Después de estar un tiempo pensativa y aburrida mejor dicho, sonó la campana que anunciaba que ya debíamos irnos a casa.
Lo que me recordó que estaba castigada en detención.
Y créanme no se donde esta detención, la verdad nunca nadie esta castigado.
—Hey Calvin. -Grite corriendo detrás de él-. —¿Donde queda detención?
El no respondió, simplemente camino, lo seguí en silencio detrás de él.
Algunas personas me miraban, lo sé, soy hermosa. Bueno quizás no, pero si me miraban.
Puede ser porqué es ¡CALVIN HARRISON! quién va delante de mi.
Si, es hermoso, pero no dejen que lo sepa.
Calvin subió al segundo piso e ingreso a una sala, hice lo mismo detrás de el y se sentó en la mesa del profesor, me miro por un segundo y hablo.
—Vienen a ver si estamos aquí a las seís y media, y no puedes ir al baño.
Mire mi reloj. Cuatro y media, ¡Por Dios!. Estoy pagando muy caro los errores del pasado. Ahora me puse chica tumblr.
Me senté a leer algunas novelas en mi celular, Calvin estaba durmiendo en la mesa, al menos el la estaba pasando mejor.
Después de diez minutos me levante a caminar al rededor de la sala, en realidad quería que Calvin se despertará, aunque sea un fastidioso, e incoherente muchachito, prefiero discutir con el, a estar aburrida.
Sólo bastó levantarme de la silla y Calvin levantó su cabeza, tenía sus ojos rojos, dándole un toque de ternura, envidio sus ojos.
Porque tiene que tener ojos tan lindos ¡Dios!.
¡Dios! ¿Porque digo tantas veces Dios? ¡Dios!. Cielo.
—¿Que mirás?. -Dijo molesto.
—Te recuerdo que tu comenzaste a mirarme, por cierto, lindos ojos. -Me volví hacia la pared y apreté mi mandíbula, por ¡Dios! ¿como le dije eso?.
Sentí sus pasos detrás de mi, y juro que cuando sentí su mano en mi estómago y su brazo en mi cintura, casi me da un infarto, miles de emociones sentí, y aún más cuando apego su cuerpo al mío y me hablo al oído.
—¿Así que son lindos?. -Dijo con su voz tan típica de el. Asentí nerviosa y el comenzó a reír-. —Bien por ti. -Dijo riéndose y apartandose de mi.
La vergüenza llegó a mis mejillas.
—Bien, por mi. -Repetí para mi misma.
—Eres tan tonta Nicole, de verdad me gustaría poder decirte que tus ojos también son lindos, pero no, no es así, ni en lo más mínimo.
Me di la vuelta y lo empuje, el comenzó a reír y la pena me invadió.
—Eres un idiota Calvin. -Dije a punto de llorar, me carge en la ventana y tape mi cara con mis manos-. —¿Porque me odias tanto, Calvin?. -Dije llorando.
El camino hacía mi y me abrazo, ¡el me estaba abrazando!
—No te odio Nicole, es más no eres tan horrible, y cuando dije que olias mal, no hablaba enserio. -Pero yo sólo lloré, aún más- —Vamos preciosa, no llores. Ser fea no es tan malo, bueno que tu debes saberlo más que nadie, porque has sido toda tu vida así, bien actuado Nicole. ¿Pensante que de verdad me creería tus lágrimas?
—Tenía que intentarlo ¿no?. -Seque mis lágrimas y Calvin comenzó a reír, al igual que yo.
Estuvimos en silencio, a veces intercambiamos palabras, más bien insultos, y por fin llegó la hora.
Calvin se fue sin despedirse, y no me sorprendía.
Tomé el bus que me llevaría a casa, les mentiría si no les dijera que iba lleno, y al parecer la gente no cuidaba mucho de su aseo personal.
Llegue a casa molesta, conmigo misma y con mi vendita suerte.
Tenía muchas ganas de pasar al baño, la verdad desde las cuatro que tenía deseos de ir.
Nisiquiera me pregunté donde podía estar mamá, pase directo al baño.
—Me estoy bañando Nicole, espera un poco. -Sentí el grito de mamá a través de la puerta, no puede ser.
Esta demás decir que camine de un lado a otro como una tonta, finalmente termine sentándome en el suelo fuera del baño.
¿Porque debe ser baño único?
Mis uñas fueron las que más sufrieron, moría de ganas por ir al baño.
Después de media hora, recién salió mamá del baño.
—Jovencita. - Dijo poniendo los brazos en forma de jarra-. —Me llamaron de tu colegio, así que me han mandando a llamar. ¿Eh?.
—No me digas. -Dije sarcasticamente y dentre al baño ignorandola.
—Jovencita..
No le hice caso, simplemente me relaje en el baño.
(.....)
Bésame, a destiempo, sin piedad y en silencio.
Cantaba en voz alta, con mis audífonos puestos, mientras movía mi dedo sobre mi ombligo.
Mientras cantaba pensaba en él, es la única persona en la cual siempre logró pensar, involuntariamente vive en mi.
Es amor, y lo sé, lo siento así.
Es como un amor prohibido, una obsesión que sólo me lastima, pero me mantiene feliz, sentir cositas en la barriga, y un cosquilleo en tu pecho, que al verlo se te forme una boba sonrisa, y que cuando mencionen su nombre, tus mejillas se tiñan de rojo. Amo estar enamorada.
Es pocas palabras lo amo a el.
Me volteo para dormir y creo que me voltee mucho, porque me caí de la cama.
Vaya mi suerte.
Reí para mi misma, y me levante del suelo.
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Seduciendo al Enemigo.
Random¿Enemigos? "Nicole Stephen y Calvin Harrison" Si bien no a todo mundo se le puede caer bien, menos podrás gustarle a tu enemigo, pero sí lo intentas un poco más, quizá el patee tu cabeza, algo es algo ¿no? Nicol Stephen, una chica de dieciséis años...