Capítulo 11 : Lo odio.
Después de aquel recuerdo, empecé a pensar que Åke ya había sido mi amigo antes de perder la memoria, esa era la razón por la que me sentía como si lo conociera y recordaba cosas de nosotros dos. Me parecía muy extraño el sentimiento de amar a esa persona cuando ahora no la recordaba, solo podía ver como había sido esa relación a través de mis recuerdos pero, ¿qué era verdad y qué era una imaginación de mi cerebro?
Volví a casa en el coche de Åke y le di las gracias para después entrar en casa. En el salón estaba mi madre poniendo la mesa así que cogí los cubiertos y los vasos y los puse en la mesa recibiendo una sonrisa de su parte.
- ¿Qué tal el paseo? - me preguntó -. ¿Has corrido mucho?
- La verdad es que ni mucho ni poco - reí -. Llegó el momento en el que ni sabía donde estaba pero logré volver - dije ocultando a mi madre lo de Åke.
No quería hablar sobre él con mi madre.
Ella asintió y después hablamos un poco del colegio y de cómo me iba en las clases. Parecía estar procupada por mi adaptación pero, después de que yo terminara de hablar, parecía más tranquila. Mis hermanos llegaron y nos pusimos a comer entre risas debido a las cosas que Mark contaba sobre lo que había hecho en el colegio, se le veía realmente feliz y contento.
Al día siguiente, el coche paró en la entrada de Westminster School. Me despedí de los demás acompañando a Caleb a su clase. Entré en la mía y no vi a Tumbled pero pasé de ese hecho, que fuera a comportarse como un bipolar con otra persona, estaba harta de sus cambios de personalidad. Me senté al lado de Lidia e intenté que hablara de lo que le había pasado el día anterior pero ella pareció cerrarse en banda, no quería hablar así que no la molesté con más preguntas. Intenté que sonriera y meterme la pagita del zumo pareció una buena forma ya que saltó en carcajadas y volvió a ser la Lidia de siempre.
Las clases pasaron y mi mirada seguía sin despegarse del asiento vacío que correspondía a Tumbled Rönngren. Cada vez que despertaba del letargo en el que entraba imaginando que él estaba en su sitio, me regañaba a mí misma por lo tonta que era al pensar en Tumbled. Las tres primeras clases pasaron hasta que la comida llegó y me vi arrastrada por Lidia hasta la cola del comedor. Comparmos nuestra comida y nos sentamos en la mesa vacía de siempre pero, cuando estábamos a punto de comer, Åke se sentó con nosotros.
Lo miré sorprendida pero él solo hizo como si me robaba la nariz haciéndome reír. Miré a Lidia y parecía entre confundida y alegre así que supuse que estaba pensando en cosas que no eran verdad.
- Él es mi amigo Åke. Åke, ella es Lidia, mi amiga y compañera.
Ambos se saluraron y pasamos un buen rato gracias a las bromas de Åke hasta que el timbre sonó y volvimos a nuestras clases. Åke nos acompañó y me dijo que me esperaría a la salida así que asentí y me despedí de él con la mano.
En cuanto me senté en mi pupitre, sentí la mirada de Lidia.
- ¿Estáis saliendo? - preguntó con una sonrisa deslumbrante -. ¿A qué esperabas para decírmelo? Creo que esas cosas hay que contarlas, Aila...
- ¡No hay nada que contar! - protesté.
- ¡Que va! - ironizó ella llevándose las manos a la cabeza mientras reía -. Había una atmósfera muy candente, Aila, eso es innegable. Casi iba a irme para que pudiérais hacer vuestras cosas...- dijo levantando las cejas.
Me acerqué a ella y le di un codazo haciendo que ambas riéramos. Tardé los tres minutos que quedaron en convencerla aunque ella no pareció cambiar de opinión. El profesor llegó y yo me senté en mi pupitre sintiendo la mirada irónica de Lidia.
Le saqué la lengua y atendí al profesor que estaba expliando el papel de Inglaterra en la Primera Guerra Mundial.
Tumbled no se había presentado para hacer la lista de los libros pero no me extrañaba, ni siquiera había venido al colegio, esperaba que estuviera a la salida porque si no iba a enfandarme mucho.
A la salida, me encontré a Åke esperándome con una sonrisa en los labios. Me acerqué a él y, sin que yo me lo esperara, me abrazó haciendo que todos nos miraran.
- ¿Sabes que odio cuando todos nos miran? - reí en su oído.
- Lo sé, por eso lo hago. Quiero que sufras un poco por no haberme reconocido aunque hay algo que tengo que decirte, es respecto a tu pasad...
- ¡Aila!
Me giré y vi como mi hermano Mark se acercaba a mí. Lo cogí en brazos y le revolví el pelo aunque su mirada estaba puesta en Åke, se notaba que quería saber quién era.
- Mark, él es mi amigo Åke.
Sabía que mis hermanos no sabían de la existencia de Åke aunque supuse que no les había contado nada de él antes de perder la memoria, quizás había guardado el secreto por alguna razón que ahora no recordaba.
- Hola - saludó mi hermano dándole la mano a Åke, quien la aceptó encantado. Ambos parecieron llevarse bien nada más conocerse -. Soy el hermano más guapo e inteligente de Aila.
Åke y yo reímos hasta que los demás llegaron. Presenté a Åke y no me perdí la mirada que Brandon le envió a Åke, parecían no llevarse bien.
Pues claro, se pelearon.
Hice como si no me daba cuenta y me despedí de todos para esperar a Tumbled. De verdad que como me hiciera lo mismo que me había hecho la última hora iba a hacer algo pero me dije que él vendría.
Después de esperar dos horas dejé de engañarme a mí misma.
Aishhh, como lo odio.
Él no vendría.
Y yo encontraría una forma de matarlo.
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En Mi Otra Vida [SL3]
RomanceAina Larsson es una chica huérfana que vive en un orfanato ya que su madre murió y los servicios sociales la dejaron allí. En el orfanato hay más niños que la ven como su heroína y como su hermana mayor de la que piensan que es invencible. Pero hay...