Capítulo 25

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AVISO CAPÍTULO ENTERO MUY HOT

NO PARA PERSONAS SENSIBLES, =)

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Tumbados en la cama, James le seguía acariciando la pierna donde su vestido terminaba, estaba deseando verle sin vestido, pero no quería que ella se asustase y saliera corriendo de la habitación. Se notaba que él tenía práctica en eso, o al menos más que Mia, quien se dedicaba a besarle apasionadamente mientras acariciaba su cabeza y cuello. La mano de James, dejó de estar en el cuello de Mia, para empezar a descender hasta llegar a la otra pierna, donde empezó a hacer suaves masajes en ambas piernas, subiendo poco a poco el vestido de Mia, esta no dejaba de morder dulcemente los labios de James, queriendo cada vez más y siendo un poco inconsciente de hasta dónde iban sus sentimientos en esos momentos.

James, se separó de los labios de Mia, suspirando dulcemente mientras le miraba a los ojos, unos ojos donde la palabra lujuria estaba escrita en ellos, se veía que Mia quería más, pero lo que ella no sabía es que él quería mucho más que ella.

-Si quieres que pare dilo, solo dilo Mia. – James susurró en los labios de ella, mirándola atentamente, sin dejar de observar esos brillantes ojos.

-No pares. – Mia habló con un pequeño gruñido, y aferrando a James contra ella para poder seguir besándolo. Por dios, ¡hacía cuánto tiempo no tenía un buen sexo!

-Menos mal, pero te advierto que una vez que empecemos no podré parar. Y con no podré, me refiero a que no querré. -James, la miraba serio a sus ojos, no quería perderse nada de ese encuentro.

Mia no se molestó en seguir hablando o en decirle otra vez que ella estaba de acuerdo con ello. Ella quería seguir, necesitaba seguir.

Suavemente James se volvió a acercar a la cara de Mia, dándole un beso más pasional, cada centímetro de piel que no tacaba a Mia, ésta sufría por ello, queriendo cada vez más y más de él. Le colocó una mano en su cabello acariciándolo, y su otra mano la volvió a depositar en su fuerte hombro, donde se notaba la tensión que emanaba de él.

James, por su parte, siguió acariciando las piernas de Mia, estaba vez más arriba del vestido, hasta llegar una de sus manos a su redondo y perfecto culo, donde el masajeaba suavemente pensando las cosas que podía hacer con el, desde luego esto lo iba a disfrutar mucho.

Mia soltó un suave gemido, queriendo que no se le escaparan por vergüenza, trató de morderse el labio, cosa que solo hizo que James le besase de manera urgente, estaba claro que, a él, le gustaban sus labios. Siguieron besándose, hasta que James se cansó y empezó a subirle el vestido, necesitaba quitárselo, no podía llegar a sus pechos y él quería sus pechos, un tanto caprichoso...

Se separó de Mia, esta gruñó intentando que él volviera a adorarla con sus dulces y apasionados besos, pero él quería que ese estúpido vestido estuviese fuera, no podía llegar a sus pechos, cual drama era ese para él. Empezó a deslizar suavemente el vestido hacia arriba, hasta que llegó la parte de los pechos de Mia, la cual se quedó atascado y no podía pasar, pero por qué le castigaban de esa manera.

Mia rio dulcemente mientras se mordía sus labios para intentar disimular, la risa nerviosa que se le escapaba.

-James, el vestido tiene cremallera en la parte trasera- James le dio la vuelta bruscamente, pegando Mia un bote en la cama.

-Dichoso vestido, no hace más que retrasarme- James gruñó bajo mientras bajaba la cremallera, haciendo que Mia volviese a reírse.

Una vez bajada la cremallera, él le quitó el vestido rápidamente pasándolo por su cabeza, y la contempló. Mia estaba tumbada de espaldas, debajo de él. Tenía unas pecas pequeñas en la parte izquierda de la espalda en forma de camino, dirigiéndose hacia una pequeña marca. Una marca, donde destacaba sobre la piel morena de Mia, siendo blanca y rosada, se notaba que era una antigua marca y no algo reciente.

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