Capítulo 44.

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¡Hola a todos! Siento haberos dejado con las ganas de leer más con ese final, pero he tenido unos días de locos. En compensación, y para dejar alguna cosa clara, actualizo con dos capítulos. Que los disfrutéis y feliz Navidad y todo eso que se suele decir :)

Muchas gracias por leer y besos a todos :D

Los murmullos recorren la habitación. Haymitch hace llamadas teléfonicas. Caesar no parece tener mucha más información que nosotros: suejeta su pinganillo con fuerza y arruga el entrecejo, sin preocuparse por la cámara, como si no estuviera en directo para todo el país. En el plató la gente también murmura.

La situación se alarga. Cinco minutos, diez, quizás quince. Haymitch sigue telefoneando, pero no recibe ninguna información. Cinna, Joseph, Portia y el resto del equipo hablan de comunicarse con alguien relacionado con los vigilantes. Effie no articula palabra. Mi madre intenta calmar a Prim, que llora descontroladamente preguntando qué ha pasado. Una vez más, parece que sólo Peeta y yo estamos en la habitación.

Nos miramos, pero no nos decimos nada. Ambos estamos ahogados en el mar de preguntas sin respuesta que ha provocado el final de los juegos.

-Hay….hay problemas de comunicación, eso es todo.-dice Caesar, aunque no muy convencido de sus propias palabras.-¡Estoy seguro de que conoceremos el ganador de los juegos en breves momentos!

Sin embargo pasan y pasan los minutos, y no lo hacemos. A medida que pasa el tiempo, el sudor en la frente de Caesar aumenta.  Sus fallidos intentos de distraer a la audiencia hablando de otras cosas sólo hacen que los murmullos aumenten.

-¿Te escapas conmigo?-me susurra Peeta al oído.

Yo asiento. Él coge mi mano y salimos de la habitación sin que nadie se dé cuenta. En el pasillo, sólo silencio.

Peeta me lleva hasta la azotea, donde, por fin, respiro. Coloco mis manos sobre mis caderas, miro hacia el suelo e intento tranquilizarme.

-¿Qué pasa si anuncian el ganador?-le pregunto a Peeta, al cabo de unos instantes.

Él no responde de inmediato. Contempla las vistas nocturnas del Capitolio.

-Nos enteraremos.-dice, simplemente, sin apartar la mirada del horizonte.

Decido sentarme. Cierro los ojos con fuerza, y cuando decido abrirlos, él está a mi lado.

-¿Qué crees que ha pasado?-gimoteo yo.

-Es imposible saberlo. Pero debes tener en cuenta…que Emily y Philippe estaban en peores condiciones que Gale.

-Esta mierda no se acaba ni si quiera cuando anuncian el vencedor.-

-Lo sé.-dice Peeta, con tristeza. Se acerca a mí.

Pasamos los minutos allí. Yo con la cabeza encogida entre mis rodillas, sintiéndome demasiado cobarde para salir y afrontar todo lo que está pasando. Peeta coloca su brazo sobre mis hombros, pero no me tranquiliza. Nada lo haría ahora.

-Katniss…-susurra Peeta, cuando pasan un par de minutos.- Haymitch está aquí.

Yo levanto la cabeza enseguida, y efectivamente, ahí está Haymitch, mirándonos fijamente. Un gran aullido de alegría de una multitud cercana al centro me informa de que el vencedor ha sido anunciado.

Siento cómo todo me da vueltas, las nauseas invaden todo mi cuerpo, al igual que el sudor.

Miro fijamente a los ojos de Haymitch, y ellos rompen cualquier esperanza. Veo en ellos reflejados el dolor, el desánimo, cientos de sueños rotos. Entonces no quiero escuchar, ya lo sé. No necesito oírlo.

En Llamas. ¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora