No reacciono, no me doy cuenta de que tengo a mi familia delante de mí, hasta que Prim me rodea con sus pequeños bracitos. Yo la cojo en brazos, y compruebo tranquila cómo pesa algún kilo más que la última vez. Aprecio también otros detalles, como el olor a lavanda de su pelo rubio, o que ha crecido un poquito desde que abandoné el Distrito 12.
-¡Cómo te he echado de menos, enana!-exclamo yo, mientras la abrazo, ya desde el suelo.
Ella ríe y me vuelve a abrazar. El resto de la sala observa la escena con cariño.
A continuación dejo a Peeta y a Prim saludándose y me dirijo hacia mi madre. Ella me da un beso en la frente y me abraza con fuerza. Yo le devuelvo el abrazo. Cuando nos separamos, me mira de arriba abajo, y al final, da su aprobación con una sonrisa.
-Estás muy guapa, cielo.-me dice, sonriendo.
-Tú también lo estás, mamá.
Presento Cinna a mi madre y a Prim, y enseguida caen rendidas ante su encanto. Haymitch coge a Prim y la sienta en sus rodillas, le hace cosquillas y hablan de las cosas del cole. Effie también empieza a hablar con Prim, y Cinna y mi madre charlan. Yo me acerco a Peeta, que está jugando con Sunny en una esquina de la habitación. Yo me siento a su lado, y él, al principio no nota mi presencia. Sonrío y acaricio a Sunny hasta que mis manos se encuentran con las de Peeta, que también le estaba acariciando.
Él pone cara de sorpresa y sonríe.
-Este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida, Peeta. Gracias. De verdad, eres el mejor.
Él sonríe de nuevo y le quita importancia a mi comentario con un gesto de su mano.
-¿No tienes hambre, Katniss? Porque yo estoy hambriento, en la fiesta no he podido comer nada…
-Ahora que lo dices, sí, me rugen las tripas.
Así, todos decidimos tomar algo para cenar. Mientras Haymitch y Prim ponen la mesa, los demás vamos a la cocina del centro, cogemos cosas y las llevamos al salón.
Cuando empezamos con la cena, no desperdicio tiempo en hablar, ya que tengo muchísima hambre, y ya habrá tiempo. Sólo capto detalles sueltos de la conversación de los demás; me entero de que Buttercup también está aquí, pero han tenido que dejarle en la habitación porque ha tenido un encontronazo con Sunny, me entero también de las ganas que tiene Prim de visitar el Capitolio, o de cómo van las clases de Prim en el colegio.
Cuando terminamos de cenar, Prim y Peeta me sorprenden trayendo una tarta hecha por Peeta desde la cocina del centro. Al igual que en la de la fiesta, hay 17 velas encendidas. Sin embargo, en esta tarta disfruto de hasta la última nota mal afinada del "Cumpleaños Feliz" entonado por las personas a las que más quiero.
Cuando terminamos con todo, Peeta les pregunta a todos si me prestan para él sólo durante unos minutos. Yo le miro sorprendida y él me dice que aún no me ha dado mi regalo. Todos acceden a dejarnos unos minutos a solas y Peeta, como siempre, me lleva a la azotea del centro. Me pide que espere allí unos minutos, y él vuelve a bajar.
Es una noche fría, aunque me viene bien para despejarme.
Al cabo de dos minutos, Peeta vuelve a subir. Trae una bolsa grande de color verde claro, y está adornada por un lazo azul.
-Feliz cumpleaños.-me dice, sonriendo, y entregándome la bolsa.
Yo sonrío también y saco una caja de tamaño mediano, que también está atada con un lazo. Adjunto a éste, hay una nota escrita por la caligrafía de Peeta, que dice "Espero que este haya sido un día especial".
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En Llamas. ¿Qué pasaría si...?
Hayran KurguEsta es una versión alternativa de "En Llamas", segundo libro de la trilogía escrita por Suzanne Collins. En esta versión, no habrá Vasallaje de los Veinticinco, y Katniss, junto a Peeta y Haymitch, tendrá que ejercer de mentora sobre dos nuevos tr...