Tips sexuales (parte 1)

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2k!!!!!

Yuuujuuuu!!! En serio no puedo creerlo y no tengo palabras para decir lo agradecida que estoy, con to@s uds. Gracias por cada voto, por cada lindo comentario, por estar aquí.


Vamos a celebrar con algo de contenido para mayores ;)


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Mitch se la pasa alardeando de cada una de sus conquistas, las que no son pocas. Él es atrevido y tiene muy claro lo que le gusta y lo que no, por lo que le encanta tomar el control de la situación cuando se trata de sexo. Cada vez que sale a bailar, vuelve con una historia nueva que contarle a Scott.

Scott por otra parte, odia cada una de sus historias. Ya se sabe de memoria los puntos de placer de Mitch, todas sus manías, todo lo que le gusta en la cama. El problema es que le gustaría ser parte de la historia, en vez de escuchar como algún idiota no pudo cumplir las expectativas de su amigo.

−En serio, Scotty, casi casi me voy con él a su casa, pero...

Ahí estaba Scott, sentado en el sillón junto a Mitch, escuchando cómo algún infeliz tuvo la suerte de llevarse a algún rincón obscuro del club a Mitch-dios del sexo-Grassi.

−Besaba muy bien y estaba taaaan bueno. Era rubio, alto y musculoso...pero era demasiado suave, cuando acariciaba mi torso me daba cosquillas y cuando empezó a bajar, besando mi cuerpo...no sé...hubiera sido genial que mordiera mi piel o algo− suspiró frustrado -muy delicado para mi gusto.

−Tienes su número...entonces ¿volverás a verlo? − preguntó Scott con el ceño fruncido, intentando no pensar demasiado en lo duro que estaba solo de pensar en ser él el que besara el hermoso cuerpo de Mitch.

−No lo sé...no me molesta dirigir la situación, pero me gustaría que por una maldita vez alguno supiera como hacerme gemir, sin tener que estar diciéndole qué hacer.

Scott tuvo que acomodarse en sus pantalones, estaba seguro de que a él no tendría que darle indicaciones, tenía tantos tips sexuales de la vida de Mitch que podría escribir un libro, pero lo único que quería era ponerlos en práctica.

Mitch se acomodó el flequillo y se puso de pie. Tomó el celular de encima de la mesita de la sala.

−ufff creo que si lo llamaré− se encogió de hombros, como no dándole importancia −no he tenido acción en un tiempo y estoy súper caliente...

Empezó a moverse para pasar por delante de Scott hacia su habitación.

−Espera! - quizás esta sería su única oportunidad.

Scott tomó su muñeca y tiró. Afortunadamente para él, Mitch perdió el equilibrio y cayó en su regazo, con el trasero justo encima de su evidente erección. Se paralizó, la presión de Mitch sobre su entrepierna fue más de lo que podía resistir. Tuvo que apretar los puños para no levantar sus caderas buscando más contacto.

Mitch se quedó en silencio, apenas aterrizó en el cuerpo de Scott sintió el duro bulto en su trasero. Ni siquiera tenía que preguntar qué le sucedía, era demasiado obvio. Intentó que su respiración no se agitara mucho mientras su mente corría a toda velocidad, procesando qué estaba pasando con su cuerpo y por qué no se paraba del regazo de su amigo.

Porque lo deseas, tonto! hasta un ciego podía verlo. Lo traicionó su mente.

−Scott? - susurró Mitch, su pecho subía y bajaba y sus mejillas se encendieron.

Pero Scott no dijo nada, permanecieron así por lo menos unos 30 segundos. Entonces Mitch hizo el ademán de levantarse pero Scott no se lo permitió. Puso sus manos en ambas caderas de Mitch y volvió a sentarlo en su regazo, presionando más esta vez, pegó la espalda de Mitch a su pecho para respirar en la curvatura de su cuello.

−A mi no tendrás que decirme qué hacer− Soltó el aire de sus pulmones, deleitándose con el escalofrío que recorrió a Mitch -Te conozco demasiado.

Dicho esto, mordió suavemente el cuello del chico y el gemido que salió de su garganta solo lo hizo endurecer más en sus pantalones.

Empezó a guiar sus caderas hacia arriba, al encuentro con el trasero de Mitch, al mismo tiempo que dejaba pequeñas marcas rojas con sus dientes, por todo su cuello, desde atrás. Muy pronto la ancha camiseta, que Mitch usaba para dormir, no fue más que un estorbo.

Podía sentir el corazón del chico golpeando fuerte en su pecho. En la misma posición, rodeó a Mitch con sus brazos para liberarlo de la prenda. No protestó, al contrario, dejó descansar su cabeza en el hombro de Scott, mientras éste subía la camiseta por su cuerpo.

Scott vio su rostro por el rabillo del ojo, Mitch tenía los ojos cerrados y los labios separados, con la respiración errante. Muy pocas veces lo había visto sonrojado, pues Mitch parecía siempre tener esa altanería y descaro a flor de piel, pero ahora sí que estaba sonrojado y era la imagen más perfecta, porque estaba sonrojado mientras lo tocaba él.

Cuando descartó la camiseta en algún lugar de la sala, tomó a Mitch de la cintura para ponerlo de pie y lo giró frente a él.

Entonces hicieron contacto visual, los grandes ojos cafés de Mitch estaban cubiertos de deseo y confusión. Mitch no tenía muy claro lo que estaba pasando, pero cuando se reflejó en esos ojos azules, infinitos como el cielo, supo que lo mejor estaba por venir.

Scott tenía una mirada totalmente nueva para Mitch, lo miraba con tanta lujuria, devorando su cuerpo con sus ojos. El chico más pequeño se sintió intimidado por su propio amigo, así que solo esperó a ver su próximo movimiento.

Con un movimiento brusco, Scott bajó el pantalón del pijama de Mitch por sus piernas e hizo lo mismo con los suyos. Lo volvió a sentar en su regazo, ahora de frente a él, con las piernas a sus costados.

Ahora que solo los separaba la delgada tela de su ropa interior, la fricción de sus entrepiernas era mucho más potente, Mitch cerró los ojos, jadeante, pero Scott llevó una mano al cabello violeta del chico y lo tiró para obligarlo a abrir los ojos.

−¿Qué pasa, Mitchie? ¿te quedaste sin sugerencias o te gusta demasiado como para hablar?

No le dio tiempo para pensar en una respuesta, aún con sus dedos enredados en el cabello de Mitch, guió su boca hacia adelante. Y compartieron su primer beso... fuerte, húmedo, caliente.

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(continuará)

scomiche One Shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora