Capítulo 24 - En busca del tesoro.

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Una mañana a la hora de comer, Omar estaba haciendo la comida cuando las dos chicas se dirigieron al salón.

- Alguna vez podrías querer aprender a cocinar. - le dijo Omar.

- No gracias, ya te tengo a ti. - dijo Leen aun con resentimiento.

Habían pasado unos días en lo que los dos hermanos empezaban hablarse. Pero aun Leen le guardaba algo de rencor.

- Vamos Leen, dentro de poco harás los dieciocho años... Creo que ya va siendo hora de aprender.

- No te preocupes, que cuando venga a vivir con papá ya aprenderé a cocinar. - se defendió ella.

- Está bien... como quieras. - dijo Omar sin querer discutir. Ya le había pedido perdón demasiadas veces como para querer enfadarla más.

- Por cierto. - intervino Melanie. - ¿Que vas a hacer para celebrar tu cumpleaños?

- Nada, no me apetece celebrarlo. - dijo moviendo los hombros.

- ¿Como que no? ¡Son tus dieciocho!

- Lo sé, pero no quiero que nadie sepa que los hago, así que no se lo digas a nadie. - dijo frunciendo el ceño

Lo que Leen no sabía es que Melanie ya se había ido de la lengua con Esther y Anna. Y ya estaban pensando en celebrar su cumpleaños en el ático donde hicieron la despedida de Laia.

Esa tarde cuando Leen estaba en la piscina hablando con Belinda. Melanie se fue a la toalla a coger su móvil y el de Leen.

Abrió primero el segundo en busca de un nombre en la agenda de contactos, que no encontraba y era extraño ya que iba por la C. Entonces observó un nombre no muy común. "Capullo" abrió el número pensando que sería la persona que buscaba y llamo desde su móvil.

- ¿Diga? - dijo una voz masculina al otro lado del teléfono.

- ¿Quién eres? - pregunto Melanie al no reconocer la voz.

- Quién eres tú, que me has llamado tú. - dijo el chico molesto.

- Yo soy Amanda. ¿Y tú?- mintió.

- Yo soy Raúl. – Raúl hizo una breve pausa, esperando a que esa tal Amanda digiera lo que quería pero esta solo colgó.

- Me he equivocado. - mascullo Melanie observando el teléfono.

Siguió mirando la agenda de Leen, pero no encontraba ningún otro nombre extrañó cuando estaba a punto de empezar la I. Entonces se acercó Leen.

- ¿Qué haces? - le preguntó esta. - ¿Es mi teléfono? - pregunto al ver que le escondía detrás de ella.

- Eh... Supongo que sí... - intentó defenderse Melanie.

- ¿Para qué lo quieres? - preguntó mientras se lo quitaba.

- Quería observar la hora... - mintió.

- Pero si tienes tu teléfono en la otra mano. - dijo Leen levantando una ceja.

- Ya... es que no sabía si estaba bien puesta... - Leen se la quedó mirando extremadamente y sin creérselo mucho. - ¿Ya sabes algo de Álex? – Añadió Melanie.

- Se puede saber ¿por qué me mencionas a ese imbécil?

- Imbécil... - susurró Melanie. - Lo capto...

Leen volvió a guardar el móvil en su bolsa y se fue a comprar un helado. Melanie espero a que Leen llegara a la tienda, para poder coger otra vez su móvil. Marco la letra I en el buscador de la agenda y se encontró con el nombre de "Imbécil"  Se guardó el número en su móvil porque estaba a punto de llegar Leen así que devolvió el móvil a su lugar. Estaba segura de que ese era el número.

Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora