Nunca pude imaginar -[Pausada:Falta de imaginación]

Capítulo 30 - Perdón.

Melanie se levantó mientras en su cabeza todo le daba vueltas.

- Joder... - susurró.

- Buenos días a ti también. - dijo Leen que la acababa de despertar. 

- ¡Lo siento! - intentó disculparse Melanie llevándose la mano a la cabeza. - ¡Dios! Haz que la habitación deje de moverse. ¡Por favor!

- Claro que sí, ahora mismo. - dijo Leen levantándose de la cama. 

- ¿Qué haces? - le preguntó Melanie al ver que la cogía por el brazo y se la llevaba hacía el baño. 

Sin contestarle, cerró las puertas del baño, y abrió el grifo de la ducha bajo la mirada horrorizada de Melanie. 

- ¡Ni lo sueñes! - gritó Melanie asustada.

- Elige, esto o la playa... - Pero no dejo contestarla y la empujo dentro de la ducha con la ropa puesta. 

- ¡Ah! - grito Melanie al notar el agua con su piel. - ¡Está helada! - se quejó sin dejar de luchar para escapar de allí. 

- ¡Quieta! ¡Te lo mereces! Por lo que hiciste ayer... - Entonces la puerta de la habitación de los chicos empezó a sonar. - ¡Está ocupado! 

- ¿¡Pero que pasa allí adentro?! - preguntó Omar al otro lado de la puerta.

- Cosa de chicas. No te preocupes. 

- ¿Pero que dije ayer? No recuerdo nada. - dijo Melanie que no había parado de pensar en las palabras de Leen. 

- ¿Ya estas despejada? - preguntó Leen. Melanie asintió.

- Pero esto no hace que este mejor, me duele la cabeza. ¡Bff! - bufó. 

- No te preocupes solo lo he hecho para vengarme. Anda salgamos. 

Leen le acercó la toalla a Melanie, y quito los cerrojos de las puertas, haciendo que la puerta de los chicos se abriera de inmediato. 

- Pero que coño... - dijo Omar alucinado mientras Álex observaba desde su cama. 

- Nada... Nos vemos abajo. - sonrió Leen cerrando la puerta de su habitación tras de si. - ¿Seguro que no recuerdas nada? - dijo Leen desafiante.

- No... ¿Qué dije? ¡Oh! ¿me declaré a...? - dijo horrorizada.

- Más bien todo lo contrario. - dijo recalcando la palabra todo. 

- ¿Qué? ¡Explícate! 

- ¡Mmmh! No. Pienso divertirme. - dijo Leen dirigiéndose hacia la puerta de salida de la habitación. 

- ¡Leen! - chilló Melanie antes de que Leen cerrará la puerta. 

Leen sonriente bajo hacía la cocina donde estaban los chicos esperando una explicación por esos gritos ha esas horas de la mañana. 

- ¡Buenos días! - dijo dándole un beso a Álex. - Si Mel os pregunta que paso esa noche, no le digáis nada. - rio malvadamente. 

- ¿Por qué no? - se quejó Álex. - Quiero dejarle las cosas claras. Dijo cosas de mí... qué... ¡Argh! 

- No te preocupes cariño. Me lo voy a pasar mucho mejor así. 

Melanie bajo rápidamente las escaleras después de haberse cambiado la ropa, y les miro atemorizada, Leen la miraba sonriente y los chicos con malvad.

- ¡¿Qué?! - dijo Melanie acusadora. - ¿Tengo monos en la cara? 

Los chicos se miraron y salieron al jardín a desayunar.