Traición ~

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El camino estuvo repleto de preguntas, y es que un niño en si es curioso por excelencia, pero uno que no había salido nunca de aquellas paredes era toda una pesadilla; fue un viaje largo y cansado, acompañado de historias, varias de ellas censuradas y sin terminar debido a la intromisión de Guillermo en el tema.

− ¡Es genial! – hablo emocionado el niño − ¿Qué hay ahí abajo? – quien apenas y notó que el vehículo salió disparado hacia el lugar, admirando cada pequeño detalle del lugar.

El suelo bañado en tierra húmeda y hojas amarillas y muertas; a unos cuantos metros aquella planta procesadora podía verse abandonada, intacta tal y como había quedado la última vez que aquel par la había visitado.

− Este solía ser un lago – señaló Frank hacia aquel enorme cráter a unos cuantos pasos del lugar, las rejas oxidadas y protectoras aún estaba de pie y lo suficientemente firmes para marcar un límite a su curiosidad.

− Debe haber aun algunos cuerpos lo usaron como fosa de... − la mirada fiera de Guillermo le hizo callar − Es decir, un lago, solo eso... – mientras daba media vuelta y comenzaba a bajar algunas cosas del vehículo.

− ¿Esto también es culpa de la guerra? – preguntó el niño, mientras tomaba junto con su padre aquellas mochilas y bolsas para dormir.

− Si, lo es – una pregunta directa e incómoda, al igual que todas las que los niños hacen − ¿Por qué no dejamos a Frank hacer la hoguera mientras arreglamos una de las habitaciones para dormir? – fue rápido y de inmediato cambio el tema, señalando la estructura frente a ellos. Fue cuestión de segundos para que la expresión del chiquillo cambiase.

− ¿Habitaciones? ¿¡De verdad vamos a dormir en la planta!? ¡Genial! – y ante la mirada sorprendida y algo celosa de su padre, viera como este arrancaba hacia el lugar con más energía de la que él mismo podía tener en su cuerpo.

El lugar no terminaba de brindarle la confianza suficiente como para sentirse "a salvo", ese lugar le traía de vuelta más de un recuerdo que había querido borrar hace tanto tiempo.

Las paredes y estructura seguían fuertes, más firmes de lo que recordó, algo desgastadas por el clima, y podía sentirse la humedad colarse por el techo mientras subían hacia la segunda planta y se instalaban en una de las oficinas que parecía mejor conservada.

− Oye papá, aquí murió mucha gente ¿verdad? – pregunto nuevamente, esquivando los escombros, algunos aun teñidos en ese rojo oscuro.

− Si, mucha... − respondió de aquella manera directa, era de cierta manera extraño responder ese tipo de preguntas. No se acostumbraba a ello, no se acostumbraba a la reacción tan indiferente de su hijo ante la muerte, de hecho, lo asustaba un poco.

− ¿Hicieron algo malo? Quizás fue un lobo, o algo peor ¡El monstruo de corazón de hierro! – intento adivinar entre risas, dejando sus cosas en el suelo.

− Deja eso de lado, ayúdame con esto – pidió, haciendo de lado las piedras más grandes y estorbosas para comenzar a formar su pequeño campamento improvisado con unas cuantas mantas y sacos de dormir.

Habían "acampado" ya algunas veces, bajo techo y con la vigilancia suficiente para que Guillermo pudiese aprobarlo, al igual que cada actividad. Frank solía regañarle de vez en cuando, diciendo que la sobreprotección no vendría a nada y criaría a un niño inseguro y tímido; nada más fuera de la realidad.

− Cuida las cosas mientras voy por lo demás, ya regreso no te muevas –

− Vale... –

Y es que Zeus no solo era un niño con un carácter fuerte y de alma aventurera y rebelde, parecía que el tenerlo aislado de la violencia y dolor habían logrado que no temiese a nada; algo bueno hasta cierto punto, pero que seguía carcomiendo la preocupación de Guillermo.

Prisoner~ [Wigetta] EN PAUSAWhere stories live. Discover now