VEINTIUNO

3.9K 341 16
                                    

Observo a Naomi y sus amigas con los vestidos desde el cómodo asiento. No quiero estar aquí, tenía cinco días sin salir de la casa y sin ver a nadie, pero Ethan insistió. Estoy hecha un completo desastre, tanto que ni siquiera protesto por el color del vestido. Naomi da giros en su blanco vestido de novia que le queda perfectamente pegado al cuerpo, y en realidad, es hermoso.

―Mad, levántate para verte. ―su voz me saca de mi miseria, así que suspirando me levanto viendo el vestido color gris. ―Oh dios, ¿estas más delgada? ―hace una mueca y toca mi brazo. Arqueo mis cejas y le dedico una falsa sonrisa sin mostrar mi dentadura. ―No importa, lo arreglaremos.

Su amiga de nuevo la entretiene y yo busco la oportunidad de sentarme y esperar a que al fin nos vayamos. Mi teléfono suena así que con un gran esfuerzo me levanto para tomarlo, es Ethan.

― ¿Cómo estas lidiando con aquello? ―es lo primero que dice, suelto un bufido y miro a Naomi y sus amigas tomarse fotos.

―Me quiero ir. No aguanto un minuto más aquí. ―el en respuesta se echa a reír, haciéndome rodar los ojos.

―Estaré afuera de la tienda en cinco.

Una sonrisa se forma en mi rostro y cuando me voy a despedir y colgar, Naomi toma control de mi teléfono.

― ¡¿Osito?! ―grita una vez que me lo ha arrebatado. Aprieto los labios intentando no perder la paciencia, y es que tampoco tengo muchas fuerzas para discutir, y me dirijo a los vestidores para colocarme mi ropa.

Cuando salgo, ella ya ha terminado su conversación y Ethan me espera afuera. Les dedico una hipócrita sonrisa a todas y salgo del lugar.

―Gracias. ―digo una vez en el auto. El solo sonríe y lo pone en marcha.

― ¿Qué quieres hacer?

―Ir a casa, quiero disfrutarla mientras la tenga porque en cualquier momento me la quitara.

―Mad, siempre te puedes venir a quedar en mi apartamento y lo sabes. Naomi lo entendería por completo.

No respondo a aquello, como he dicho anteriormente, no tengo fuerzas para discutir así que solo paso por alto su comentario fuera del lugar. Si Brenda me quita la casa, no tendré otra opción que refugiarme en donde papá.

Me deja en mi casa y al entrar hago mi rutina: cambiarme y acostarme en mi cama para intentar dormir y desconectarme del mundo real por más que pueda. Mi teléfono suena, lo escucho; pero no me levanto para contestar. Vuelve a sonar y lo ignoro por segunda vez, y así vuelve a sonar por cinco veces más pero no presto atención, no quiero hablar con nadie ahora mismo, ni siquiera con mi psicólogo al cual tengo cinco días sin ir.

Cuando por fin estoy cayendo en los brazos de Morfeo, el timbre suena y maldigo internamente tratando de ignorar este también, pero se hace tan insistente que no tengo otra opción que levantarme e ir a abrir. Mi ceño se frunce de inmediato.

―Hola, bomboncito. ―dice Garrett esbozando una leve sonrisa, pero estoy tan atónita que no puedo hablar. ― ¿Te he despertado?

― ¿Qué haces aquí? ―suelto, él sonríe levemente de lado y seguidamente entra a mi casa, algo que no tengo tiempo de impedir.

―Necesito que vengas conmigo.

―Garrett, ¿hablas en serio? ―arqueo mis cejas y el curva sus labios hacia abajo.

―Tyler está en el hospital. En realidad, no sabemos que es, pero está mal. Paulo intento llamarte y yo también y nada funciono así que decidí pasar por ti, el niño te quiere ver.

― ¿Qué han dicho los doctores? ―digo preocupada y el suspira.

―Por favor, solo ven Maddie. Te necesita allá.

DRAGÓNE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora