Diario de un Suicida

Epilogo

Cinco años después.

―¿Te ayudo en algo? ―preguntó Rodrigo llegando a la sala vacía de su nuevo departamento.

―Trae el resto de las cajas, terminaré de sacar las cosas de esta ―contestó Alexander con una sonrisa.

Alexander y Rodrigo se estaban mudando juntos. Compraron un lindo departamento cerca del centro de la ciudad. Era perfecto para ellos, quedaba cerca de la universidad de Alexander donde estudiaba psicología. Al igual que a Rodrigo quien estudiaba educación. Llevaban cinco años de relación, habían tenido sus altos y bajas pero habían permanecido juntos a pesar de todo.

Alexander tomó una caja que tenía su nombre. La abrió y vio que eran varios libros, mangas y algunos portarretratos. La levantó del suelo y fue a la habitación principal que compartiría con Rodrigo. Saco varios libros y los acomodó en el estante.

Andrés había amueblado el lugar días antes para que su hijo y su pareja solo se preocupasen por llevar el resto de sus pertenencias.

Alexander miró su nueva habitación y sonrió. Tomó un porta retrato donde salían él y Rodrigo el día que había cumplido una de muchas promesa, pero la mejor de todas.

Flash back

Alexander estaba en su casa listo para ir a su graduación. Sus padres estaban terminando de arreglarse. James jugaba con cutter en el patio esperando al resto. Alison los vería en la escuela, estaba en casa de su novio. Thomas las alcanzaría más tarde con su novia, ese día presentaba un examen.

Su madre bajó juntos a Andrés y lo apresuraron para salir. Salome se dedicó a regañar a su hijo mayor todo el trayecto por haber jugado con el perro corriendo riesgo de ensuciarse. Alexander estaba nervioso y ansioso. Pronto iría a la universidad y eso lo mocionaba.

Llegaron a la escuela a Andrés le costó un poco encontrar donde estacionarse. Rodrigo lo esperaba en el entrado con su hermana. Alexander se apresuró para llegar junto a su novio. Lo besó hasta que sintió un carraspeo detrás de sí. Se separó sonrojado de su novio y encaró avergonzado a su padre.

―Contrólense un poco, o Salome los regañara por arrugar sus trajes ―dijo el mayor guiñándole un ojo a Rodrigo.

Alexander miró con sospecha a su padre. Desde que había aceptado que tenía una relación con Rodrigo siempre lo trataba con desconfianza ese gesto indicaba que se traía algo entre manos.

―¿Desde cuándo te llevas tan bien con mi padre? ―preguntó a Rodrigo.

―Estrellita solo está feliz, no te hagas ideas raras ―dijo Rodrigo desviando la mirada.

Alexander asintió pero miró detenidamente a su novio.

"Trama algo" pensó.

―¡Al fin llegan! ―gritó Anthony con la toga y el birrete puestos.

―¿Y Sebastián?

―Por ahí, lo mande a freír espárragos.

―¿Otra escena? ―preguntón una ceja alzada Alexander comenzado a caminar junto a su primo.

―Sí, no entiende que aunque otros quieran conmigo yo solo quiero con él.

―Pensé que había superado eso.

―Sí, pero tal vez sea mi culpa ―dijo Anthony con una sonrisa nerviosa.

―¿Qué?

―Es que el chico de segundo que está detrás de mí, me besó y Sebastián llegó en ese preciso momento.