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"Estoy segura que puedes hacer una trenza", dijo ella mientras tenía su cabello revuelto entre mis dedos.

"¿El de en medio pasa por abajo?", pregunté confundido.

"No Luke, se queda igual, sólo crúzalos. Si pasaste el derecho por arriba, entonces ahora el izquierdo ponlo en el centro y el que no haz cruzado aún, lo subes".

Me le quedé viendo a los mechones y los deshice.

"¿Entonces cuál va primero?", ella se levantó y me empujó en la cama.

"Oh Dios, es tan simple", rió y me senté nuevamente.

"Una oportunidad más", se sentó a mi lado y analicé bien las secciones. De acuerdo, si este iba por aquí, entonces este... No, no, este. Por arriba, ¿o era abajo? No, no, sí arriba se ve mejor. "Creo que voy bien".

"Aleluya".

Apreté un poco para que no estuviera tan floja y en segundos –bueno, no es como si tuviera el cabello larguísimo-, ya estaba sujetándolo con una liga.

"Voila".

Ella pasó sus manos sobre esta y se giró con una sonrisa.

"Tan inteligente pero tan tonto a la vez", entrecerré mis ojos y ella soltó una risilla besando mi boca. "Te salió muy bien".

"Fue mi primera vez, mierda", me eché aire con mis manos.

"¿Felicidades?".

Caminó para colocarse su gorra y abrió el grifo para servirse agua y tomar sus pastillas.

"¿Estás emocionada?".

"Mucho".

Hice media sonrisa.

"Excelente".

Tomamos un taxi que nos llevara a la entrada del parque donde no hicimos mucha fila para comprar los pases. Nos colocaron un sello cuando pasamos a revisión, por suerte ella siempre cargaba con su prescripción médica para que la dejaran pasar con medicamentos. Le ayudé con su mochila y corrió para tomarse fotos. Cuando intenté convencerla de llevarla a la Boutique, cruzamos el parque hasta llegar a un lugar con aspecto de torre. Por fuera colgaba el letrero «Bibiddi Babiddi Boutique», y busqué en seguida a la encargada.

A lo lejos pude ver a una mujer de estatura promedio de unos cuarenta y tantos, complexión media, vestido de dama ridículo. Mmm sí, tenía que ser.

"¿Claire?", pregunté acercándome a ella. La mujer se giró automáticamente, sí era ella. "Hola, soy Lucas... Luke. Le debieron enviar un correo".

"¡Ah, sí! ¿Qué tal?", estrechó su mano conmigo. "No los esperaba tan pronto".

"Sí bueno, vendríamos mañana, pero lo cambiamos".

"Muy bien", miró a Salsita. "¿Tú debes ser Monique? Qué bonita eres".

Intenté no reír, odiaba el «Monique».

"Uh, Zazil-Ha y muchas gracias".

"¿Estás lista?", preguntó la mujer y ella me miró esperando respuesta.

"¿Qué está pasando?".

"Te dejaremos como una princesa", su boca se abrió y comencé a retroceder para caminar a la puerta.

"Diviértete".

La dejé ahí y miré la hora, este señor me estaría esperando en el el estacionamiento. Me apresuré para salir y tomé el autobús del parque para que me llevara al estacionamiento, en la parada vi a un hombre alto con una camiseta con el logo de Make a Wish Fundation.