Me cuesta tanto quererte.

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¿Como reaccionaria una persona normal después del bochornoso momento que pase?¿Se disculparía y fingiría que nada paso?¿Volvería a su lado y terminaría con lo que había comenzado?¿O optaría por evitar entablar una conversación a toda costa?  Pues yo he optado por la ultima. En tres largos y tediosos día lo he evitado, he intentado no hablar con él, y solo he cruzado simples palabras como: "Hola" "Bien ¿y tu?" "Gracias" "Buenas noches". 

Ese días después de el terror que causo en mi aquella situación, me encerré en el baño a llorar; él intento decirme que no importaba, que no me sintiera presionada y todas esas palabras dulces que al final no sirvieron de nada. Yo termine durmiendo en esa habitación mientras que él se fue a acostar a la del lado y así han sido las cosas desde ese día, Felipe ahora duerme en el sofá del  living mientras yo extraño cada larga noche, tener su cuerpo tibio a mi lado. 

-Hola-musita despacio entrando en la cocina. Yo tomo mi plato de cereal con una mano y saco una cuchara de un cajón. 

-Hola-hablo con un hilo de voz y me apresuro a salir del lugar. 

-Espera-toma la mano que no sostiene el recipiente con cereal y me obliga a detenerme. Esto era lo que me temía, me temía que en algún momento tuviera que enfrentarlo cara a cara.-No quiero que sigamos así, quiero que sigamos como estábamos, felices. 

-Felipe, no quiero hablar ahora-intento soltarme. No lo puedo enfrentar, no puedo mirarlo a los ojos sin recordar mi estúpida reacción. Soy una cobarde. 

-Pero yo si...Mira yo sé que presionarte estuvo mal, que no debí hacerlo, pero quiero que lo olvides, no volveré a hacerlo, solo quiero que volvamos a estar... 

-Puedes soltarla-resuena la voz furiosa de Camila. Ella no tiene ni la menor idea de lo que ha pasado, solo ha llegado a sus oídos la mínima información de que nosotros no estamos bien. 

Felipe me suelta y yo camino en silencio a mi habitación. Camila me sigue. 

Me siento en mi cama y continuo comiéndome el cereal, Camila se sienta a mi lado; permanezco en silencio. 

-No sé lo que paso entre ustedes, y tampoco quiero entrometerme, pero ustedes estaban tan bien que no logro comprender que ha pasado como para que te muestres tan arisca con él-hace una pausa y suspira-No me digas que ese maldito se a metido con otra, porque si es así te juro que le corto las... 

-No, tranquila-la interrumpo-no ha sido nada de lo que te imaginas. 

-¿Entonces que ha pasado?-sonrió para mi misma, dijo que no se entrometería, o por lo menos que no tenia la intención de hacerlo. 

-Te estas entrometiendo-se encoje de hombros. 

-Soy tu mejor amiga y tengo derecho de saber porque estas dejando escapar de tus manos al hombre que siempre anhelaste. 

Tiene razón, yo siempre le he deseado y ahora lo estoy dejado ir por algo que tiene solución. 

-Tienes razón-la abrazo efusivamente. 

-Siempre la tengo, cariño. Ahora cuéntame que ha pasado.-le sonrió y salgo corriendo. 

-No hay tiempo.-salgo de la habitación rápidamente y comienzo a buscarlo por el departamento. 

Cuando lo encuentro esta en la cocina tumbado sobre la barra de desayuno, tiene la cabeza escondida entre sus brazos y mueve un pie repetidamente en signo de desesperación. Me acerco cautelosa, sin meter el menor ruido. Aun no he pensado en que decirle cuando lo tenga que enfrentar, pero supongo que no se me da tan mal improvisar, así que allá vamos. 

Acerco mi mano tiritona y nerviosa a su hombro dispuesta a tocarlo; algo vibra en el bolsillo de mi pantalón, mi celular suena en completo silencio de la misma forma que yo arrepentida de mi apresurada decisión de hablarle, salgo de la cocina para contestar la llamada. 

La Isla Del Escualo [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora