Prólogo

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Grito. Pero solo en mi mente.

Corro. Pero solo en mis sueños.

Me mantengo firme intentando fundirme con las llamas y con el paso de la historia.

Sobrevivo como un reptil.

Mil ojos tengo en mi cabeza viéndolo todo, cada detalle, cada perfección, cada imperfección.

Obedezco e inclino mi cabeza en sumisión, mientras otro ser toma la corona.

Le prometo, le juro que viviré y moriré solo por su reino.

Que defenderé al débil y protegeré al inocente.

Que erradicaré el mal y destruiré al enemigo.

Le prometo todo eso mientras intento no llorar.

Porque llorar es de débiles y yo no puedo ser débil.

No puedo ser débil.

O eso pienso mientras torturo al débil y asesino al inocente.

Pienso que todo está bien, pero nada está bien.

Alguien toma la corona y se sienta en un trono de oro demasiado deslumbrante.

Y quiero volver a casa.

Es lo que más deseo en este mundo.

Volver a casa.

Ver a mi familia.

Ver una vez más mi hogar.

Pero sé que nunca volveré a verlo.

Nunca.

Jamás.





Grito. Pidiendo auxilio.

Corro. E intento alejarme de ellos.

Siento que tiemblo como una hoja en otoño y no puedo hacer nada para evitarlo.

Crezco como un felino.

Obedezco e inclino mi cabeza en sumisión, mientras se impone con su gran corona.

Le prometo, le juro que viviré y moriré solo por su reino.

Que defenderé al débil y protegeré al inocente.

Que erradicaré el mal y destruiré al enemigo.

Le prometo todo eso mientras lloro y sangro.

Porque mi sangre es una maldición.

Y debo ser más fuerte, dejar de ser débil.

O eso pienso mientras torturo al débil y asesino al inocente.

Pero todo está bien, uno cosecha lo que siembra. Y yo soy el juez de sus pecados.

Toma su corona y me susurra que soy su tormenta, que estaré bien a su lado.

Y no quiero volver a casa.

Es lo que más deseo en este mundo.

Quedarme aquí, en mi nuevo hogar.

Con mi nueva familia.

Olvidarlos y esperar a que se pudran en el infierno más profundo.

Mi antigua familia.

Y espero que mi deseo se haga realidad.

No volver a verlos.

Nunca.

Jamás.

Los pecados de nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora