-Un mes, y al fin puedo salir de este horrible lugar-miro a Camila que me sonríe y lanzó una carcajada.
-Después de todo las cosas no salieron tan mal como esperábamos.-me pasa uno de los bolsos que hay sobre la cama de hospital y se echa el otro al hombro.
-Supongo, solo que ahora estaremos como antes, solteras.
-Exacto, solteras, pero no solas-me guiña un ojos y sonríe.
Salgo de la habitación de paredes blancas siguiéndole el paso a la que es y creo que siempre será mi mejor amiga.
Ese día, el día siguiente de la partida de Felipe, asistí al control al que me habían pedido ir, pero debido a mi salud mental en ese momento caí nuevamente internada al hospital. En un principio me encontraba en un estado de negación, negaba todo y no creía que el estar entre cuatro paredes me solucionaría todos los problemas, no confiaba en nadie, ni siquiera en Camila, que día a día después de sus clases en la universidad, y a pesar de su cansancio o sus necesidades de estudiar para los exámenes, venía a visitarme; todo era tan complicado, el escuchar a la gente era complicado, el tomar atención, el dormir y hasta el pestañear, porque al cerrar los ojos siempre volvía a mi mente esa imagen que el día de hoy casi no recuerdo. Después, cuando comencé a escuchar y a olvidar un poco lo sucedido, caí en una pequeña depresión debido a la ausencia de Felipe, pues claro, en un principio, con tantas cosas en la cabeza, él era solo un recuerdo más de algo que suponía importante para mi, pero cuando superé mi trauma y me vi, por fin, sin él a mi lado, me debilite de nuevo.
-Te quedarás ahí parada todo el rato, sal de ascensor, tomaremos un taxi- me despejo de mi ensoñación y camino a su lado hacia la salida de hospital.
Estar un mes internada ha hecho que muchos de los ahorros que tenía hayan disminuido y tan bien ha provocado que mis planes de terminar bien este primer año de universidad, fracasara. Camila tuvo que hacer los tramites por mi, en un principio intentó hablar con mis profesores para que me ayudaran y tuvieran consideración conmigo, nosotras pretendíamos que yo pudiera rendir los exámenes atrasados e incluso los trabajos para cuando me dieran de alta, pero la mayoría se negó rotundamente, lo que obligó a Camila a congelar mis estudios universitarios por lo que quedaba del semestre, en otras palabras, tengo que esperar hasta el próximo año para ingresar nuevamente.
-¿Crees que aun tendre trabajo en la heladería? después de todo nunca justifique mi ausencia a lo largo de este mes-le sonrió.
-Claro-rueda los ojos-incluso te pagaran el mes de trabajo.
-¿Tu crees?-salto con fingida emoción mientras junto mis manos.
La mirada de Camila cambia, y lo que eran risas por una broma estúpida se convierte en algo más serio y sentimental. Su mirada es maternal, con ternura, su sonrisa es devil, pero está presente, y aunque se asemeja a un gesto de lástima sé que no es ese tipo de expresión. Se me hace un nudo en la garganta y siento que si dejo derramar un sola lágrima no podre parara mas, y volveré a esos días oscuros donde todo era llantos y pensamientos perjudiciales para mi salud y para mi vida.
-Me alegra verte sonreir de nuevo.-asiento débilmente a punto de quebrar en llanto. Ella estira su mano y un taxi se detiene frente a nosotras. Subo tras ella y mantengo el silencio el resto del camino.
Siento ganas de disculparme, y es que le debo tantas cosas a la mujer que tengo sentada a mi lado. Si no fuera por ella no hubiese podido salir del agujero en el que estaba sumergida. Ella renunció ya a tantas cosas por mi que hasta siento lastima. Renuncio al amor, a la vida social, un poco a sus estudios, a su familia, a la diversión, a su tiempo libre y a tantas cosas mas por mi, pero lo que me sigue haciendo sentir más culpable, es que haya renunciado a lo primero que nombre, al amor.
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La Isla Del Escualo [EDITANDO]
RomanceSe conocían desde la infancia. Ella lo había amado desde que tenía memoria, pero él testarudo se negaba a corresponder sus sentimientos al punto de abandonarla por años. ¿Qué pasará cuando él vuelva a su vida?¿Se seguirá comportando tan arrogante co...