» capítulo 45

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Me dolían los ojos, sentía que estaban pegados a mis párpados, pero qué iba a saber Calum de mis lentes. Por suerte siempre cargo con el estuche para los lentes de contacto y mi armazón. Caminé a su baño, y me puse un par de gotas del limpiador para que se suavizaran. Me los logré quitar y me miré al espejo. Era un desastre, Dios. Me daba tanta vergüenza con la madre de Calum. Sobre todo porque el terco insistió en irse a dormir a la sala. ¿Qué pensara su madre de mí?
Escuché que tocaron la puerta y salí del baño.
"¿Puedo pasar?", dijo Calum abriendo la puerta.
"Sí".
Me senté en la orilla de la cama.
"¿Cómo dormiste?".
"Bien, gracias de nuevo por dejarme quedar".
"Está bien, yo tampoco hubiera sabido qué hacer", rió.
"¿No se molesta tu mamá?", él frunció el ceño y negó.
"No, ¿cómo crees? Ni siquiera está, ya se fue a trabajar".
Oh mierda, el trabajo.
"Creo que ya me descontaron el día".
"Sí, bueno por suerte es sábado y no voy a la escuela".
Suspiré.
"¿Sabías que Luke no estaba yendo a la escuela?", él mordió su labio y asintió. "Entonces era la única que no sabía".
"Lo hizo por ti, ¿lo sabes cierto?".
"Y es lo que más me molesta".
"Dale una oportunidad, quizá tiene buenos motivos".
"Sí", pausé. "Cuidarme", dije entre comillas.
Calum se rió apenas y rascó su cabeza.
"Debió estudiar para ser enfermero, ¿no?", reí.
"Dios, no tienes una idea".
"Intenta dar lo mejor de él".
"Lo sé y se lo agradezco", me encogí de hombros. "Sólo... A veces quisiera que no me protegiera tanto, quiero que confíe en que estaré bien".
"Sabes por lo que ha pasado, es difícil soltar las riendas".
Asentí.
"¿Has tenido noticias de ellos?".
"No realmente", revisó su teléfono. "Ninguno de los dos responden mensajes".
"Excelente".
"¿Tienes hambre?", preguntó. "Vamos, hago unos hot cakes de lujo", comencé a reír.
"Tendrás que pasarme la receta entonces".

Después de pasar toda la tarde en casa de Calum, decidí regresar al departamento. Él en realidad era una buena compañía y distracción. Después del desayuno, platicamos un poco y vimos películas de Piratas Del Caribe, y en la tarde nos comimos una sopa instantánea en vaso, por lo menos hasta que me sintiera más tranquila para regresar. Tenía tanto miedo de escuchar a Luke, no sabía cómo se pondría o qué diría, o si pelearíamos. Aunque sabía que era mi culpa, realmente tenía cosas que aclarar con él y no podía evitar eso. Calum me llevó a casa, faltaban cinco para las siete de la tarde.
Dios, tenía tanto miedo. No de Luke, sino de lo que pudiera pasar con nosotros. Mierda, ¿por qué fui tan estúpida?
"Suerte", escuché de Calum y me dio un abrazo.

Le agradecí nuevamente y bajé del auto. Al entrar me saludó Jill, el portero. Saludé de regreso y tomé el ascensor para mi piso. O ex piso, quién sabe. Me quedé parada frente a mi puerta por un par de minutos, pensando qué decir.
«Hola Luke, ya llegué», no, no, no. «Luke, soy yo, Salsita, estoy en casa». No, no. «Luke, hola, ¿me perdonas?». Ugh.
Estaba aterrada, mi corazón latía tan rápido como nunca lo había hecho y mis manos temblaban. Todo mi cuerpo estaba siendo recorrido por miles de escalofríos, temía aje mis piernas me fallaran en algún momento y cayera al suelo. Sentía que el oxígeno me hacía falta, tenía muchísimas ganas de llorar. Jamás había estado tan asustada y avergonzada al mismo tiempo. Era una estúpida. Inhale el suficiente aire para sentirme tranquila y tomé la perilla de la puerta, en ese mismo instante, se abrió con Luke parado del otro lado de ella. Oh no.
"¿Qué haces aquí?", preguntó. Bueno, ese no era el recibimiento que esperaba.
"Yo... Uh", realmente no sabía que decir.
"Sí, eso creía", y cerró la puerta frente a mi cara.
¿Qué? ¿Qué diablos fue eso? Abrí la puerta y lo vi caminar al cuarto.
"Luke", hablé.
"No quiero escucharte Zazil-Ha".
Lo seguí al cuarto y lo miré en el teléfono.
"Quiero explicarte qué pasó".
"No quiero explicaciones".

No tenía idea de cómo sentirme en este momento, me sentía mal, quería arreglar las cosas, quería hacer algo bien y me frustraba que se portara de esa manera.
"¿Hablas en serio? ¿Ahora te vas a portar así?", pregunté cruzando mis brazos.
"Y seguro tu actitud es la mejor eh".
"Luke, escúchame por favor".
"¿Dónde estuviste hoy?", preguntó de regreso.
"Uh... con Calum".
"¿También te gusta él de casualidad?".

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora