Dilema ~

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El ambiente se había vuelto extraño de regreso a casa, una especie de silencio, incómodo y pesado; Sin embargo, no era como las anteriores ocasiones...

Durante aquel tiempo Guillermo sabía lo que le esperaba al terminar aquella calma, pero esta vez ni siquiera él estaba muy seguro de lo que sucedería al llegar a casa.

− Samuel, ¿tienes hambre? Puedo hacer algo de pasta... − hablo el más joven, abriéndose paso hacia la cocina con una sonrisa nerviosa, intentando comenzar una conversación y deshacerse de aquel incomodo silencio.

− No, ve a tu cama y duerme – respondió, señalando el pasillo hacia las habitaciones − Yo me las arreglaré. – mientras se acercaba hacia donde él y comenzaba a buscar entre la alacena.

− Es una orden – repitió, al notar la presencia aun de su compañero, nunca lo había visto de esa manera; y de cierta manera lo hacía sentir, extraño consigo mismo.

− Yo, lo siento... − se disculpó, con la mirada por los suelos intentando acercarse, aferrándose débilmente a su brazo.

− Ve a la maldita habitación de una vez. – pero nuevamente aquel rechazo lo rodeo, obligándole a obedecer y desaparecer de su vista; sería mejor no hacerlo enojar, no más.


POV'S Guillermo~

− Una niña... − podía leerse, la carpeta aun arrugada y los documentos algo maltratados, los exámenes de sangre y demás pruebas no pudieron decir nada sobre la razón de la muerte de aquello dentro de mí; Nadie se daría cuenta de la verdad nunca, justo como el tipo que me las vendió me lo dijo.

Según él, no todos los cuerpos reaccionan de una manera favorable y es posible que no funcione si tu metabolismo es lo suficientemente fuerte para rechazar la toxina, afortunadamente yo no era uno de ellos.

También dijo que el consumo regular de esta pastilla eventualmente haría que fuera imposible para el usuario quedar encinta; esa nueva idea paso por mi cabeza ¿sería correcto hacerlo de nuevo?

Cuando lo hice, nunca imagine que la reacción de Samuel fuera así, espere un golpe y varios regaños los cuales recibí de manera un poco más calmada de lo habitual de camino hacia casa.

Pero el parece tan, no sé... fuera de sí.

− Miera, mierda, mierda... − tengo un dilema en mi cabeza, estaré por volverme loco quizás, lo único que quiero es que esto termine de una vez para volver a la normalidad. Aquella vacía y triste realidad a la que me había acostumbrado.

− Toma, necesitas comer. – dijo, apenas y lo vi entrar a la habitación; me entrego un plato con lo que parecía ser carne y patatas.

− Gracias, pero... − ni siquiera me veía a la cara, debe de odiarme tanto como yo, no lo culpo.

− Voy a estar fuera un tiempo, quizás solo sean un par de semanas... − además creo que no quiere ni tenerme cerca.

− Perdóname... − no me cansaría de decirlo, aunque fuese mentira.

− No hablaremos de eso, nunca más... − me interrumpió – Recibí una llamada y voy a salir, tengo cosas que hacer – no termino de acostumbrarme a este trato paciente y casi amable.

Quizás siente lastima de mí, quizás es por eso que no me ha puesto una mano encima o gritado algo en todo este tiempo.

− ¿Olvidaste como comer? – volvió a hablar, señalando el plato en mis manos.

− No es eso... − mire la parte aún rosada dentro de la carne, y la consistencia dura de las verduras − Samuel, esto esta crudo – intentando con todas mis fuerzas no reír, dejando escapar una torpe sonrisa que el notó.

Prisoner~ [Wigetta] EN PAUSAWhere stories live. Discover now