuché y miré a Rita.

"¿Viste lo hermoso que se ve?", pregunté emocionada y ella comenzó a reír.

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora