Grace, una chica buena y sencilla, sufre desde pequeña. Con el paso del tiempo, se da cuenta que por mucha cosas malas que le pasen, tiene que seguir hacia delante.
Cuando se ve sola en un situación critica, aparece alguien inesperado que le cambia...
Eran las seis y media y decidí levantarme ya. En ese momento, me acordé que el gobernador me había dicho que me quería en su despacho a las siete.
Me vestí corriendo, me peine, me pinté......... Salí corriendo y vi a mi tío en el coche patrulla. Me acerqué al coche.
- ¿Tío que haces tan temprano despierto?
- Me voy a trabajar, Grace.
- Tío, ¿me puedes a casa del gobernador? Me dijo que tenía que estar a las siete y son menos diez y si te digo la verdad, no se donde es.
- Anda, sube, yo te llevo.
- Gracias, tío.
Me llevó por un par de calles que, si hubiera sido yo, hubiera llegado a las diez de la mañana. Cuando llegué, vi como era la casa del gobernador.
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Mi tío me dejó en la puerta y entré. Había muy poca gente allí, así que decidí preguntarle a una de las mujeres que había allí, por si había llegado el gobernador.
- Hola, buenos días, soy Grace Willians, vengo porque el gobernador quería verme.
- Espere que lo compruebo.Mmmmmm, así ya la veo, el gobernador la espera.
- Gracias.
Subí las escaleras y dos hombres estaban parados enfrente de una puerta que, supongo que será donde estará el gobernador. Cuando me dispuse a entrar, uno de los hombre se puso por delante mía.
- Identificación, por favor.
- No llevo pero, puedo explicarlo, Soy Grace Willians, el gobernador me dijo que viniera. Preguntárselo a el.
El hombre abrió la puerta de golpe, no se si me había creído o que uno de esos chismes que tenía en la oreja le habría dicho quien soy.
Cuando entré el gobernador, estaba sentado mirando su gran portátil. Cuando cerré la puerta y cerró su portátil, haciendo que salté del ruido que hizo. Si no se cargó la pantalla, milagro.
- ¿Usted debe de ser la señorita Willians?
- Grace, Grace Willians.
- Muy bien Grace, sientese.
Me senté cruzando mis piernas. Estaba nerviosa.
- Muy bien señorita Willians. ¿Con qué planteamiento a venido usted?
- ¿Cómo? ¿A que se refiere?
- Su antiguo jefe, me dijo que eras muy buena en tu trabajo y te mandó aquí, para que cambiaras ese trabajo. ¿No te lo dijo el?
Negué con la cabeza. ¿Para qué trabajo me han mandado aquí?
- Muy bien se lo explico, Estaba pensando en crear una nueva unidad, pero esta no va a ser una unidad de policías cualquiera, quiero coger a los mejores y usted está entre una de ellas. Todavía no se cuando lo voy a llevar a cabo, pero mientras estarás en la comisaría, ayudando a algunos policías a cerrar casos que nunca se han cerrado. Cuando tenga pensado de dar el paso que le acabo de comentarle, será la primera en saberlo.
