Capítulo 11.

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Los golpecitos en la puerta que me despiertan llegan demasiado pronto. He dormido muy pocas horas, tan sólo cuatro, o cinco.

-¿Katniss?-pregunta una voz cauta y cantarina. Es Effie. La echo de menos, y siento mucho que estemos así. Después de todo, es una ciudadana del Capitolio y no se le puede pedir más. Supongo que ha estado muy presionada últimamente. -Katniss…Haymitch quiere que Peeta y tú bajéis inmediatamente…¿vale?

-Ahora mismo voy, Effie.-digo yo, con la voz un poco cortada.-¡Effie! ¿Puedes abrir la puerta, por favor?

Tras unos segundos vacilantes, la puerta se abre, y Effie se esconde detrás de ella. Parece una de mis presas a las que estoy a punto de cazar, tiene el mismo miedo reflejado en los ojos. Mira al suelo y mueve los pies nerviosamente.

-Pasa, por favor.-le digo yo. Ella obecede.-¿Te sientas conmigo?-le hago un hueco en la cama y las dos nos sentamos en el borde.

-Effie, quería hablar contigo…

-Yo también tenía ganas de hablar contigo, Katniss.

-Tú primero.-decido yo.

-Yo…-la voz pierde toda la firmeza y empieza a temblar.-Quería disculparme sobre lo sucedido a la salida del distrito 12. Los horarios no importaban y…debería haberte dejado decirle eso a tu madre.

Yo asiento. A continuación las dos nos levantamos de la cama y nos damos un abrazo rápido, que simboliza que estamos en paz.

Ella me acompaña a desayunar. No nos encontramos a nadie en el trayecto.

-Y…bueno, ¿qué tal vuestra cita?-su voz vuelve a ser alegre y cantarina. Vuelve a ser Effie.

Yo sonrío.

-Muy bien, la verdad. Lo pasamos estupendamente. Peeta me llevó a unos sitios preciosos, soltó como 1000 globos verdes por mí…

-¿Qué me dices de la noria? ¿Te gustó?

-Oh, ¡me encantó! Pero… yo no he dicho nada de norias, Effie.

-Eso es…porque la noria fue idea mía. Peeta me pidió consejo sobre dónde podría llevarte. Yo le hablé de la plaza tan bonita a la que te llevó, pero lo de los globos fue idea suya. Sin embargo, yo lo organicé todo, soltar los globos en el momento justo, comprarlos…Luego le hablé de un restaurante cercano donde podría llevarte a cenar. Y…-sonríe ligeramente.-Le dije que podría subirte en la noria. Es dónde me llevaron a mí en mi primera cita….y me encantó. Me alegro de que a ti también te gustara.

-Effie…no sabía que habías ayudado tanto a Peeta. ¡Muchísimas gracias! Fue una noche inolvidable. Tu primera cita, ¿dices?

Ella empieza a  avergonzarse y a ponerse roja. Llegamos a la sala principal para desayunar en el momento fijo. Peeta, Haymitch y Cinna ya están sentados. Peeta aún lleva el pijama, igual que yo.

Effie saluda a todos con un "buenos días" y yo miro a Peeta, el cual me mira a mí y sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa y me siento entre él y Cinna. A continuación, empiezo a servirme mi desayuno. Cinna me pregunta por la cita, y le digo que ya se lo contaré, porque Haymitch comienza a impacientarse.

-¿Por qué querías vernos, Haymitch?-pregunto yo.

-Porque hoy empiezan los entrenamientos, preciosa. Y Gale aún no sabe que van a ir a por él.

Se me quita el hambre inmediatamente.

-Estamos aquí para encontrar la mejor forma de decírselo, para contaros las reuniones que tuve ayer con el resto de mentores. Vamos a dejarnos ya de gilipolleces, esto no son unas vacaciones en las que nos podemos echar un novio de verano, esto son unos malditos juegos del hambre, donde la vida de dos personas dependen de nosotros. No podemos irnos a cenar mientras los demás piensan en cómo van a sobrevivir esas dos personas.

Me siento tremendamente culpable. Haymitch tiene toda la razón, en cada palabra. No sé cómo diablos me pude ir ayer con Peeta dejando solo a Gale.

-Pensé que estabas de acuerdo con lo de ayer.-interviene Peeta, con tono severo.

-Dejemos el tema de lo de ayer ya y centrémonos, ¿vale?.-propongo yo.

