Capítulo 31 - Apoyo

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Habían pasado dos días desde que Melanie acepto que le gustaba Aitor, y aun no le había dicho nada.

Leen había insistido mucho en que diera ella el primer paso, y que se lo contará todo a Aitor, que le haría muy feliz, pero esta se negaba rotundamente.

Leen, harta de ver la situación de vergüenza que se generaba cuando Melanie estaba cerca de Aitor, decidió hablar con su nuevo confidente, Álex, y este le dijo que lo dejará todo en sus manos. Leen lo miró extrañada, pero confiaba en él.

-¡Despierta dormilona! - la llamó Leen. -Tenemos que bajar a desayunar.

- Ve tu sola, tengo mucho sueño. - se quejo Melanie que daba vueltas por la cama.

- No. Lo siento. Hoy nos toca a nosotras preparar el desayuno. - Explico Leen mientras se ponía el pijama.

- ¡Dios! Dile a tu padres, que el verano que viene cojan un apartamento con muuuuuuchas habitaciones. - dijo Melanie levantándose.

Leen no respondió, se quedo mirando a la nada.

- ¿Leen? ¿Estas bien? - preguntó al ver que no respondía

- Sabes perfectamente, que ya no habrá otras vacaciones familiares... - dijo dándole a entender que sus padres se habían divorciado.

- ¡Oh! Lo siento. - dijo Melanie maldiciéndose - No lo he dicho con esa intención...

- Lose, lo has dicho para poder seguir durmiendo... - Dijo Leen forzando una sonrisa.

- Me siento tan mal...

- No importa, haz tu el desayuno mientras yo sigo durmiendo. - se burló Leen.

- No señorita. - dijo cogiéndola por el brazo. - Anda vayámonos - dijo arrastrándola hacía la cocina. - ¿Ya sabes que vas a hacer?

- ¿Sobre que? - dijo Leen mientras hacía una tortita un tanto cremada.

- ¿Dónde vas a quedarte a vivir?

- ¡Bfff! Aun no lo he pensado detenidamente, en parte me enamora este lugar, es tan precioso, y el hecho de empezar una nueva vida, me encanta...

- Pero no conoces a nadie... - dijo Melanie.

- Eso es lo bonito, allí está Raúl... y todos los estupidos del pueblo... - se quejó Leen.

- Pero aquí no esta tu querido Álex... - dijo Melanie.

- Lo sé, y eso me cabrea. Por que ahora es lo único que me anima a seguir viviendo allí, pero luego pienso... y pienso. ¿Y si no sale bien?

- ¡No pienses así! - se quejó Melanie. - Tú y Álex estáis hechos el uno por el otro. - dijo cruzándose de brazos.

- Lo sé...

- ¿Qué haces? - le preguntó Omar a Álex que estaba sentado en las escaleras.

- Nada. - dijo levantándose

- ¿Estabas espiando a las chicas pervertido?

- Por supuesto que no. - se quejó Álex.

-Anda, bajemos a desayunar me estoy muriendo de hambre. - dijo Omar dando un salto. - ¡Buenos días! - chillo Omar al llegar al salón haciendo que las dos chicas callaran intensamente.

- Buenos días. - dijeron las dos chicas al unísono.

- Hola... - dijo Álex apagado.

- ¿Que te pasa? - le preguntó Leen acercándose a él.

- Eso me gustaría saber, me lo he encontrado sentado en las escaleras. - dijo Omar.

- ¿En las escaleras? - preguntó Melanie sorprendida. - ¿Nos estabas espiando?

Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora