Es mío

Capítulo 33

Capítulo nuevamente HOT ❤ ‼

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Al día siguiente, James se despertó a media mañana, giró sobre su costado izquierdo, descubriendo a una dormida Mia, donde su pelo rizado del día anterior, ya era casi liso, y donde su maquillaje se había corrido considerablemente, viniendo a ser un mache, cosa que jamás le diría a una mujer nada más despertar, y en concreto a ésta mujer. De todas formas, estaba desnuda en su cama, estaba maravillosamente desnuda. Ella estaba desnuda en la cama que desde hacía un tiempo estaban compartiendo, era verdad que no era como su cama King Size en su lujoso piso del centro, donde sus sábanas eran de algodón de mil hilos finos de Egipto, tampoco tenía a alguien pendiente de recoger el desastre del día anterior o si quiera hacerle el desayuno.

Hablando de desayuno, quizás podría prepararle un desayuno para cuando ella despertarse, sería romántico y seguro que sumaba puntos, y para James, todo lo que sumase puntos era una bendición. Con lo que se levantó de la cama intentando no despertarla y se dirigió a la cocina. Abrió la nevera encontrándose con leche, mortadela, queso, carne y un pescado con aspecto dudoso. Un desayuno con leche no sería suficiente para una cafeinómana como era Mia. Tendría que ir a una cafetería cercana para comprar el desayuno. Volvió al cuarto, se puso corriendo un pantalón de chándal y una camiseta básica, todo negro para este día de resaca, aunque si lo pensaba bien, James apenas tenía resaca, apenas probó el alcohol, cosa que Mia no podría decir. Se apuntó mentalmente ir a una farmacia a por unas pastillas para cuando ella despertase.

Se fue a la cafetería más cercana, compró dos cafés dobles, un par de zumos y un pastel relleno de chocolate cremoso añadiéndole una cobertura también de chocolate, qué mujer se resistiría a eso... En la farmacia tenía tres tipos diferentes de pastillas para la resaca, compró las tres cajas, no sabía cuál sería la preferencia de Mia y no quería arriesgarse. Llegó al bloque de Mia y no quiso arriesgarse a subir por el ascensor por si se quedaba atrapado en el, por lo que subió las escaleras de dos en dos, con ansias de poder prepararle todo a tiempo antes de que ella despertase.

Se dispuso a depositar las cosas en una bandeja para llevársela al cuarto, el café estaba caliente, por lo que no tendría que calentarlo de nuevo, aunque lo vertió sobre una taza para que quedase mejor que en ese vaso de plástico, el zumo lo colocó en un vaso de cristal y en uno de los dos platos que ubicó con arte en la bandeja fue el pastel de chocolate y en el otro plato las pastillas de la resaca, una de cada tipo.

Cuando fue a girarse para poder llevarla hacia el cuarto de Mia, una voz hizo que volviera a girarse escondiendo la bandeja y haciendo un ruido de vasija bastante estridente para una resacosa Mia.

- ¿Qué haces en mi cocina? ¿Qué es ese ruido? – Una somnolienta Mia cubierta con el edredón, miraba atenta a la espalda de James quien intentaba ocultarle algo, cosa que hizo que su entrecejo se juntase. - ¿qué me estás escondiendo, James? ¿Has roto algo?

- ¿Por qué te has despertado? – James intentaba ganar tiempo para pensar qué era lo que debía hacer, desde luego darle el desayuno de esa manera no era romántico, por lo que no sumaría puntos. – vuelve a la cama Mia, ahora voy yo.

-No quiero volver a la cama, quiero que me digas que me escondes. James por favor, dime que no has roto nada del pequeño, es todo tan sumamente caro. – una mirada de horror se le cruzó a Mia por el rostro pensando cuándo podría adecuar el pequeño piso para su hijo.

James no pudo dejar pasar el tono con que ella le habló, el agotamiento y la pesadumbre que ella sentía cada vez que tenía que hacer frente a una suma que a ella le parecía grande, como comprar un cochecito o el asiento que él le había comprado al pequeño para que iría en su coche. Por lo que James, se volvió en esa pequeña cocina para hacerle frente y que ella podría tranquilizarse, con las manos en alto y una mirada lo más suave que pudo retransmitirle, quería decir que todo iba a estar bien, que no pasaba nada.