Castigo

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Antes del shot quiero explicar que nunca escribo escenas de sexo con violencia, porque por cosas personales no lo tolero, ni siquiera leo fics con contenido que hace referencia a abusos de tipo sexual (aunque sé que hay unos muy buenos). Simplemente no logro disfrutarlos. Creo que este tipo de escritura es mi límite, porque en las relaciones Dom/Sub hay consentimiento y seguridad ante todo y casi todos los roles y juegos son para el placer de la persona sumisa.

La advertencia es que posiblemente esto sea una mierda, de todas formas espero que les guste.

Es el shot más largo que he escrito,  tiene más de 3 mil palabras,  ups

Obviamente está inspirado en la superfoto adjunta.

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Desde pequeño amé la cultura japonesa, aunque cuando era niño pensaba que tendría un trabajo estable y que planificaría durante un año mis esperadas vacaciones para poder visitar el país asiático. Nunca pasó por mi mente que podría pasear con Japón con mis más cercanos amigos, ni que tendría a miles de fans gritando mi nombre o mandándonos regalos cada día. Pero jamás, JAMÁS pensé que volvería a Japón en estas condiciones, con él.

Él se ve muy dulce frente a todos y lo és, mi Maestro es muy bueno, incluso me deja llamarle por su nombre cuando estamos con los demás y me mira con dulzura, siempre siento mariposas cuando me abraza en público. Tengo suerte, aunque sea solo en público cuando él es así, tan suave conmigo, tengo privilegios que otros sumisos no.

Es difícil mantener este estilo de vida, aún más si es en secreto, entre todos los ensayos y los arreglos para el tour que está por comenzar. El Maestro casi no ha tenido tiempo de divertirse conmigo, llevo semanas ansiando que me tome, pero casi nunca estamos solos. Por eso me tomó tan por sorpresa cuando esta mañana entró sin avisar en mi cuarto y sin ninguna explicación aferró ese collar que conocía muy bien a mi cuello. Sabía que cuando el collar llegaba a mi piel las cosas se ponían intensas. Sin embargo, apenas lo abrochó sobre mi cuello me dedicó una única mirada, muy serio, y salió a paso firme de mi habitación. Me quedé ahí con el pulso disparado, confundido. ¿Qué se suponía que debía hacer? Me vestí en la ropa que había preparado para el día, pero no me atreví a retirar el collar de mi cuello. Cuando alcancé a todos los chicos en el lobby del hotel vi al instante la leve sonrisa triunfante del Maestro y sus ojos oscurecidos. Hice bien en no quitarme el collar...era lo que él quería.

Terminamos de arreglar los últimos detalles de la presentación, sería maravillosa, me encanta poder venir a Japón a hacer lo que amo. En cierto momento, todo el mundo sacó sus teléfonos par tomar algunas fotos y hacer pequeños videos para los fans, yo incluido. Me acerqué a un espejo de cuerpo entero que estaba en una esquina para tomar una foto de mi reflejo. De pronto sentí unas grandes manos en mi cintura y el inconfundible calor del cuerpo del Maestro pegado al mío. Me encontré con sus ojos en el reflejo y bajé la mirada de inmediato. No sabía cómo actuar.

Generalmente, cuando estamos en público no corren todas sus reglas y suelo aprovechar esos momentos para abrazarlo, hacerle bromas, mirarlo directo a los ojos, decirle Scotty. Él también actúa muy diferente, es dulce y se ríe de una forma tan adorable, pero cuando quedamos solos todo es diferente, es rudo, serio. Son sus dos extremos, como si fuera dos personas, pero los dos son los dueños de mi ser, uno de mi corazón y el otro de mi cuerpo.

Por eso me confundía tanto la situación, el Maestro estaba abrazándome delante de todos, lo que era algo normal, pero me había puesto el collar esta mañana y no estaba seguro de si tenía o no permitido mirarlo a los ojos.

scomiche One Shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora