Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]

Capítulo 26 - Aclarando sentimientos.

Eran las dos de la noche pasadas cuando Omar recibió una llamada de su hermana.

- ¿Dónde estás? - preguntó Leen angustiada.

- Voy arreglar mi error. No te preocupes. - dijo Omar antes de colgar.

Eran las cuatro y media de la noche cuando Omar llegó a casa.

Cuando despertó, bajo a la cocina en busca de algo para comer, mientras cocinaba lo poco que había en la casa pensaba como hacer volver a Álex al paraíso tropical.

Salió de la casa para ir a buscar a su amigo Álex y darle todas las explicaciones que se merecía.

Llego delante de la casa, donde la puerta del garaje se encontraba medio abierta. Se acercó a ella y terminó por abrirla.

Se encontró con el coche de Sonia medio desguazado y un cuerpo metido en el capó del coche.

- ¿Se puede? - preguntó Omar mientras observaba que la otra mitad del cuerpo se levantaba.

- ¿Qué haces? - preguntó Álex asombrado por su presencia.

- Quiero pedirte perdón.

- Muy bien, perdonado. - dijo este siguiendo con el arreglo del coche de su madre.

- Álex lo digo enserio. Perdona por desconfiar de ti y de tus intenciones hacía mi hermana.

- Siempre es bonito saber que tu mejor amigo, aquel que consideras tu hermano, no confié en ti. Ese que tanto te conoce. - explicó Álex.

- Por eso mismo desconfíe, porque te conozco y conozco tu pasado... - suspiro al ver que Álex no hacía ninguna señal para perdonarlo. - ¿Cuantas veces te he visto utilizar a las tías? ¿Cuantas veces me has dicho: otra más para mi lista? Tienes que entenderme...

- Sí reconozco que te lo he dicho un montón de veces... - dijo este con la manos apoyadas en el coche. - Pero... ¿cuándo te he dicho algo así de tu hermana? ¿Cuándo te he hablado de ella?

- Ese fue uno de los problemas... No me dijiste nada. - se defendió Omar. - Si me lo hubieras dicho no me hubiera dolido tanto... Pero sentirme traicionado... por los dos.

- ¡Vamos Omar! ¡Si te lo hubiéramos dicho, me hubieras matado, no hubieses dejado a que me explicase. - le desafío. - Eres demasiado protector con ella.

- Será porque es mi hermana pequeña, la única que tengo, si tuvieras una... me entenderías.

- ¡Claro! Ahora la culpa es mía por no tener hermanas...

- No digo que tu tengas la culpa... tienes razón en el hecho que no hubiese dejado explicarte, pero haberlo intentado...

- Solo esperábamos a que pasará un tiempo para ver cómo iba todo. - dijo Álex molesto.

- Dios... lo siento mucho. - dijo Omar. - Prometo no desconfiar más de ti.

- Está bien. - dijo Álex acercándose a él para darle un abrazo.

- ¿Y desde cuando te gusta mi hermana? - preguntó Omar divertido.

- Qué más da eso ya. - dijo Álex. - Ya ha terminado todo.

- ¡Ah no! Eso sí que no. - se quejó. - Ahora que me he hecho a la idea de que mi mejor amigo es mi cuñado... 

- Lo siento por ti... - dijo Álex volviendo al coche.

- Escondí la carta. - dijo Omar. - No la leyó...

Álex lo miró enfadado, sabía que le acababa de perdonar, pero un sentimiento de furia había empezado a recorrer su cuerpo.