-De acuerdo. Escuchadme bien,.-comienza Haymitch.- Como ya sabéis,  nuestro plan para Gale será crear una alianza con el resto de tributos de los distritos no profesionales lo más grande posible. Si está en grupo, será menos fácil que lo eliminen. Bien, ayer hablé con un grupo de mentores de los otros distritos para ver quién estaría interesado en la alianza. De momento, tenemos al Distrito 8, al Distrito 4; al menos Finnick me ha asegurado a la chica de su distrito, Distrito 11, Distrito 5 y Distrito 10.-Nos deja unos segundos para que asumamos las noticias. No me apetece hacer cálculos, así que pregunto directamente, con miedo:

-¿Son suficientes?

-Son bastantes. Con eso tendríamos un grupo de 9 tributos. Dudo mucho que los Vigilantes eliminen a 9 tributos de una sola vez. La mayoría son chavales que no tienen ninguna oportunidad. No son rápidos, no saben cazar, no saben matar…le he hecho muy buena publicidad a Gale, quizá demasiada. Les he asegurado al resto de mentores que Gale les podría ofrecer protección a cambio de formar alianza con él.

-O sea, que Gale tendrá que hacer de niñera.-afirmo yo.

-Si no lo hace morirá en menos de un minuto.-me contesta bruscamente Haymitch.

-¿El resto de mentores sabe por qué hacemos esto? Quiero decir, ¿saben que van a por Gale, verdad?-pregunta Cinna.

-Se lo he dado a entender, sí.

-Entonces, ¿por qué están dispuestos a que sus chicos vayan con él? Eso también les pondría en peligro a ellos.-dice Peeta.

-Lo sé,-continua Haymitch.-Pero como ya os he dicho, para el tipo de chavales que van a formar la alianza, Gale es su única oportunidad de durar más de un día vivos en el campo.

-¿Qué hay de Emily? ¿Formará alianza con Gale? No me fío ni un pelo de ella.-digo yo.

-Aún no lo sé. Cuantos más mejor, ¿no? Pero si le contamos lo de la alianza y no accede a formar parte de ella podría jugar en nuestra contra. Tenemos que asegurarnos de que esto sea una alianza secreta, que le pille por sorpresa a los profesionales.

-Pero sólo supondría una amenaza si Emily forma equipo con los profesionales, ¿no? Los profesionales jamás querrán formar alianza con un tributo del distrito 12, y menos con lo sucedido el año pasado.

Tras una larga discusión sobre si deberíamos contarle a Emily el tema de la alianza, decidimos que, cuantos más, mejor. Además, si decide no unirse, ella sigue siendo nuestra tributo, lo que significa que tenemos que beneficiarla en lo máximo posible, incluso si eso conlleva a perjudicar a nuestro otro tributo.

-Bueno, entrenamientos. Tenemos que partir de la basa de que todos los que los vigilantes tendrán cien ojos en Gale en los entrenamientos. Lo que significa que no puede entrenar. No podemos dar a la luz sus habilidades especiales de caza, arco, o trampas, ya que si los vigilantes ven que algo se le da bien se asegurarán de que ese algo no esté en el estadio. Gale deberá pasar de un puesto a otro, intentando aprender lo que no sabe y fingiendo no saber lo que tiene ya aprendido. De hecho, deberíamos asegurarnos de que Gale practique mucho en sus puntos débiles. Psicología inversa, eliminar lo que se nos da mal. A lo mejor los vigilantes son lo suficiente estúpidos para creérselo. Tampoco podemos correr riesgos con las alianzas. No podemos dejar que los vigilantes se imaginen nuestro plan, si no, pondrán algún impedimento para que los tributos aliados no  se puedan encontrar en el estadio. Por lo tanto, Gale no debe tener contacto de ningún tipo con el resto de tributos en el entrenamiento, debe comportarse cómo se comportan los demás. Ahí entráis vosotros, Katniss y Peeta. Debéis indicarle cómo os comportabais vosotros. Todos los planes de la alianza se pondrán en marcha a través de los mentores. Cada mentor le dará instrucciones específicas. Con Emily no tendremos que seguir ningún protocolo en especial, será lo normal. ¿Todo entendido?

Todos asentimos. Estoy asombrada por lo elaborado que es el plan de Haymitch. Es perfecto, debido a nuestra situación. No tenemos otra cosa mejor, creo que sería difícil encontrar un plan mejor debido a las circustancias.

Tras unos minutos, Gale aparece en el umbral de la puerta y nos pregunta que qué hacemos todos levantados. Llegó la hora. ¿Cómo se empieza a explicarle a alguien que va a morir?

En Llamas. ¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora