Muevo los ojos de un lado a otro desorientada, no sé cuántas horas llevo aquí, no sé si han pasado días o solo minutos, solo sé que Felipe lleva observandome durante mucho tiempo, y que yo, como la puta hipócrita que soy, llevo dándole la espalda todo este tiempo. La puerta se abre nuevamente y ingresa la mujer detestable que conocí antes, ya ha entrado varias veces, algunas solo viene a ver si necesito algo, otras trae comida que yo simplemente rechazó. Esta es una de esas veces.
-He traído comida, se la podrías dar, ya estoy cansada de tratar con ella, he perdido la cuenta de cuantas veces me la ha rechazado ya.-habla con aires de grandeza dirigiéndose a Felipe, como si fuera una gran puritana, como si mereciera una medalla por alimentar pacientes.
-Lo intentaré.-la voz deprimida de Felipe mueve algo en mi. El sonido del chapoteo disminuye y sorpresivamente, mi estómago ruge de hambre. No lo había sentido hace mucho.
-Ok, la dejaré aquí, dásela cuando gustes-la mujer cierra la puerta y yo me cuestiono como una mujer tan despreciable como ella puede trabajar en la salud pública. Salió sin siquiera dar las gracias, encargó su trabajo a otra persona, por el cual le pagan, y aun así se da el lujo de ser arrogante. El chapoteo aumenta, la imagen vuelve a mi mente y pierdo el apetito.
-Amor-habla suave, o quizá habla normal, pero el sonido del chapoteo me impide escucharlo con total claridad.-quieres comer algo, tienes que comer, llevas tres días sin alimentarte como debes.
Sigo dándole la espalda con la mirada pegada en la pared blanca que está frente a mi. Ya han pasado tres días, él lleva tres días esperando a que yo reaccione, a que yo coma algo, a que yo duerma. ¿No he dormido en tres días? No recuerdo haberlo hecho. Siento lástima, siento lástima por Felipe, él ha estado todo este tiempo aquí apoyándome, siendo que no gana nada más que mi despreciable rechazo, cuando en realidad yo también debería estar apoyandolo, después de todo él sigue siendo mi novio, y yo sigo amandolo como el primer día.
-Solo un poco, unas cuantas cucharadas-su voz sigue siendo un pequeño susurro que se escucha a lo lejos, y su voz lastimera, me quiebra un poco más.
Me doy la vuelta y observó detenidamente su rostro, él cierra los ojos como para evitar observar los míos, con miedo. Debajo de sus largas pestañas puedo ver sus marcadas ojeras, mantiene sus labios curvados hacia abajo en una triste mueca, y su rostro pálido muestra los signos de la agonía con la que ha sufrido todos estos días.
Levanto mi mano, y casi con lástima acaricio su rostro para consolarlo, es el primer gesto que hago sin pensar en mi primero, es la primera vez que lo colocó a él antes del chapoteo incesante que amenaza con llevarse la poca cordura que me queda. Al posar mi mano sobre su rostro Felipe aprieta los ojos con susto, y luego los abre lentamente dejando ver lo rojo de ellos. Ha estado llorando todo este tiempo.
-Comeré- me limito a decir y apartó mi mano de su rostro, Felipe asiente, toma la bandeja que ha dejado sobre la mesita junto a mi cama, la coloca sobre sus rodillas y espera a que me siente, luego la coloca en mis manos y me observa comer en silencio.
Como lento la asquerosa comida del hospital, bebo del agua para soportar el sabor y observo un punto fijo en la muralla blanca frente a mi para evitar la mirada de aquel hombre preocupado. Para evitar todos los problemas que me rodean imagino una escena divertida de Felipe y de mi corriendo desnudos por la habitación, y de la cara de sorpresa de esa vieja amargada de la enfermera al vernos en tales condiciones, y una sonrisa involuntaria escapa de mis labios. Ha sido una buena distracción.
-¿Por qué sonríes?-la voz de Felipe es neutra, sin expresión, como cuando una persona pregunta algo sin ningun interes, solo que en este caso él si esta interesado, solo que con lo que ha pasado, a ambos se nos hace difícil mostrar nuestras expresiones.
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La Isla Del Escualo [EDITANDO]
RomanceSe conocían desde la infancia. Ella lo había amado desde que tenía memoria, pero él testarudo se negaba a corresponder sus sentimientos al punto de abandonarla por años. ¿Qué pasará cuando él vuelva a su vida?¿Se seguirá comportando tan arrogante co...