Quiero terminar.

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Las vacaciones han acabado. He vuelto a la universidad, y como han terminado las vacaciones, han terminado mis días completos junto a él. Lo veo todos los días después de clase, en el trabajo, pero no es lo mismo, no es igual a estar todo el día a su lado. 

Desde que llegó Camila y Sebastian al final de las vacaciones de invierno, todo ha cambiado. Felipe no es el mismo, ha cambiado radicalmente. Ese día en que llore desconsoladamente cambio todo para bien, se podría decir que llegamos al acuerdo de ser "andantes", que es como estar juntos sin estar juntos; él se volvió mas atento, menos burlón, mas cariñoso, pero cuando Camila y su novio volvieron, todo eso se termino. 

Te quiero, es lo que me dice antes de acostarse en su cama en la noche. Desde que no estamos solos en casa, nos hemos limitado a dormir cada uno en su cama. Lo hemos hablado, hemos hablado de confesar lo nuestro a mi mejor amiga, pero él se rehusa, dice que lo quiere mantener en secreto, que eso lo hace mas "excitante", aunque en realidad es solo una escusa barata. Lo mismo ha pasado con lo de dormir juntos, como no tenemos una puerta que se pueda cerrar, como él la rompió para entrar ese día, dice que es peligroso por que nos pueden descubrir. 

Los besos también se ha reducido. No mas besos para despertar, no mas besos en el trabajo, no mas besos cuando salimos a algún lado, no mas besos antes de dormir, no mas besos en el ascensor, no mas besos en la recepción, no mas besos antes de dormir. Nos hemos conformado con los besos a escondidas en el baño, a los besos en la bodega de la heladería, a los besos cuando quedamos solos en casa. Todo es distinto ahora, él es mas frió, mas distante. Extraño al hombre que me quería de hace unas semanas atrás, incluso extraño al joven que limpiaba las piscinas en la isla; hasta ese joven era mas atento que el hombre que me ha confesado sus sentimientos.

Mi teléfono suena, es Felipe. Contesto resignada. Sé que aunque este furiosa con él, de ninguna forma seria capaz de no contestarle, o de colgarle en medio de una llamada, porque él nunca lo ha hecho conmigo. 

-Hola Felipe-hablo con el móvil en el oído. Estoy en el baño de mi universidad, aquí nadie me puede interrumpir. 

-Hola-contesta una voz que sé que no es la de él.-¿estas en un lugar seguro? 

-¿Quien eres? ¿Y Felipe? ¿Le paso algo?-siento un nudo en la garganta. 

-Deja de pensar en él. Te llamo por algo importante. 

-¿Por qué tiene el celular de él? ¿Quien es usted?-estoy preocupada, esto no huele bien. 

-Soy Creik. Quiero que me escuches, te tengo que decir algo muy importante.-no se que pensar de esto. -mira, me robe el celular de Felipe porque mi celular lo pueden rastrear. Ese día que fui a tu cumpleaños te tenia que decir algo, pero él había enviado gente a vigilarme.-esto me estaba mariando. No entiendo de que habla. 

-¿Quien es él?-pregunto, necesito que parta por hay, si alguien lo vigila y rastrea su celular no puede ser nadie bueno. 

-No te puedo dar esa información. Es confidencial-quiero colgarle el teléfono, pero siento que lo que me tiene que decir es importante, me intriga.-Solo escucha. Quiero que recuerdes esto "Llorando en tus brazos, un 22 de abril"-recordaba eso, fue antes de que llamaran para decirnos que papá se encontraba mal; antes de volver a encontrarme con Felipe. El día del cumpleaños de Creik. Esos eran buenos tiempos, cuando nos llevábamos bien. Pero algo no calzaba, no comprendo porque quiere que lo recuerde si eso ya es pasado. 

-¿Pero que tiene que ver con el psicópata que te persigue?-pregunte. Sigo sin entender nada. 

-Solo recuerda eso. Cuídate y ten cuidado, es peligroso.-colgó el teléfono. Intente llamar de nuevo pero estaba fuera de linea.  

La Isla Del Escualo [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora