Capítulo 2 - Graduación

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Eileen dormia placidamente en su habitación mientras en el salón se encontraba Omar jugando a la PlayStation. Cuando llamaron a la puerta principal.

- ¿Quién coño está llamando a la puerta a estas horas? - se quejó Omar.

- ¡Somos nosotros! - dijeron unas cuantas voces detras de la puerta.

- Vais a tener que esperar a que termine la partida.

- ¡Anda ya! ¡Vamos Omar abre la maldita puerta!

Mientras en la habitación de arriba Eileen se había despertado por culpa de los chillos de unos cuantos chicos debajo de su casa.

Bajó las escaleras medio dormida, hasta llegar a la puerta y poder abrirla.

- ¡Por fin abres tio! - se quejo un chico rubio entrando en la casa sin pedir permiso.

- ¡Por supuesto... pasad, estáis en vuestra casa! - ironizó Eileen.

- ¡Gracias enana! - dijo Álex despeinandola.

Ella como si no hubiera escuchado nada, se fue hacía a la cocina a servirse un vaso de agua.

- ¡Oh! ¡Muchas gracias! - dijo un chico arrebatandole el vaso de agua de las manos.

- ¡Álex! ¡Devuelvemelo! - dijo Eileen lanzandose encima de él haciendo derramar todo el agua encima suyo - Te lo mereces.

- Bueno... Solo es agua... Tiene fácil remedio. - dijo quitándose la camiseta, dejando al descubierto su cuerpo de atleta. - Que fresquito estoy. - Él se percato de que Eileen le estaba mirando embobada. - ¿ Te gusta?

- ¿Eh? Por supuesto que no, he visto de mejores. - dijo sirviéndose otro vaso de agua, el cual no iba a dejar que le quitará.

-¿Tu novio está mejor que yo? - preguntó Álex con intención de sondacarle si tenia novio.

- ¿Eh? - Eileen se quedo confusa. - Yo no tengo novio. Pero hay muchos mejores que tu.

- Que mentirosa eres. - se echó a reír.- Pronto descubriremos con quien sales, no es necesario que me mientas a mi, soi tu hermano postizo, no voy a juzgarte.

- ¡Bfff! que pesado... - dijo ella yéndose hacía a la habitación.

En el salón estaban Omar, Álex y todos los chicos de su antiguo curso.

- Que bien me lo he pasado, hacia mucho que no veía a la Señora Gómez. - dijo el chico rubio.

- Lo mejor de eso a sido ver su cara. - Dijo uno de los muchos chicos que había.

- Eres un artista, Diego. El dibujo se expresaba por si solo. - Todos echaron a reír.

- Aunque yo creo que esa mujer solo conoce el misionero, pobre marido.

Mientras los chicos estaban de risas, en la habitacion se encontraba Eileen, acababa de llamar a Melanie para que fuera ya a su casa, ya que no podria soportar a todos esos chicos en su casa. Pero Melanie dijo que eso no podia ser, que tenía que ayudar a su madre.

- Lo siento Leen nos vemos a las siete, un besito. - dijo Melanie, acto seguido colgó.

Eileen abrió el equipo de música, pensó en llamar a su querido novio, pero no quería ser una pesada que no le deja vivir, además estaría con sus amigos, como tenía que ser. Pero su querida amiga la dejo plantada.

Harta de no saber que hacer se puso a ordenar su querido armario al son de la música, a lo loco, no paraba de bailar con las prendas en la mano, de un lugar para el otro.

Cuando llego su canción favorita dejo lo que llevaba en la mano y se volvió loca. Ella pensaba en esa noche, pensaba que pasaría lo que la canción estaba cantando. Que se basaría con su novio bajo las estrellas mientras bailan pegados, en medio de una pista de baile al aire libre... Todo era tan bonito, pero se tuvo que romper. Unas risas empezaron a escucharse.

Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora