Capítulo 1

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Vengo de una familia acomodada. Mi padre es dueño de un sin número de agencias de construcción. Mi madre, que en paz descanse, nunca terminó sus estudios de medicina; quizá por culpa del machismo de mi padre, o por el nacimiento de mi hermano mayor Javier.

Javier es un joven de diez y nueve años, malcriado y rebelde, con la mala costumbre de mirar en menos a los que lo rodean. De cabello castaño, tez blanca, ojos verdes y alto. Ha dedicado su último año de vida a los estudios universitarios, aunque de inteligente no tiene mucho, ha logrado salir airoso del primer año de carrera.

Mi opinión sobre él no es la mejor que puede tener una hermana menor. Hemos tenido reiteradas riñas sobre su irresponcivilidad y descaro, pero aun así, con peleas, no he logrado que él cambie, y mucho menos, que mi padre deje de apoyar a su egocéntrico primogénito.

El hermano que le sigue, mantiene dos años de diferencia con él. Divertido, atento y responsable, quizá todo lo contrario al heredero de la familia, pero eso es fácil de explicar. Ismael fue muy apegado a mi madre, por lo mismo heredo todas sus cualidades y aspiraciones. Pretende estudiar medicina y yo desde el fondo de mi corazón ruego para que logre alcanzar ese maravilloso sueño inspirado en mi madre.

Lola, es mas que una hemana, la concidero mi mejor amiga, siempre ha estado ahí cuando la he necesitado, siempre me ha apoyado en todo. Igual que mis hermanos, conserva unos hermos e invidiables ojos verdes, herencia de mi padre, que la hacen ver mas bella de lo que es. De cabello castaño y cuerpo escultural, es la envidia de toda chica común y corriente, incluyéndome.

Luego vengo yo, con la edad de trece, dos años menor que Lola, soy el patito feo de la familia. Mis caracteristicos lentes permanentes, mi cabello castaño y liso, mi baja estatura y mis ojos oscuros me hacen ser la menor de los cuatro hermanos que comparten la misma sangre.

Mi madre murió años atrás, dejando a cuatro hijos en manos de un hombre muy ocupado. Hemos sido criados por manos ajenas la mayor parte de nuestras vidas; empleadas domesticas, nanas y mayordomos, han sido uno de los tantos personajes que se han encargado de nuestra criansa.

Desde la muerte de mi madre, mi padre a mantenido la soltería. Nunca hemos conocido a una novia o algo por el estilo, y realmente lo agradesco. Mi vida es lo bastante compleja como para tener que lidiar con una madrastra.

A pesar de que mi padre se ha mantenido soltero, ha decidido adoptar otros hijos. En total somos siete hermanos, o más bien lo éramos, porque hoy conoceremos, al parecer, al que ocupará el octavo lugar en esta familia tan numerosa.

Hasta ahora, mi padre, por razones que no alcanzo a comprender a adoptado a dos niñas y un niño. Las primeras dos son gemelas, Trini y Raquel, dos pequeñas y dulces niñas con caracteres muy diferentes que llegaron hace cuatro años atrás, con la edad de siete años, a la ostentosa mansión a la que llamamos casa. Mientras tanto, Daniel fue adoptado cuando solo era un indefenso bebé. Algo consentido y malhumorado, pero buena persona, ha ido creciendo junto con esta debilitada familia, para convertirse en un niño de apenas diez años.

-¿Estas lista?-pregunta Lola golpeando la puerta de mi habitación.

-Si, dame un segundo-termino de alisar mi vestido con las manos y salgo.

Hace más de dos semanas que no hemos visto a nuestro padre, por lo mismo, hoy nos hemos vestido de gala para recibirlo a él y al nuevo hermano que llegara.

Bajo las escaleras junto a mi hermana, ya que en el piso de abajo nos esperan el resto de nuestros hermanos. Al llegar abajo puedo divisar a todos los hombres de la familia con sus elejantes trajes y corbatas, mientras nosotras, llevamos nuestros mejores vestidos.

La Isla Del Escualo [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora