Capítulo 7 : Compañero.
Al día siguiente, intenté evitar a Tumbled por mi propio bien. Esa noche me había pasado más minutos de los que quería aceptar pensando en como sus labios se habían unido a los míos. Había intentado sacarle de mi cabeza pero parecía haber montado un campamento dentro de ella y se negaba a desaparecer, quería hacer algo pero no sabía qué.
Me reí de una broma que había hecho Lidia y ambas entramos riéndonos en la cafetería para dejar de hacerlo al ver a mi hermano enfrentándose a Tumbled. Nos apresuramos hasta donde ellos estaban y me interpuse entre los dos mirando a Brandon quien no dejaba de insertar a Tumbled con su mirada.
- ¿Qué pasa? - le pregunté haciendo que sus ojos se encontraran con los míos.
Se soltó de Cameron quien lo estaba sujetando y se alejó de todos dejándome con las palabras en la boca. Suspiré llevándome la mano al pelo para atusarlo y me giré para ver como Tumbled también se iba. Pasé de ellos y me acerqué a Lidia con una mirada de "por favor, no hablemos de ello". Ella asintió y entrelazó su brazo con el mío para llevarme hasta la cola de la cafetería y pedir nuestras comidas. No entendía lo que había pasado pero tampoco me iba a comer la cabeza con los problemas que ellos tenían. No era nada de Tumbled, supongo que para él ese beso no había significado nada así que solo me quedaba preguntar a Brandon sin saber si él me iba a contar que se tramaban. Comimos hablando de la siguiente clase y decidímos quedar para comprar. No me hacía mucha gracia ir de compras, en verdad prefería quedarme en casa leyendo un buen libro, pero parecía que Lidia tenía muchas ganas así que acepté para no desanimarla. Cuando tocó el timbre, nos dirigimos al gimnasio y nos pusimos la ropa de deporte para después unirlos a los de nuestra clase. Escuché al profesor atentamente mientras me reía al ver como Lidia intentaba atarse el zapato sin soltar una carcajada.
- Hoy haremos un circuito por parejas - y, nada más que dejó de hablar, miré a Lidia cómplice -. Pero, antes de que hagan las parejas, les diré que ya las tengo hechas y están para que los dos compañeros se ayuden. Ahora iré nombrando a las parejas así que sepárense del grupo al oír su nombre - dijo el profesor al tiempo que iba diciendo los nombres y las personas se juntaban -...Aila Bennet y Rönngren ...- y siguió dejándome de piedra.¡¿Es que no me podía tocar otro maldito compañero que no fuera Tumbled?! A regañadientes me alejé de Lidia y me puse al lado de Tumbled quien pasó de mí completamente. El profesor terminó de hacer las parejas y todos salimos al exterior donde se encontraba el circuito.
- El truco para pasar la prueba es trabajar en equipo, la pareja que no se apoye mutuamente no llegará a tiempo de hacerlo - dijo el profesor.
Nos colocamos en la salida y empezamos cuando oímos el silbato. Tumbled y yo nos ignoramos hasta que llegó un obstáculo que yo solo lo podía pasar con ayuda. Intenté saltar para no caerme pero lo hice más de una vez hasta que sentí como Tumbled me agarró de la cadera y me subió en su hombro para pasar a través de los neumáticos que teníamos que saltar. La verdad era que no lo hubiera podido pasar sola, las rodillas me estaban sangrando de los porrazos que me había metido intentándolo así que no me quejé y dejé que él nos llevara hasta el final. Me dejó en el suelo y yo ni siquiera lo miré, pasé a la siguiente prueba que sí la pude hacer sola. Seguimos así hasta que tocó la prueba de hacer abdominales mientras el otro sujetaba. Yo los hice primero y evité subir mucho para no acercarme al rostro de Tumbled pero, cuando llegó su tuno, su cara casi llegaba a estar junto a la mía. Me aparté pero seguía llegando hasta donde yo estaba, seguía haciendo que mi corazón se acelerase.
Gracias a Dios el ejercicio terminó y, con el, el final del circuito. Nos acercamos al profesor y escuchamos sus palabras de enhorabuena hasta que nos mandó al vestuario. Lidia me alcanzo y pareció estar feliz, no sabía por qué.
- ¿Quién te tocó de compañero? - le pregunté curiosa.
- Un chico muy agradable - rió encantada -. No hace falta que te pregunte, oí al profesor emparejarte con Tumbled. ¿Qué tal? ¿Ha sido más pasota que de costumbre?
- No sé si hubiera preferido que fuera más pasota, la verdad. Los abdominales han sido una tortura de la edad media, su cara estaba tan cerca de la mía a veces que podía...
- ¡Espera! - exclamó saltando a mi alrededor -. ¡Te gusta Tumbled! Lo puedo ver, te pones roja con solo decir su apodo. ¿Ya has caído por él?
- Ni caer ni tontadas - me quejé mientras me ponía la falda del uniforme y la camisa -. No he caído ni nada de eso y tampoco me gusta así que deja de decir eso.
- Por favor, Aila, mírate, estás a la defensiva. Eso solo me dice que ese chico te tiene...
- Bueno, cambiémos de tema sino quieres morir.
Ella rió y asintió para empezar a hablar del chico que le había tocado de pareja. Que si era muy guapo, amable, atento...bla bla bla. Dejé de escuchar cuando la lista de adjetivos que Lidia estaba atribuyendo a ese chico se hizo insostenible. Salimos del vestuario y nos dirijimos a la clase de literatura. Me senté con Lidia y estuvimos hablando hasta que el profesor entró en clase.
- Buenos días, chicos. Hoy tengo que deciros en lo que consistirá el trabajo de este trimestre. Tendreís un compañero y os dericaréis a analizar distintas novelas que cambiaron la historia de la literatura. Os repartiré al azar así que no quiero ninguna queja por parte de ninguno de vosotros, ¿de acuerdo? Si queréis quejaros podéis escribir un diario y ahogar vuestras penas ahí.
Lidia y yo cruzamos los dedos para que nos tocara juntas.
- Lidia Kelsie con Matt Brown - y se nos calló el alma. Miré a mi amiga triste y vi como ella se cambiaba para sentarse al lado de un chico de pelo negro. Miré al profesor maldiciéndolo mentalmente cuando él volvió a hablar -. Rönngren con...- dejó el suspense hasta que volvió a hablar y...- ...Aila Bennet.
¡Venga ya! Alguien me odiaba mucho como para que me estuviera castigando así el destino. En serio, no iba a aguantar todo el simestre viendo a ese chico después de clases todas las semanas. Me levanté de mi sitio y anduve molesta hasta la mesa de aquel cenutrio.
Él me miró y sentí sus ojos penetrantes en mi piel. Aparté la mirada sin poder sentirme cómoda en su presencia cuando su voz me llegó por encima de la del profesor que seguía diciendo nombres.
- Te lo advertí, ¿verdad?
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En Mi Otra Vida [SL3]
RomanceAina Larsson es una chica huérfana que vive en un orfanato ya que su madre murió y los servicios sociales la dejaron allí. En el orfanato hay más niños que la ven como su heroína y como su hermana mayor de la que piensan que es invencible. Pero hay...