Trabajo Duro (P2)

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Perdón por la demora </3 

Recuerdan la parte del video de SF cheerpong, donde Mitch simular estar follandose a la mesa? Pues ténganlo en mente ;) 

En apremio al tiempo, No tiene revisión. 


Mitch/



Busqué el lubricante con dedos temblorosos. No sabía por qué estaba tan nervioso. En realidad si lo sabía... quien no estaría nervioso en mi lugar.

Mientras una de mis manos calentaba la fría sustancia entre mis dedos, la otra paseaba por esa espalda infinita, llena de pecas preciosas. Fui bajando más mi mano, hasta rozar tentativamente la curva de sus nalgas. Su pies es tan suave, tan cálida y yo estaba tan duro.

Un sonido muy grave salió de su garganta cuando por fin mi mano apretó su trasero y yo lo tomé como la pizca de valentía que me faltaba. Los dedos de mi otra mano, cubiertos de mucho lubricante, encontraron el camino entre sus glúteos. Sostuvo la respiración mientras las yemas de mis dedos rozaron su inexperta entrada; luego suspiró y volvió a relajarse. Supongo que el cansancio extremo del día no le permitía a su cuerpo poner mucha resistencia.

−¿Está bien así? – Pregunté y hasta yo me sorprendí de lo cargada de lujuria sonó mi voz, susurré roncamente, en un tono que muy pocas veces alcanzo, arrastrando las palabras como si estuviera ebrio, pero al mismo tiempo alerta, como si estuviera a punto de cazar a mi presa.

−Mierda Mitchy− Fue su respuesta, él también había sentido ese cambio en mi tono de voz.

Las cosas que me provoca Scott Hoying.

Empujé muy lentamente, con mucho cuidado, solo con mi dedo índice y me detuve en mi primer nudillo. Lo moví un poco y solo continué cuando se normalizó la respiración de Scott. Cuando volvió a quedarse sin aire, volví a detenerme para darle tiempo de ajustar... y así seguí repitiendo la operación hasta que tenía tres de mis dedos en su interior.

Se estaba abriendo tan deliciosamente para mi, que yo solo quería enterrarme en él sin más preámbulo. Pero es mi Scott y está haciendo esto por mi... y yo tengo que recompensarlo por ser tan ridículamente bueno conmigo. Bueno, no es como si él la estuviera pasando mal, sus pequeños gemidos ahogados eran un indicio. Sabía que quería retenerlos o disimularlos contra la almohada, pero yo podía sentir la vibración nacer en su pecho cuando mis dedos se curvaban y tocaban ese punto en él. Ese punto que él siempre sabe encontrar en mi. Supongo que aprendí del mejor.

Apenas lo escuché, apenas alcancé a captar su susurro –Por favor− dijo, yo no podía resistir más.

No era lo que había planeado para la noche, jamás me habría imaginado que estaría en esa situación. Me sentía rebelde, como si estuviera a punto de hacer una travesura.

Tomé el lubricante y esparcí más entre sus nalgas. Siseé ante el frío cuando cubrí mi pene con la sustancia, pero estaba tan dura, tan caliente, que apenas dos segundos más tarde, ya me había olvidado del líquido helado.

Me acosté sobre su espalda. Maldita sea, es tan grande! Supongo que me veía ridículo, pero en ese momento no me detuve a pensar en nada más. Con mi rodilla, lo obligué a separar las piernas y mi miembro se deslizó por su trasero, me moví un poco y con ayuda de mi mano, rocé mi pene por su entrada un par de veces, sin penetrarlo, apenas aplicando presión.

−¿Estás seguro de que esto es lo que quieres, Scotty?

Gruñó muy profundo en su pecho. Seguí rozándome contra él, sin empujar.

scomiche One Shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora