DRAGÓNE

OCHO

Pasan dos semanas, no asisto a ninguna de mis entrevistas y tampoco es como si tuviera alguna, Matthews se ha encargado de que nadie quiera verme o darme una oportunidad. Además, luego de lo sucedido no he salido de mi casa, ordeno comida a domicilio y lo máximo que hago es salir a la calle para botar la basura.

Después de que me hayan dejado en la calle tirada, debí ir en busca de un taxi, el cual paro de inmediato al verme de esa forma, por mi gran suerte era un hombre mayor muy amable, y se dio cuenta que algo había pasado, pero no hizo preguntas. Esme e Imogen me buscaron escribiéndome a mi correo, pero simplemente mentí diciendo que me fui a casa con un chico y que lo sentía, no se molestaron, estaban muy ebrias como para hacerlo. Cuando el taxi me dejó, tuve que entrar por mi ventana para buscar dinero y el hombre al ver mi desesperación, decidió no cobrarme, ese señor fue lo único bueno de toda la noche. Y cuando entré, me acurruqué bajo mis sabanas y lloré, pensando en el momento, porqué lo primero que se me había venido a la mente cuando se estaban despojando de mi ropa era que me violarían, aunque no pasó fue el peor momento que pude haber vivido.

Papá estaba preocupado, pero mentí diciéndole que saldría de la ciudad por unos días y que había perdido mi teléfono cuando salí. Reporté mis tarjetas de crédito, aunque estas no tuvieran mucho dinero, como también mi identificación y mi número telefónico como robados. Me encuentro indocumentada y sin comunicación exterior además de mi computadora, simplemente siento que tengo un trauma. Y sé que yo soy la única responsable de aquello, porque he sido la que me obsesioné y no mire más allá de la fama.

Suspiro mirando a mi blog, sigue teniendo éxito y esperan una nueva publicación, pero no tengo el coraje suficiente como para publicar lo que me ocurrió y tampoco es que pueda, porque si lo expongo a la policía el me matará, como ha dicho: "Toma esto como una advertencia"

Al revisar mi página de Facebook que, aunque suene extraño aún utilizo y más cuando no tengo dinero para comprarme un nuevo teléfono, el nombre de Kael aparece en el chat, de nuevo mandando un simple: "Hey". Y pensándolo un rato decido responderle, es la primera persona con la que me comunico después de tanto, Ethan ha desparecido y por lo que puedo ver en las redes sociales de su perfecta novia, se han ido de vacaciones, seguramente lo mantiene ocupado lo cual por mí está bien, necesito un descanso de él.

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Kael Cannon:

¿Qué tal chica? ¿Qué ha pasado con tu teléfono?

Madelaine Arundell:

Lo perdí, una noche de alcohol resulta más grave de lo que puedes pensar.

Kael Cannon:

Ja, ja, dímelo a mí. Vi el artículo, buen trabajo.

Madelaine Arundell:

Gracias, estoy oficialmente expuesta al peligro.

Kael Cannon:

No lo creo, mucha gente publica acerca de él, pero tú lo has llevado a otro nivel. La gente muere por conocer tu identidad.

Madelaine Arundell:

Lo sé, pero no pienso revelarla, solo pocas personas lo saben y ya ha sido un gran problema.

Kael Cannon:

Tu secreto está a salvo conmigo.

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Y sonrío, no puedo evitar hacerlo, Kael resulta demasiado amable, le doy las gracias y al final quedamos con que venga a mi casa, no sé cómo me convence de aquello, tal vez sea el hecho de que ha dicho que traerá comida.