Virgen (parte 3)

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A/N: Esto es bastante descriptivo.




-Tranquilo...yo cuidaré de ti- Susurró y muy lentamente se desvaneció el espacio entre sus bocas.

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Este beso fue mucho más lento, pero de alguna forma mucho más intenso, más significativo. Al mismo tiempo que los impacientes dedos de Mitch llegaron al cabello de Scott, su lengua trazó la línea superior de sus labios y con un suspiro entrecortado, sus lenguas se encontraron. Sus bocas se movían en tal sincronía que parecía obra del destino, como si alguien ya hubiera escrito la escena y cada uno supiera exactamente cómo reaccionar ante cada caricia, donde tocar, donde besar.

Un gemido abandonó los labios del rubio cuando Mitch presionó su trasero sobre sus caderas, sus manos volaron a la pequeña cintura del muchacho, en parte para tener algún tipo de soporte y en parte para obligarlo a hacerlo de nuevo. La fricción demasiado placentera y a la vez insuficiente.

Mitch tiró de sus hebras rubias para que sus ojos se encontraran, sus pupilas dilatadas y más oscuras que nunca.

-Ya que es tu primera vez voy a preguntarlo- Sus mejillas ardiendo -¿activo o pasivo?

Scott se equivocó cuando pensó que no podía estar más avergonzado, se sintió sonrojar hasta las orejas y su voz sonó tímida y débil.

-¿Cómo se supone que voy a saber eso?- preguntó, pero por la dirección de sus fantasías, claramente tenía sus sospechas. Por supuesto, Mitch leyó su expresión sin dificultad y le dedicó una sonrisa sexy que hizo quemar sus entrañas. El chico se inclinó lentamente hasta que sus labios rozaron suavemente la curva de la oreja de Scott, donde su aliento lo golpeó, enviando escalofríos por su espina dorsal.

-Es fácil, ScottyBoy ¿Cómo te lo imaginas?...¿Tú, boca abajo recibiendo?- El muchacho suspiró antes de trazar todo el contorno de su oreja con su lengua, sabiendo de antemano cuál opción iba a preferir Scott -¿o...te imaginas empujando una y otra vez en mi interior, tomando todo de mi...dejando que mis paredes te aprieten hasta que ya no puedas resistir y me llenes por completo?- Para ese entonces ya estaban los dos jadeando descontroladamente -¿qué dices Scott...vas a dejar que me corra contigo enterrado profundamente en mi?

Scott dejó que las palabras de Mitch imitaran perfectamente a sus propias fantasías. Escucharlo hablarle así, murmurando en su oído, era el puto paraíso y se asustó un poco ante el poder que tenía el chico sobre su cuerpo y su espíritu. Estaba seguro de que si se lo proponía, Mitch podía llevarlo a la perdición sin siquiera tocarlo. Sin embargo, esperaba que esta no fuera esa ocasión, porque estaba desesperado por sentir cada centímetro de su piel, una y otra vez.

-Sí- Suspiró -Eso me gustaría...

Las grandes manos de Scott comenzaron a guiar a las caderas de Mitch adelante y atrás, de modo que su trasero creaba una deliciosa fricción con su enorme erección y la propia dureza de Mitch chocaba cada vez con lo bajo de su estómago, suaves gemidos salían de sus bocas.

Muy poco después, las caderas de Mitch se movían por puro instinto y las manos de Scott subían y bajaban libremente por la espalda de esa increíble criatura tatuada. Una de sus manos fue a sujetar su nuca para darle acceso a su cuello, su boca impaciente besó y mordió toda la piel que estaba a su alcance, maravillandose con los temblores que recorrían al chico en sus brazos. Su otra mano encontró el camino bajo sus pantalones, tímidamente al principio, pero pronto estaba acariciando su trasero y apretando sus nalgas con la suficiente fuerza como para dejar las marcas de sus dedos en la cremosa piel.

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