Capítulo 35

3.7K 175 11
                                    

¿Qué tal la vuelta a las clases, chicos? Espero que bien. Aquí os traigo un nuevo capítulo, espero que os guste. Y recordad, ¡chins up, smiles on, que ya es casi viernes!

Besos.

-Natalia.

El sabor de la cerveza quema mi garganta y hago un gran esfuerzo por no toser.

-Demasiado fuerte para ti, preciosa.-me dice Haymitch, y me arrebata la botella de las manos.

A continuación, le convenzo para dejar la cerveza, recogemos la habitación entre los dos y le obligo a darse un baño. Yo le espero sentada en su cama.

Al cabo de lo que me parecen, pocos minutos, unos golpecitos suaves en el hombro me despiertan.

Estoy tumbada en la cama de Haymitch, descalza y arropada con una manta. Me habré quedado dormida y Haymitch, al salir del baño, me habrá puesto la manta. El detalle me hace sonreír ligeramente.

-¡Levanta, dormilona!-me grita Prim, mientras levanta las persianas, que también están bajadas.

Ver la sonrisa de mi hermana me hace sonreír a mí también automáticamente.

-¡Prim!-exclamo, me levanto y la cojo en brazos.

Ella ríe ligeramente y me abraza.

He dormido durante cuatro horas, y ya es por la tarde. Prim, mi madre y Cinna me acompañan mientras como algo en la cocina. Ayer pasaron todo el día juntos, Cinna enseguida se las ha ganado. Prim me sigue pidiendo ir conmigo a algún sitio, y me rompe el corazón al tener que negárselo. No en este momento de los juegos.

Cuando termino de comer, me despido de todos y vuelvo a la sala de mentores.

Haymitch me recibe con un "Ya era hora", al que yo hago burla, y los dos sonreímos.

Ocupo mi butaca, me pongo los auriculares, y me sumerjo en los Juegos del Hambre.

Nada parece haber cambiado desde que me fui. Gale y Emily siguen en el árbol, sin hablar. La verdad, es que ninguno de los tributos hace nada en especial; Gale y Emily descansan, Alix agoniza, Philippe busca víctimas, y Nadine, Penélope y Pam siguen en el campamento de Gale. El hecho de que la situación esté tan aburrida me inquieta, unos juegos del hambre no pueden ser aburridos, ahí está el cometido de los vigilantes.

Sin embargo, pasan las horas y no pasa nada, nada en absoluto. Cuando cae la noche, como siempre, se proyecta en el cielo en símbolo de Panem y suena el himno. Aparecen las caras de Elizabeth, Daphne, Collin y Marcy.

-Ha llegado la hora.-dice Emily, mirando a Gale a través de la luz de la luna.

-Ha llegado la hora.-confirma él.

-Vamos bajando, entonces.

Emily se desliza hábilmente por la cuerda que sujetaba a Gale a la rama y cae de pie sobre la tierra del estadio. Sin embargo, Gale baja la cuerda con dificultad, torpemente y cae de bruces contra la tierra, provocándose varias heridas en la cara.

Los dos se toman su tiempo. Miran a las estrellas, a la luna, y por último, se miran el uno al otro.

-Toma.-le dice Emily, entregándole a Gale una de sus lanzas.

-Oh, Emily…

-No te pongas cursi. Yo tengo muchas y…cuando te cojan, mejor que tengas algo con lo que protegerte, porque, perdiste el cuchillo que tenías, ¿no?

-Así es. Muchas gracias, Emily. No sólo por la lanza…por todo. Por salvar…digo, por ahorrarme la que hubiera sido una muerte terrible. Te deseo mucha suerte.-A continuación, él se inclina para darle abrazarla, pero ella se aparta.

En Llamas. ¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora