Diario de un Suicida

Palabras de una Madre

Salome conducía en silencio de reojo miraba a su hijo que estaba perdido mirando los edificios pasar.

―¿Quieres hablar? ―preguntó Salome.

Alexander miró a su madre y negó.

Salome apretó los labios, detestaba que no le contasen las cosas, sentía que su hijos no confiaban en ella. Suspiró, se relajó y siguió conduciendo.

―¿Quieres ir a un lugar específico? ―preguntó salome.

―Quiero caminar ―dijo Alexander sin mirar a su madre.

Salome asintió aunque su hijo no la veía.

―¿Dónde quieres caminar? Si me has pedido que maneje es porque no quieres estar cerca de la casa ¿me equivoco? ―dijo salome mientras para el coche por un semáforo.

―Nada se te escapa ―dijo Alexander con una sonrisa.

―Me gustaría decir que eso es cierto, pero debo negarlo. No vi cuando más me necesitabas.

Alexander se encogió en el asiento. De todo lo que le había sucedido, de todas las consecuencias, la que más odiaba era que hacía sentir a su madre culpable.

―Yo no deje que lo vieras.

―Está en una madre saber cuándo sus pequeños conejitos necesitan ayuda.

―Mamá...

―Lo sé, lo sé. ¿Dónde quieres caminar? ―preguntó salome para olvidar el tema pasado.

―¿Podemos ir al Marshall Park*? ―preguntó Alexander.

Salome sonrió y asintió.

Llegaron al parque. Alexander bajó del auto y esperó pacientemente a que su madre bajara. Faltaba poco para el atardecer.

―Así que... estas saliendo con alguien ―dijo Salome tímidamente.

Alexander sonrió, su madre había soportado mucho rato soltar esa pregunta.

―Si... es bastante lindo sabes ―dijo Alexander recordando la forma tan poco peculiar en que se había hecho novio del de ojos color jade.

―Sí, lo es. Por lo que he visto puedo decirlo. ¿Llevas mucho tiempo con él?

―La verdad, no. Solo hemos comenzado a salir esta tarde ―respondió Alexander llegando bajo un árbol.

Salome se adelantó al pedido de Alexander y se sentó en el césped. Alexander se sentó junto a su madre. La mujer sonrió a su hijo y palmeo sus piernas. Alexander lentamente se recostó en el césped posando su cabeza en el regazo de su madre. La mujer comenzó a acariciar el cabello de su hijo.

―Hace mucho que no hacia esto ―dijo Salome con una sonrisa llena de nostalgia mientras miraba las personas pasear por el parque.

Alexander miraba a su madre embelesado, quería mucho a Salome.

―Lo sé.

―Alexander ¿Por qué te has alterado hoy? ―preguntó salome mirando a su hijo directamente a los ojos―. ¿Es malo que James se preocupe por ti?

Alexander desvió la mirada, no podía seguir viendo a su madre a los ojos sin sentir ganas de llorar.

―No es que me moleste lo que haya dicho, en parte lo aprecio, es solo que... él... me molesta la forma en que lo dice, lo que insinúan sus palabras, lo que me hace sentir.

―Amor, explicame, ya sabes para tener un mejor argumento cuando me toque regañarlo ―dijo Salome guiñando un ojos a su hijo para aligerar la tensión.

Alexander no pudo evitar soltar una risita. Su madre cuando se ponía en plan de regaño era terrible, las raíces latinas de su madre se hacían sentir.

―Él lo dice como si supiese todo, sus palabras me insinúan que Rodrigo... es igual a Sa... Sa a él... me hace sentir débil y más idiota de lo que soy.

―Cariño, no eres un idiota. No pienses eso de ti y nunca dejes que alguien te haga sentir así. James, es... bueno es un Johnson y es muy impulsivo, demasiado. Pero te quiere y se preocupa por ti. Sabes que el siente que no te protegió de ese infeliz, es tu hermano mayor después de todo.

―Lo sé. Pero me enoja muchísimo todo lo que insinúa de Rodrigo ―dijo Alexander con un puchero a su madre.

Salome sonrió, hacia tanto tiempo que no veía esa clase de expresiones en el rostro de su hijo menor. Salome rio por el significado de las palabras de su hijo.

―Sabes, Cuando se elige a alguien, se renuncia al resto.

Alexander miró a su madre y se sonrojó por lo que esta le decía.

―¿Dices que me enojo por que solo quiero defender a Rodrigo? ―preguntó Alexander.

―Algo así. Cariño, les has dicho algunas palabras duras a tus hermanos, no solo a James. Por lo que vi Thomas recibió lo suyo. Recuerda esto, los hermanos nacen del mismo árbol, y aunque sus ramas crezcan en diferentes direcciones, siempre los unirán las mismas raíces ―Alexander asintió y de pronto sus ganas de llorar aumentaron―. Hora regresemos a casa. Deben estar preocupados.

Alexander asintió y se levantó. El chico le tendió una mano a su madre para ayudarla a levantarse y con sentimientos encontrados le regalo a su madre una sonrisa y un "gracias" porque las palabras de una madre siempre llegaran en el momento preciso con las palabras adecuadas.

...

*Marshall Park: Este parque lleva el nombre de James B. Marshall, quien fue administrador de la ciudad de Charlotte 1935-1940. Se dice que la oficina de Marshall en el Ayuntamiento daba a la propiedad, y soñaba que algún día sería un parque. La propiedad fue autorizada por la renovación urbana a principios de 1970, y el parque fue dedicado por la ciudad el 2 de junio de 1973.

Características:

Espacio abierto para reuniones y eventos.

Pequeño lago con el fondo concreto, la ruta a pie y el puente.

Gran fuente.

Pequeño anfiteatro en la ladera cubierta de hierba con gradas.

Incorporado en las tomas de corriente en el área de espacio abierto para pequeños eventos

Hermosa vista del horizonte de Charlotte de la parte alta.

Martin Luther King estatua conmemorativa.

Monumento en memoria del Holocausto.

Las instalaciones que se pueden reservar.

Marshall Park tiene cubierta de hierba y espacios sombreados, además de un pequeño anfiteatro que se puede reservar para eventos de la comunidad.

Foto del parque en multimedia

N/A: Espero les haya gustado este capítulo. Debo decir que me sorprende lo que todo el mundo pide, llevan apenas unas horas de novios (aunque vayan varios capítulos) no pueden irse así como así a follar (ewe lo harán pero calma, calma).

Debo dar la bienvenida a los nuevos lectores tanto a los fantasmas, invisibles y a los atrevidos. Incluso a mis lectores stalker XD (los que me siguen)

Amos sus comentarios, sus votos y que lean la historia.

Quiero agradecerle a todos ustedes estamos en el #82 de Historias cortas el día de hoy.

Gracias.

Se despide MidoriUP