Despierto presa de otra pesadilla. Miro hacia todos lados desesperada. Felipe no esta aquí conmigo. Observo sobre la cama unos jeans, su camiseta favorita, ropa interior, unos calcetines y mis zapatillas. Ha dejado mi ropa lista para que me cambie, pero él no se ha quedado.
Comprendo lo que le afecta, pero hubiese deseado que él estuviera conmigo hasta el ultimo momento. Me pongo de pie y comienzo a vestirme; no me molesto en bañarme, no vale la pena hacerlo. Me termino de vestir y me dirijo al baño. La mujer que se refleja en el espejo se encuentra devastada; con grandes ojeras, con el cabello revuelto, pálida. La observo de pies a cabeza y sonrió; llevo su camiseta favorita, mi favorita, aun huele a él, sé que no la ha lavado y lo agradezco, agradezco poder seguir sintiendo su dulce aroma incluso cuando estoy a minutos de dejar de respirar.
Me cepillo un poco el cabello y me dirijo a la cocina. Las zapatillas son arrastradas por el piso cada vez que doy un paso, los jeas están fríos, y su camiseta me recuerda su ausencia.
Entro a la cocina dispuesta a comer por ultima vez, y lo que me encuentro es a mi desconsolada amiga llorando, y a Sebastian a su lado intentando calmarla. La escena me derrumba, miro a Felipe, que al notar mi presencia a levantado su mirada que antes esta fija en el piso; sus ojos me piden perdón. Les a contado todo.
Mis lagrimas comienzan a caer desconsoladamente, Felipe mira el piso nuevamente y yo veo como sus lagrimas caen hasta hacer contacto con la cerámica de la cocina. Me quedo de pie en la puerta, sin atreverme a entrar, a abrir la boca, y no reacciono hasta que los brazos de Camila me envuelven.
La voz titubeante y silenciosa de Sebastian intenta detenerla-Camila...-pero ya es tarde, ella ya se ha aferrado a mi, empapando la camiseta de Felipe y rompiéndome un poco mas mi corazón.
-Camila...no...te preocupes...estaré bien.-la tomo de los hombros y la aparto de mi. Tiene que aceptar lo que va a pasar. Tiene que ser así, esta decidido, no hay marcha atrás.
-¡No! No permitiré que te vayas. Saldremos de aquí, en el auto de Sebastian y nos iremos, vamos a huir, así se solucionará todo.-me mira furiosa, pero aun así veo sus lagrimas caer una tras otra.
-Camila, déjala, ya a decidido ir. Si lo hace es por algo-intenta hacerla entrar en razón, Sebastian, pero todo es en vano, ella no aceptará tan fácilmente que mi destino ya esta escrito.
-¡No! No permitiré que se lleven a mi mejor amiga, y tu-apunta a Sebastian con furia-no te metas. Eres un maldito sin sentimientos. Tu quieres que ella muera, ella no te importa. Y tu-apunta a Felipe-Eres un puto cobarde. La dejaras morir. ¡Te odio! ¡Los odio! ¡No pueden permitir que ella muera! ¡No pueden!
Nunca había visto a Camila tan afectada. Yo siempre la vi como una mujer fuerte, capaz de superar cualquier obstáculo, pero ahora sé que tras su fachada, su corazón es tan blando y tan débil como el mio. La abrazo nuevamente. Sus lagrimas me siguen empapando, aunque esta vez esta un poco mas tranquila.
Besó su frente y acaricio su cabello.
-No puedo hacer nada para evitar mi muerte. No sé que fue lo que hice, pero sé que no hay otra solución. No quiero que les pase nada, por eso, tengo que cumplir con lo que me han exigido, no hay otra solución.-paso mi mano por mis ojos para deshacerme rápidamente de las lagrimas que he dejado escapar.
Felipe se pone de pie, va al refrigerador, saca la leche de chocolate, la sirve en un vaso, y sin parar de sollozar, me lo entrega para que lo beba.
-Son las cinco en punto, en unos minutos mas tendrás que irte, deberías comer algo antes de hacerlo.-le doy un dulce beso y luego tomo un sorbo de la leche.
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La Isla Del Escualo [EDITANDO]
RomanceSe conocían desde la infancia. Ella lo había amado desde que tenía memoria, pero él testarudo se negaba a corresponder sus sentimientos al punto de abandonarla por años. ¿Qué pasará cuando él vuelva a su vida?¿Se seguirá comportando tan arrogante co...