Capítulo 14 - Un deseo hecho realidad.

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Leen había dormido poco esa noche. "Nunca. Repito, nunca. Pienses que quiero aprovecharme de ti." Esas eran las palabras que se repetían en su cabeza sin entender el porqué de su significado.

Solo había logrado dormir unas dos horas, cuando el sol ya empezaba a aparecer.

Se levantó agitada por el calor, estaba sola. Se levantó de la cama, cuando Melanie entro a la habitación.

- ¡Buenos días! - le dijo Melanie sonriente. - Por fin te despiertas.

- ¿Qué hora es? - preguntó Leen.

- La hora de bajar a comer, están tus padres...- dijo Melanie poco convencida.

- ¡Oh! Me da vergüenza bajar... - dijo Leen.

- ¿Vergüenza? ¿De qué? - se extrañó Melanie.

- No quiero encontrarme con Álex.- dijo al recordar lo sucedido esa misma noche.

- ¡Puah! - dijo Melanie. - ¿Qué os ha pasado ya? - dijo molesta, ya estaba harta de las quejas de su amiga al ver a Álex con Kaylee.

- Me besó. - dijo avergonzada.

- ¡Oh! - chillo Melanie emocionada. - ¿Y por qué no le quieres ver?

- No es que no quiera... Me da vergüenza. No sé por qué me beso, ni entiendo lo que me dijo... - se puso pensativa. - Nunca. Repito, nunca. Pienses que quiero aprovecharme de ti. - dijo en un susurró.

- ¡Qué complicado es el chico! - rio Melanie. - Pero no te preocupes que no está abajo.

- ¿Cómo que no está? - se extrañó Leen.

- Cuando me desperté solo estaba tú hermano.

- ¡Oh! Estará con Kaylee. ¡Dios! Será hijo de... de su madre. - dijo molesta.

- Espera Leen, ¿Por qué tiene que estar con Kaylee? - intento calmarla Melanie.

- ¡Dios! ¡Por qué es un tío! ¡Un imbécil!

Molesta bajo al salón donde vio a sus padres discutir. Estaba tan furiosa que dijo.

- ¡Dios! ¡Por qué no os divorciáis de una maldita vez! ¡Seréis más felices! ¡Y no os amargareis con vuestros gritos!

Nadie daba crédito a lo que Leen estaba diciendo, ni ella misma sabía lo que estaba diciendo. Estaba tan enfadada que las palabras salían de su boca sin pensar.

Y aun se encendió más cuando vio a Álex entrar al apartamento despeinado, con la camiseta mal puesta y agitado.

Le miro endurecida, le aparto de la puerta y se fue dando un portazo.

- ¡Leen! - chilló Álex que salió tras ella.

La pudo pillar saliendo de los apartamentos, y la cogió por el brazo. Ella se giró, estaba a punto de llorar, cuando se soltó de su agarré y le chilló.

- ¡No me sigas! ¡Déjame en paz! ¡Vete con Kaylee!

Y acto seguido empezó a correr dirección a su refugio.

Álex volvió al apartamento donde Omar y sus padres ya no estaban.

- ¿Qué le ha pasado? - dijo Álex al llegar.

- ¿Aún preguntas que ha pasado? - dijo Melanie enfadada. - ¡Eres muy tonto! Ha sido todo por tu culpa.

- ¡Pero si yo no estaba aquí!

- Mira Álex. - dijo Melanie sería. - Voy a ser sincera. No sé qué le has hecho, pero cuando llegue aquí, la pobre se había enamorado de ti. Pero tú, como capullo que eres, te enrollas con Kaylee. ¡Y para colmo la besas! - frunció el ceño. - ¡La besas solo para crearle ilusiones! Y así dos veces. Es que no tenéis corazón los tíos. - Álex no asimilaba lo que le decía. - ¡Y es que! ¡A quién se le ocurre acostarse con la puta, después de ilusionarla! Y venir aquí como si nada...

Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora