Capítulo 41.

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La brocha de maquillaje de Cinna me hace cosquillas en las mejillas. Se desliza suavemente sobre ellas, ocultando tras una gruesa capa de maquillaje a la antigua Katniss. La Katniss con imperfecciones repartidas por todo su rostro, la Katniss cuyos ojos siempre están adornados con grandes ojeras.

Se ha programado una entrevista final con los mentores de los tributos restantes, en la que, por supuesto, Peeta, Haymitch y yo estamos invitados.

Tras unos minutos, Cinna me da los últimos toques en las pestañas y da su trabajo por acabado.

-Estás preciosa. Les vas a encantar.-murmura, e intenta sacar una sonrisa. A continuación, me entrega un pequeño espejo.

Mi reflejo me devuelve la mirada. Las ojeras han desaparecido, el tamaño de los labios se ha agrandado y su tonalidad es una mezcla de rojo con algo de rosa, para reducir la intensidad. Las mejillas algo sonrosadas, no demasiado, llevo el toque justo de colorete. Mi rostro despide un brillo irreal, como de sueño, algo que sólo puede conseguir Cinna.

-Guao, Cinna, esta vez te has superado.-le digo, sonriendo.

Él me devuelve la sonrisa.

-¿Estás nerviosa?

-No demasiado. Supongo que Haymitch se encargará de responder las preguntas más técnicas y eso. Yo me limitaré a abrazar a Peeta y a sonreír.

-Creo…que deberías hablar de Gale. Quiero decir, seguramente a Caesar le habrán prohibido mencionar su nombre, la entrevista seguramente se centrará en Emily y Philippe.

-¿Para qué? Ya no es interesante para los patrocinadores.

-No para los patrocinadores, para la audiencia…

-Ni Gale ni yo tenemos que darle nada a esas ratas.-corto yo, tajantemente.

-Lo que estoy intentando decir, Katniss, es que no deberías dejar que la muerte de Gale quede silenciada…

-Lo estás dando ya por muerto…-murmuro yo.

-Katniss, tienes que comprender que Snow no quiere a Gale vivo. Y si Snow no lo quiere, no lo estará.

Cinna y yo no hablamos más. Él se limita a realizar los últimos retoques de mi maquillaje, y yo intento mirar hacia otro lado. En el fondo sé que Cinna tiene razón, y lo más probable es que Gale muera mañana, pero una vocecita me susurra al oído que Gale podría vivir. Si fuera más listo que los vigilantes, sólo son Philippe y Emily…

-Necesito que te levantes para que te pruebes el vestido de esta noche.-la voz de Cinna interrumpe mis pensamientos.

Yo obedezco y unos minutos después, llevo puesto un bonito vestido de tono púrpura apagado. No tiene tirantes, y llega hasta un poquito por encima de la rodilla. Sin embargo, por detrás es más largo, como un vestido de gala. La tela es fina, suave y ligera. Cuando camino, el vestido se mueve de una manera tan tenue que parece hasta mágica. Los acabados del vestido son en color rojo vino.

Es un vestido precioso, y me queda de maravilla, aunque ninguno de los dos dice nada. Cinna da los últimos acabados a la cola del vestido y después lo combina con unas sandalias del mismo tono que tienen un poquito de tacón.

A continuación, Cinna se encarga del pelo. Lo alisa, y simplemente coloca una diadema de color dorado apagado con una pequeña flor de color negro.

Cuando termina, me informa de que Haymitch y Peeta me estarán esperando en el salón principal del centro de entrenamiento dentro de dos horas. Después, se va de la habitación sin decir nada y dando un portazo.

Las dos horas de espera se me hacen eternas. Me siento en la cama, queriendo dormir, pero no puedo hacer nada que no estropeara el peinado de Cinna. Podría ir a buscar a Peeta y pasar las dos horas con él, pero con mi estado de ánimo sólo le preocuparía. No quiero que lo pase mal por mí.

En Llamas. ¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora