Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]

Capítulo 21 - De regreso.

A la mañana siguiente ya estaban puestas de camino hacía el paraíso tropical en silencio. Un silencio que se rompía en las cabezas de cada una de las mujeres que había en el coche.

Faltaba poco para comer, y las chicas ya se estaban quejando por el hambre. Pararon a una área de servicio a comer algo de comida rápida.

Una vez retomado el viaje en menos de dos horas llegaron al paraíso tropical. Aparcaron en el parking de los apartamentos. Y las tres se dirigieron al apartamento donde se alojaban los hermanos.

Por el camino Jane, se encontró con una de las amigas que había hecho en ese lugar, se despidió de las dos chicas y se fue con ella.

Las chicas llegaron al apartamento, cuando entraron, fueron directas a la habitación a dejar la maleta de Melanie y lo poco que había cogido Leen. Estaban cansadas del viaje así que decidieron ponerse el bañador e ir a la piscina a darse unos largos. Cuando bajaron al salón, se encontraron con Omar apoyado a la puerta que daba al jardín. 

-¿Adónde vais? - pregunto él.

- A la piscina. - comentó Melanie ya que Leen aún estaba enfadada.

- ¿A la piscina? Con la preciosa playa que tenemos solo cruzar el jardín... - dijo acercándose a ellas.

- Ya... - intento decir Melanie pero Omar las empujó hacia fuera.

Cruzaron la puerta del jardín y vieron a todos los chicos y gente casi nueva en el porche del apartamento con un pastel en la mesa y una pancarta que ponía "Bienvenidas" colgado en la pared. Las dos chicas se emocionaron. Y saludaron a todo el mundo. 

- Ella es Anna, y su hermano Tony. - dijo Carlos al ver que Melanie les miro sin saber quién eran. - Tú Leen creo que te suenan...

- ¡Oh! La chica del vestíbulo. - dijo ella sonriente. - Sí, creo que me acuerdo de ti.

- Yo soy Melanie. - se presentó cuando Esther se acercó a ellas. 

- Es que desde que os fuisteis las dos... Aquí han pasado un montón de cosas...- dijo Esther.

- Ponme al día. - le dijo Leen yéndose con ella a sentarse en la mesa cuando la música empezó a sonar. 

- Eso después. - se quejó Carlos. - Quiero tarta. - dijo mientras lamia su labio superior.  - Y tenéis que cortarla las dos fugitivas. 

Melanie y Leen se sonrieron cómplices y se acercaron a la tarta. Cada una cogió un cuchillo. Después de que Belinda hiciese unas cuantas fotos antes y después de cortar la tarta. Leen retuvo su conversación con Esther. 

- Cuando te fuiste. - suspiro. -  sin avisar. - puntualizo guiñándole el ojo. - Un día estábamos en la playa y esta chica se acercó a nosotros, más bien al... señor. - dijo señalando con la cabeza a Aitor. - Resulta que acababa de llegar el día en que se topó con Aitor, y como no quería estar todo el día con su hermano, porque según ella, es un aburrido. - se burló. - decidió acercarse a él y así conocer a gente nueva. 

- No... - dijo Leen horrorizada. - ¿Ella y él se han enrollado?

- Hasta donde yo se no, solo hay tonteo por parte de ella, y torpeza por parte de él. - dijo echando una carcajada al aire. - Pero vamos... no sé. 

Leen estuvo con la mirada fija a la mesa que tenía delante, cuando Anna se acercó. 

- Hola chicas. - dijo ella muy sonriente. - ¿Queréis jugar al bingo?

- ¡¿Al bingo?! - se burlaron las dos. - Eso es para gente mayor... término por decir Esther.

- No a esa clase de bingo. - se rio Anna. - Mi hermano y yo hemos traído el bingo de los chupitos. Es el bingo normal, pero con bolitas de colores. Y cuando sale el tuyo... pues eso, toca beber. Será divertido. - sonrió.