Capitulo 8

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"Un sueño que sueñas solo es un sueño. Un sueño que sueñas con alguien es una realidad. John Lennon".


Mientras su boca se reunió con la mía, resultó ser mucho mejor de lo que imaginaba, acostados en mi cómoda cama. Suaves y húmedos y sin embargo imperativos, sus labios se movieron sobre los míos antes de que su lengua me hiciera cosquillas en la comisura de la boca en una silenciosa petición para que la abriera. Mis labios se separaron y la lengua de James se deslizó dentro, ondulando suavemente, con la cabeza inclinada para ganar aún más acceso.

Aunque traté de detenerlo, un gemido se escapó de mí al mismo tiempo que el espasmo silbó alzándose entre mis piernas. Sentí un latido de respuesta en el creciente bulto que estaba presionando contra mi cadera y me di cuenta que no era la única afectada por la actividad de nuestras bocas. Perdida en el conocimiento de que era seguro que James me deseaba tanto como yo a él, deslicé mi manos hasta rodear sus anchos hombros, con una mano deslizándose más hacia arriba para sumergirse en su cabello negro y mantener su cara pegada a la mía. Sus manos también se movían, inclinándose, capturó mis nalgas revestidas en jean y trajo a mi cuerpo el contacto directo con la dureza dentro de sus pantalones hechos a medida. Doblando las rodillas ligeramente, movió sus caderas para estrujarse contra mí. Dejando notorio cuan afectado estaba por estos dulces y apasionados besos.

Me cogió mi lengua en su boca y comenzó a succionarla, imitando el ritmo de sus caderas. Después de unos momentos, dejó mi lengua para chupar mi labio inferior, chasqueando con la punta de su lengua. Me salían gemidos cortos, con una respiración entrecortada no podía parar de agarrar el pelo fuerte de James y seguir manteniendo su cara cerca de la mia

Me estaba derritiendo, no aguantaba tener a James más tiempo del necesario con la ropa puesta, estaba húmeda y lo quería ya dentro de mí, me dispuse a desabrocharle el cinturón...

PIIIIIII PIIIIIII PIIIIII

-¡¿P-pero qué?! Mierda

Genial estaba soñando, estaba soñando con James y ahora estaba empapada, sudorosa y con ganas de un buen polvo. Yo creo que mi ex estaba mejor físicamente, aunque bueno a decir verdad a James no lo he visto desnudo aunque seguro que mal, no está.

Me di una ducha rapidísima, me puse un vestido blanco corto, por encima de mis rodillas y la parte trasera un poco más baja, las mangas eran largas y con aberturas, un par de simple collares y unas sandalias marrones veraniegas. Me encantaba ir a la oficina con vestidos, más que con faldas, ya que las encuentro un poco incómodas para sentarse, no sé por qué pero prefiero vestido, este me lo solía poner para salir a alguna discoteca, con unos tacones de infarto, un poco de maquillaje y un buen peinado. Quizás sea porque vaya a comer con Jace, pero estaba de buen humor y quería que me viese vestida un poco sexy para trabajar, nadie se daría cuenta, soy la eterna becaria que tiene un minúsculo cubículo como despacho, ¿Quién se va a fijar?

Compré los cafés, irlandés para el jefe, con leche para mí, adoro en café, me pasaría horas y horas y horas viendo como hecha la máquina ese chorrito de café. Cuando llegué a la oficina, era un caos, llamadas por un lado, bueno el querido Ayuntamiento, todo el día con el Ayuntamiento, no me iban a dar el permiso de obra y la necesitábamos empezar para ayer, la Srta. Yuri se iba a cabrear bastante, supongo que a mi me riñe ella y a ella el jefe. Es lo que hay, son unos ineptos y lentos, serán funcionarios pero no sirven para estar allí. Tan sólo tienen que firmar un papel ¡dios santo! Un maldito papel que autorice a empezar la obra.

La impresora se me estropeó por decimocuarta vez esa semana, así que tuve que ir a la fotocopiadora a ganar tiempo mientras se reinstalaba también por decimocuarta vez, vi a Matt hablando con Maddie, era una mujer dulce, regordeta, con el pelo lacio y corto, siempre fue muy simpática conmigo, desde el principio y siempre le pedía algún favor cuando tenía que imprimir con urgencia. Sonreí y me dirigí hacia la fotocopiadora cuando Maddie se me acercó.

Es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora