scomiche One Shots (+18)

Castigo (Regalo)

Esto es para RommPlz, porque no puedo dejar de amarla con mi corazón. No quiero ser intensa, pero qué diablos! siento tal admiración por esa mujer que aún sigo siendo la más Fangirl cada vez que me habla.  

Quería publicar esto un poco antes, pero para variar tuve problemas con mi internet. En fin, Rommy, te deseo toda la felicidad del mundo, sólo cosas buenas, mucho amor, mucha alegría. En realidad no sé como resultó esto, pero es un intento de smut de ese que te gustó la otra vez ;) 

*** *** ***

Nunca he sido muy animado con mis cumpleaños, no sé, sólo no me llama la atención hacer grandes fiestas o lujosos viajes. Siempre lo celebro con unos pocos amigos y amigas, nada más. Incluso antes de conocerlo a él.

Pero ahora es diferente, nunca había ansiado tanto que llegara este día, nunca había estado tan nervioso por un cumpleaños. He estado prácticamente saltando toda la semana y es que este cumpleaños promete ser inolvidable...

El maestro me va a dejar elegir mi regalo!

Cuando me lo dijo, mi mente se disparó hacia los lugares más oscuros y prohibidos. Y no ayudó nada que no me haya tocado en semanas. SEMANAS! El tour ni siquiera ha estado tan intenso, tenemos un poco más de tiempo cuando estamos en Estados Unidos, pero nada. Ni siquiera le hizo caso a mis descaradas insinuaciones, hice de todo. Desde tirar "accidentalmente" cada lápiz que llegó a mis manos para inclinarme seductoramente a recogerlo, hasta "olvidar" llevar mi toalla al baño para después salir desnudo y mojado a pasearme por la habitación. Pero nada ¿cómo esperaba que no me aprovechara de la situación si me dejaba elegir mi regalo de cumpleaños?

Estaba recostado en mi cama, solo con mi bata de seda, imaginando, cuando se abrió la puerta; mi cuerpo saltó de anticipación...era él.

-Mitchie?- llamó desde la sala, pero no contesté. Demonios! Quizás mi plan no era tan buena idea, podría meterme en serios problemas...al diablo! Es mi puto cumpleaños.

Después de unos minutos, se abrió la puerta de la habitación, donde me encontró sobre la cama, con mi bata resbalando por uno de mis hombros y las piernas semi abiertas. Lo miré como nunca lo hacía, con descaro, directo a los ojos.

-¿por qué no estas esperando?- Se voz sonó tranquila, pero yo que lo conozco también, detecté el enojo en sus palabras. Se supone que debía estar de rodillas a un lado de la cama, con mi mirada baja, esperándolo. Pero hoy no, hoy sería diferente.

-¿Recuerdas cómo me dijiste que podría elegir mi regalo de cumpleaños?- dije, ignorando por completo su pregunta, esperé a que asintiera con la cabeza, con una expresión curiosa en el rostro –ya sé qué quiero- estiré un brazo, haciendo que mi bata cayera aún más por mi hombro cuando lo señalé a él –a ti.

Sabía que este era un trato con validez de un día, nunca me hubiera atrevido a ser tan irrespetuoso con él en otras circunstancias, así que debía aprovechar este momento al máximo. Ahora o nunca.

Me levanté de la forma más sinuosa posible de la cama y caminé hacia él contoneando mis caderas. El maestro no dijo nada, sólo me miró con una expresión confusa, obviamente le molestaba mi falta de respeto, pero dejó que tomara su mano y lo guiara hasta la cama. En vez de posicionarme en la cama, como lo hubiera hecho en cualquier otra circunstancia, me di el lujo de desvestirlo. Con cuidado empecé a desabotonar su camisa, él inclinó su cabeza hacia un lado, confundido.