Capítulo 27

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-Buenos días, bienvenido a Construcciones Holder, por favor tome asiento.

El siguiente en entrar era un chico joven alto, aunque no más del metro ochenta, pelo negro azabache de ojos grandes verdes. En ese instante envidió sus ojos, eran grandes, muy grandes, no en exceso como si fuera un pez globo, pero si grandes y luminosos. Siguió bajando y empezó a repasar el atuendo con el que venía a la entrevista; no llegaba a ser un traje con corbata y pañuelo, aunque peor hubiera sido con pajarita, era un pantalón negro formal, sin raya en medios, cosa que a Mia le parecía fenomenal, porque es algo demasiado formal para acudir a una entrevista. Una camisa blanca, donde todos sus botones estaban cerrados pulcramente y ninguna arruga aparecía en ella. Una chaqueta negra con un escudo en la parte izquierda de esta, denotaba lo cara que podía llegar a ser. Mia tenía una cosa clara, contra más grande fuera el escudo, más costaba.

Tomó asiento delante de ella y la miró fijamente. Por unos segundos, Mia solo quedó prendada en ellos, mirándolo sin parpadear, hasta que se acordó de por qué estaban ahí. Carraspeó ligeramente y sonrió cogiendo el bolígrafo y empezó a disparar las preguntas que llevaba haciendo toda la mañana.

-Bueno, veo Sr. Moore que es licenciado en la Universidad de aquí, dígame, ¿por qué quiere trabajar en nuestra empresa?

-Mi padre es albañil, decidí estudiar empresariales para llevar el negocio familiar, ya que desde pequeño yo había estado en las obras. Pero antes de eso, me gustaría probar en otra empresa, poder ganar mi propio dinero por mí y no estar trabajando en la empresa como el "hijo de". Quiero conseguir mis metas por mí mismo.

-Bueno, desde luego eso es lo más sincero que he oído en todo el día. Entonces la pregunta ¿qué desea conseguir usted?, ¿diría que es experiencia y conseguir vivir gracias a sus logros?

-Sí, exactamente busco eso. Quiero aprender nuevos métodos de cómo llevar la administración, ponerme al día con ello, y poder ascender por mí mismo, no por quien sea mi padre.

La entrevista fue amena, hablaron mucho, quizás demasiado, ya que había otras personas afuera esperando, pero era tan agradable hablar con una persona que sabía lo que quería, sabía que podía encontrarse en el trabajo, no le pilaba por sorpresa, además estuvieron de acuerdo en que el ayuntamiento era odioso.

Así entre entrevista y entrevista, llegó la hora de comer. Iba a comer con James, al menos le había dicho que le esperaba, no creía que el juicio iría con retraso. Se dispuso a levantarse y a dirigirse a la puerta cuando el trio calavera le estaba esperando en la puerta del ascensor para bajar las cuatro juntas a comer. Cierto que no les había comentado que hoy comía con James...

-Hola de nuevo chicas, ¿qué tal ha ido la mañana? - sonriente Mia, se fue acercando a ellas, mientras metía el móvil en su bolso.

-Hola mamá enamorada, todo bien por aquí. – Maddie, sonreía de oreja a oreja, mientras levantaba sus cejas sugerentemente. – qué tal ha ido el fin de semana con Romeo...

-Se llama James, y no estoy enamorada, por favor dejemos el tema – fue más ruego que otra cosa, sabía que Maddie, no iba a dejar escapar la oportunidad, la conocía demasiado bien.

-Bueno, eso lo dices tú, yo creo firmemente que estáis enamorados, lo que viene siendo amor de colegiala. Tú disfruta que tienes edad, ya llegarás a la nuestra- con esto las tres rieron cual llenas...

-Sí, y llegaran los dolores de cabeza, los hijos crecen y dejas de dormir pensando qué harán...- Rose exclama, mientras pulsaba el botón de la planta cero.

-Por qué no estudian, por qué no trabajan, qué novia es esa...- Alice se unía al grupo aportando experiencia y sobre todo buenas vibraciones para lo que le tocaría en un futuro a Mia.

Es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora