CAPITULO 21

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Esta noche había dormido muy bien. Me seguía doliendo un poco las costillas, pero el dolor era soportable. Isaac, desde que pasó eso aquella noche, esta todo el tiempo pendiente de mi. No me dejar ir sola a ningún lado. ¡Quería entrar conmigo hasta en el cuarto de baño! Menos mal que lo convencí de que no. Había pasado dos días de eso y el seguía mimándome. Como el me decía "eres mi bebe", estaba loco. En vez de ayudarme a bajar las escaleras, como las personas normales, me cogía y me llevaba al sofá. No pisaba el suelo para nada. Esta mañana recibí un mensaje del gobernador de que fuera a su despacho. Como sabía perfectamente de que Isaac, no me iba a dejar salir, lo llamé.

- Hola. Buenos días señor gobernador. Soy Grace Willians. ¿Quería hablar conmigo?

- Si, pero tenemos que hablar sobre el tema que hablamos la ultima vez.

- Ahora mismo no puedo ir a verle. Hace dos días tuve un accidente, no grave pero, me fracturé algunas costillas y el medico me mandó reposo y aquí mi amigo, no me deja salir de casa para nada.

- JAJAJAJA, bueno cuando se ponga bien la esperaré para poder hablar con usted. Espero que se mejore.

- Gracias, señor gobernador. - dije colgando el teléfono. Me tiré en el sofá, arropándome con la manta camilla de la mesa. Esta mañana me había levantado con un poco de frío. Isaac estaba preparando el desayuno como siempre. No me dejaba hacer nada. Encendí la televisión y vi que estaban echando en Discobery Max un programa sobre submarinismo. Siempre me había gustado mucho ese deporte.

Mi padre, cuando yo era chica, me enseñó a contener la respiración el suficiente tiempo como para pescar a un pescado. Parecía una sirenita. Seguí mirando y vi, que este programa había sido grabado en Hawaii. Me quedé mirando las bonitas playas que tenía. Estaba deseando bañarme en ellas. Todavía no había tenido la oportunidad entre unas cosas y otras.

Mientras se hacía el desayuno, Isaac se tiró en el sofá, con mucha delicadeza, al lado mía y nos quedamos los dos abrazados el uno al otro. Me sentía tan protegida a su lado, que no me gustaría separarme de el nunca. Habían pasado 4 años desde que nos conocimos y no habíamos tenido ninguna pelea ni nada de nada. Esto significaría una cosa. Los dos eramos dos naranjas que ahora rodaban juntas, tal para cual.

El tostador sonó, indicando que la tostada ya estaba lista. Isaac se levantó y trajo el desayuno. Cuando se sentó a mi lado, le di un beso, en señal de "gracias, te amo" Nos pusimos a desayunar y alguien llamó a la puerta. Isaac se levantó y abrió la puerta, era mi primo, mi tío, Dylan y Connor. Me sorprendió mucho ver a Dylan aquí. Todavía no le había dicho a Isaac, de lo que me enteré y no sabía si contárselo. Todos me dieron dos besos en la mejilla y tomaron asiento en los espacios que no estaban ocupado. Yo seguí desayunando al igual que Isaac.

- Bueno. Habrá que decirle a la gente que mañana habrá un mercadillo. - dijo Connor hablando con Isaac.

- ¿Qué? ¿Cuando se ha hablado eso? - dije confundida.

- Te acuerdas que te dije que hiciéramos un mercadillo? El día de el hospital, antes de que te despertaras, nos pusimos ha hablar de algo y salió eso, a Isaac le gustó la idea y hemos pensado en quedar hoy para hablar de ese tema. - dijo Connor mirando a los demás y después se centró en mi. - Pensé que lo sabías.

- Bueno, yo se lo iba a decir ahora mismo, pero te me has adelantado. - dijo Isaac al lado mía. - Estaba esperando a que estuviéramos todos para así, hablarte de el tema. - siguió hablando.

- Yo tenía pensado poner una especie de propaganda, con la calle y el numero de casa, para que la gente pueda saber donde se hace el mercadillo. - habló mi tío. - Podríamos poner una foto, para ponerle algo de adorno y que llamé la atención. Yo tengo un amigo que hace ese tipo de cosas, puedo pedirle ayuda.

Mi vida como policiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora