Pasaron meses y meses desde esa ultima comida familiar y nosotros, seguimos resolviendo casos como locos. La mayoría de esos casos salieron victoriosos.
Jacob y Emma se iban a casar dentro de dos semanas, Dylan nos presentó a su novia nueva llamada Malia. Nano y Manuel seguían haciendo de las suyas, como aquella vez que, estábamos en un restaurante y Nano, por culpa mía, tenía un brazo escayolado y no dejaba que ninguno de nosotros le firmara la escayola. En el restaurante, una camarera se acercó a nosotros y le preguntó si con su permiso, podía escribirle en la escayola y el todo contento le dijo que si. Todos nos quedamos sorprendido ante su respuesta pero a quien más le impactó fue a su mejor amigo Manuel.
Empezaron a discutir riéndose de el porqué de esa respuesta. Todo el mundo nos miraban y se reían de aquella situación. La camarera se reía con nosotros e incluso, después de terminar su turno, se quedó con nosotros en nuestra mesa y nos estuvimos conociendo. Al final ella y Nano, establecieron una relación que por ahora, sigue en pie.
Pues Gabi, Gabi e Isaac se fueron de el país unos días a ver a sus padres y yo, me quedé con Jack para cuidar de el. Aunque ya el estaba bien y recuperado, lo quería seguir protegiendo y cuidando.
Una semana antes de que volviesen Isaac y Gabi volvieran, Jack quiso darme una sorpresa y llevarme a Canadá. No sabía que o quien nos esperaban allí pero yo, lo seguí sabiendo que podía confiar en el.
Los dos, locos de contentos de que el trayecto terminara, nos fuimos a un barrio tranquilo y pacifico donde las familias salían a tomar el sol y comían helado. Parecía un barrio sacado de una novela o cuento. Todo el mundo que pasaba, nos saludaba y nos decían que hacíamos muy buena pareja. Nosotros nos reíamos cada vez que nos decían eso y, al llegar a una esquina de un edificio blanco llenos de flores, me encontré a dos de las mejores personas que yo había podido conocer. ¡ERAN LOS PADRES DE HARRY Y DE JACK! Corriendo, fui a darle un abrazo, cosa que no hacía en muchísimos años. No sabía cuanto tiempo habíamos pasado abrazados pero, a mi no me importaba. Los echaba tanto de menos. Estuvimos allí dos día para contarles todo lo que había pasado desde que nos separamos. Les conté que conocí a un hombre que me ayudó a seguir hacia delante. Que conocí a unos amigos que tambien me cambiaron la vida.
Para ellos parecía que el tiempo no había pasado, ellos seguían iguales que cuando yo me fui de su casa. Pregunté por Harry y me dijeron que dentro de dos día vendría a a casa a verlos. Yo tan contenta, les dije que volvería a verlos y a verle. Al regresar, me encontré a mi cuñado y a mi novio, sentados en el porche, con una cerveza en la mano, mientras reían de algún comentario de los dos.
Al llegar yo y Jack, se levantaron, nos dieron un abrazo y nos entregaron a los dos una cerveza. Esa noche la pasamos bebiendo cerveza, comiendo pizza y viendo un programa en la tele llamado ACUARIOS XXL.
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- Despierta dormilona. - me senté en la cama mientras veía como el me traía mi desayuno. Hoy hacíamos seis años juntos y como en cada mes o en cada año, en la bandeja, me traía una rosa y una cajita chica. Yo me levante de la cama y lo abracé mientras lo besaba. No sabía como decirle de verdad que lo quería.
Entonces, me acordé de lo que tenía en el salón preparado para el. Anoche salí tarde, sin que se diera cuenta Isaac y fui con Jack hasta su antigua tienda a coger el cuando que le tenía preparado. Mientras nos comíamos los dos el desayuno, preparé la estrategia para que el encontrara el regalo.
- Isaac, anoche puse una lavadora y no me acordé de tenderla, ¿podría bajar tu mientras yo organizo el cuarto? - el asintió y bajó todo contento al salón. Yo corriendo, fui a llamar a Jack y a Gabi para que todos viéramos la cara de Isaac.
Al bajar, Isaac estaba en frente de el regalo que yo misma le hice, con la ayuda de Jack.
- ¿Y esto? - dijo el sorprendido por lo grande que era.
- Tu regalo. - dije sentándome en la escalera.
Isaac se volvió a mirar a lo que tenía detrás de la espalda. Cogió la tela que lo cubría y vio que estaba envuelto.
- ¿Enserio? - dijo riéndose mientras nos reíamos todos. Al romper el papel de regalo, se quedó perplejo al ver de que se trataba.
Isaac se dio la vuelta para verme y ver que yo, sonriente, esperaba su respuesta de que si le había gustado.
Me acerqué a el y le abracé por detrás. Se había quedado sin palabras, lo sabía. Se había quedado sin mover un musculo.
- ¿Te gusta? - dije riéndome y dándole la vuelta para que me mirase.
- No me gusta, me encanta. - dijo besándome. Se quedó abrazándome un rato hasta que se separó de mi y se puso recto. - Bueno, es hora de colgarlo. - dijo quitándose la camisa del pijama y yéndose a un pequeño armario donde guardaba todas las herramientas.
- ¿Pero lo vas a colgar ahora? - dije sorprendida ante la sorpresa.
- Claro. - dijo convencido y sonriente. - ¿Pasa algo? - dijo riéndose. - ¿Sorprendida?
- Si, un poco. Pero no me quejo. Me gustan las vistas. - dije mirando a Isaac, Jack y Gabi sin camisa, que se habían unido a ayudar a colgarlo, ya que, era muy grande.
- Jajaj, disfruta disfruta, que lo bueno se acaba. - dijo Gabi de cachondeo.
Mientras miraba como esos tres bombones colgaban el cuadro, llamé a mi primo para ver si quería venirse a mi saca a comer con nosotros cuatro pero, dijo que había quedado con Emma para saber donde iban a celebrar su boda. Estaban tan ilusionados que no pasaban casi ningún tiempo con nosotros desde que se comprometieron.
Invitamos a todos a mi casa y nos pusimos en mi patio, con una barbacoa y la piscina. Todos estuvimos juntos riéndonos, hablando y haciendo fotos para recordar todos estos momentos tan bueno que pasamos juntos.
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Mi vida como policia
AcciónGrace, una chica buena y sencilla, sufre desde pequeña. Con el paso del tiempo, se da cuenta que por mucha cosas malas que le pasen, tiene que seguir hacia delante. Cuando se ve sola en un situación critica, aparece alguien inesperado que le cambia...