- No sé quién es, señor Rönngren. Lo acabo de conocer y no sé de quién habla, ni siquiera me suena el nombre de Aina. Le pido por favor que lo olvidemos, hagamos como que nada ha pasado. Si me disculpa, yo...
- Aina - susurró cuando estaba a punto de irme lejos de él. Mis pies no me obedecieron y se quedaron en el sitio aunque parecía que tenía que ver con mi corazón, parecía que ahora el estaba al mando de mi cuerpo -. Aina Larsson - volvió a susurrar pero su voz esa vez sonó más cerca.
Sus manos se instalaron en mis hombros y me dieron la vuelta para que ambos estuviéramos frente al otro. Tiró del dobladillo de mi vestido y me acercó a él haciendo que mi corazón empezara a latir cada vez más y más fuerte hasta que sus manos se movieron hasta mi rostro y, un segundo después, sentí sus labios sobre los míos haciendo que volviéramos al pasado.
Intenté resistirme pero las manos de Tobias no me dejaron soltarme hasta que XiaoYan apareció y lo apartó de mí para después esconderme detrás de él. Yo me llevé los dedos a los labios hinchados por el beso y me regañé a mí misma por no haberme resistido antes. ¿Ahora que iba a hacer? Tobias no podía estar con alguien que no tenía una identidad, con alguien a quien la daban por muerta. ¿Qué clase de futuro podía ofrecerle cuando mi vida estaba patas arriba y no podía volver a ser Aina? Todo lo que estaba haciendo era para que no sufriera el doble, perderme sería mejor que no poder tener un futuro conmigo y que lo nuestro se convirtiera en un "amor imposible" de esos que aparecían en las películas.
- ¿Estás bien, Xia? - me preguntó XiaoYan comprobando mi cara y cuerpo. Asentí para tranquilizarlo y sentí como él me había agarrado la mano y volvía a centrar su mirada en Tobias quien permanecía mirando nuestras manos unidas -. No te vuelvas a acercar a ella, ¿lo entiendes? Xia es...
- ¿Qué es? - saltó Tobias con sus ojos azules más oscuros que nunca -. ¿Es algo para ti, XiaoYan? ¿Sois pareja y lo lleváis en secreto?¡¿Estáis saliendo?!
- ¡Sí! - saltó mi amigo sorprendiéndome -. Ella es mi novia y no voy a dejar que la vuelvas a tocar, ¿lo entiendes? Xia no es para ti, sois completamente distintos así que no te aparezcas de nuevo frente a ella o no responderé ante mis actos.
XiaoYan tiró de la mano que teníamos unidas y ambos nos dirigimos hacia la casa, yo podía sentir la mirada penetrante de Tobias en mi espalda y como las lágrimas acudían a mis ojos. ¿Por qué todo tenía que ser así? ¿Por qué simplemente no podía soltarme de XiaoYan y volver a los brazos de Tobias? ¿Por qué las cosas se habían tenido que complicar hasta ese punto?
Me giré para mirar a Tobias por última vez y vi como él seguía con esa expresión de furia mientras nos miraba a XiaoYan y a mí.
Parecía querer romper algo por su ceño fruncido y sus manos formando puños y aquella visión fue la que me hizo llorar más una vez que estuvimos fuera de su alcance. Nada más llegar al baño, escapé de XiaoYan y me encerré sintiendo como los sollozos salían de mi garganta, como mi corazón dolía tanto al volver a ver el rostro de Tobias, como quería ir a consolarlo pero me sentía impotente al no poder tan siquiera decirle por qué lo hacía.
Aquello dolía, ¿debería simplemente rendirme y volver con él? ¿Debería mandar todo a la mierda y tener a la persona a la que amaba a mi lado?
¿Qué debía hacer?
No sé cómo se las arregló XiaoYan para conseguir salir de la casa sin que la familia de Tobias o el mismo Tobias nos vieran. La cuestión era que había pasado una semana desde aquella fiesta y todavía podía sentir ese estremecimiento en mi corazón, aún perduraba la sensación de sus labios sobre los míos y no existía más que vacío.
No le había contado nada a XiaoYan, tampoco es que pudiera hacerlo aunque quisiera sino él también estaría enredado en ese asunto y lo que menos quería era que acabara sufriendo por mí como Tobias lo estaba haciendo. Quería contárselo a alguien pero prefería dejar de ser una egoísta integral y guardármelo para mí misma, era lo mejor.
Estaba atendiendo unas mesas de la cafetería cuando la campana de la entrada sonó, me giré y di la bienvenida haciendo una pequeña reverencia pero, cuando levanté la cabeza, me encontré a Tobias. Él se sentó en una mesa vacía y esperó hasta que yo me acerqué a donde estaba.
- Bienvenido - dije tratando de pensar que era solo un cliente más -. ¿Qué le apetece tomar?
Tobias levantó la mirada del menú y me atrapó con su mirada. Yo solo pude encogerme y retroceder cuando él se levantó y se acercó a mí. Su mano agarró la mía y tiró de mí fuera de la cafetería haciendo que mi jefa gritara mi nombre detrás de nosotros. Forcejeé para soltarme pero él no me dejó, apretaba mi muñeca tan fuerte que tenía la sensación de que me iba a salir un moratón.
- ¡Pare! - exclamé pero él solo me alzó agarrándome de las caderas y me montó en una moto.
Me puso un casco en mi cabeza cuando estaba a punto de hablar e hizo lo mismo en la suya para después arrancar la moto. Me agarré lo menos que pude a su chaqueta pero, cuando aceleró, no pude evitar rodear su cuerpo con mis brazos asustada de la velocidad a la que íbamos. Unos cinco minutos después de ir en aquella moto del diablo, paramos en la playa que estaba más o menos cerca de mi casa. Tobias se acercó a mí y me bajó de la moto antes de que dijera nada y agarró mi mano llevándome hacia unos bancos. Intenté escaparme pero sus brazos me rodearon haciendo que mis ojos se inundaran de lágrimas al tenerlo cerca, conmigo. Aún así forcejeé con él para que me soltara sin que él me dejara, es más, me rodeó más fuerte.
Acarició mi cabello con una de sus manos y besó mi cabeza sin dejar de abrazarme fuerte haciendo que me diera cuenta de que no era un sueño, él en verdad estaba allí conmigo.
- Solo quédate a mi lado - dijo mientras seguía acariciando mi cabello con delicadeza.
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En Mi Otra Vida [SL3]
RomanceAina Larsson es una chica huérfana que vive en un orfanato ya que su madre murió y los servicios sociales la dejaron allí. En el orfanato hay más niños que la ven como su heroína y como su hermana mayor de la que piensan que es invencible. Pero hay...